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Carlos Cancela

Por un verano con menos accidentes

Ya ha comenzado la operación salida para muchos españoles que han iniciado, con el final de los colegios, su periplo veraniego. Pero la primera gran salida

Ya ha comenzado la operación salida para muchos españoles que han iniciado, con el final de los colegios, su periplo veraniego. Pero la primera gran salida se iniciará este lunes. Es una época en la que se producen muchos desplazamientos y también aumentan los accidentes. Por ello, tenemos que poner el máximo de atención al volante, o en la bicicleta o al cruzar una calle para evitar vernos implicados en alguno.

Las estadísticas de siniestralidad llevan años evolucionando a la baja, pero en lo que va de año la tendencia ha cambiado y nuevamente los accidentes y las víctimas aumentan en este 2014. En concreto, hasta el pasado viernes han perdido la vida 499 personas, mientras que en las mismas fechas de 2013 fueron 472. Es decir un 6% más. Las condiciones actuales no son las mejores, las carreteras no tienen un buen mantenimiento, ni una buena señalización, pero entre todos debemos hacer todo lo posible por volver a conseguir que la siniestralidad baje.

En las carreteras españolas hay muchos lugares en los que el propio diseño del cruce, de la travesía o de la calzada está tan mal hecho que es fácil que se produzca un accidente, o al menos una situación comprometida. La presencia de radares en los lugares más absurdos tampoco ayuda a que los conductores puedan viajar tranquilos por una carretera. Incluso la señalización muchas veces juega en contra de la propia seguridad vial.

Aunque todo esté en contra, un buen conductor puede y debe adaptarse a las circunstancias y hacerlo lo suficientemente bien como para que se pueda evitar el accidente. Se me ocurre un ejemplo similar con la educación. El sistema educativo español es malo, cada año se van poniendo parches que no sirven más que para estropearlo aún más. Cuando un Gobierno hace una nueva ley de educación, inmediatamente la oposición dice que lo primero que hará cuando llegue al Gobierno será anular esa ley.

Pero los buenos estudiantes siguen sacando notas excelentes y son aceptados en las mejores universidades del mundo. Y entre los mejores científicos, o médicos o ingenieros a nivel mundial están los españoles.

Pues con el automóvil ocurre exactamente lo mismo. El conductor que descansa antes de sentarse al volante, el que se toma en serio la conducción, el que va pendiente del tráfico, el que no lleva el móvil en la mano o no se ha bebido una botella de vino tiene muchas más posibilidades de llegar sano y salvo a su casa.

El término accidente define una situación imprevista. Por ejemplo, si a un camión se le parte la dirección, se salta la mediana y vuelca delante de nuestro coche, tendremos pocas posibilidades de evitar el choque. Pero no es justo definir como un accidente el de un coche cuyo conductor se ha tomado tres copitas, va sin cinturón y hablando por teléfono.

Se habla mucho de los proyectos cero accidentes. Pero los protagonistas de esos proyectos deben ser los conductores y todos los implicados en el tráfico. Cada fin de semana se producen en las carreteras españolas ocho, diez o doce accidentes con víctimas. Y últimamente, y les estoy hablando solo de accidentes en carretera, siempre hay varios peatones fallecidos, algún ciclista y varios motoristas.

Cuando saqué el carné de conducir lo primero que aprendí es que el más fuerte siempre tenía la razón. Cuando veía un camión o un autobús, me separaba todo lo posible porque si nos chocábamos yo tenía siempre la peor parte. Y cuando voy andando, aunque tenga derecho a cruzar por un paso de cebra, lo primero que hago es mirar a ver si viene un coche rápido o que ya está en el paso de cebra y sin posibilidad material de frenar.

Pero desgraciadamente eso ya no es lo normal. Los peatones cruzan por el paso de cebra como si hubiera un muro delante que les protege, pero no hay tal muro. Las personas mayores cruzan por mitad de la calle y ni siquiera miran si viene algún coche. Yo no utilizo moto, aunque me parece una muy buena manera de moverse en ciudad, pero siempre haciendo una conducción racional. Las ventas de motocicletas se han desplomado en España, cada día se venden menos, pero los accidentes en los que se ven implicados los motoristas crecen. Y eso que ya no se ve ni un solo “vespino” que eran muy peligrosos en las ciudades.

Los ciclistas también tienen su parte de culpa en algunos accidentes. Es perfecto salir una mañana a rodar por una carretera o por un camino, pero hay que hacerlo con el máximo de cabeza. Cada tipo de usuario de las vías tiene que hacerlo de la manera más racional. Por supuesto hay muchos ciclistas que lo hacen muy bien, que ruedan en fila o como mucho de dos en dos, pero me he encontrado por la carretera grupos de ciclistas ocupando un carril entero de una carretera. Quizá los ciclistas en lugar de presionar a la Administración para que les permita rodar en ciudad sin casco, como ya han logrado, deberían presionar para que se pongan carriles bici, que es la manera ideal de compartir los viales de una manera 100% segura.

Pero sin duda los principales protagonistas del tráfico, y por ello también de los accidentes, son los conductores de coches y vehículos comerciales. Cumplir las normas es el punto de partida sin el que no se puede plantear ese futuro cero accidentes. En las ciudades españolas, como en casi todas las ciudades del mundo, la velocidad está limitada a 50 km/h. Se pueden hacer vías de circunvalación, tipo la M-30, mejor protegidas, en las que se puede rodar más deprisa. Pero no se puede ir por la Castellana, por poner un ejemplo, a 90 km/h. Y lo mismo ocurre en carretera.

La atención al volante, el cumplir las normas, mantener la distancia de seguridad, evitar todo tipo de distracciones, como el móvil o programar el navegador, y ponerse siempre el cinturón de seguridad serían buenos argumentos para lograr en pocos años ese mítico cero accidentes en carretera. Si cada uno de los implicados en el tráfico lo hiciera, podríamos lograrlo muy pronto. Lo malo es que los españoles siempre pensamos que eso, lo de cumplir las normas, o pararse en un stop, o ceder el paso a otro vehículo o a un peatón, lo tienen que hacer siempre los otros. Este verano podemos empezar a cambiar esta actitud.

Ya ha comenzado la operación salida para muchos españoles que han iniciado, con el final de los colegios, su periplo veraniego. Pero la primera gran salida se iniciará este lunes. Es una época en la que se producen muchos desplazamientos y también aumentan los accidentes. Por ello, tenemos que poner el máximo de atención al volante, o en la bicicleta o al cruzar una calle para evitar vernos implicados en alguno.