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Drogas y conducción, mala combinación
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Drogas y conducción, mala combinación

2.600 positivos por drogas y alcohol en una campaña de vigilancia de la DGT

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La conducción de un vehículo de motor, ya sea un coche, una moto o un autobús, es una actividad de riesgo en la que el más mínimo despiste del conductor puede provocar un accidente. Por ello, la atención al volante es clave para reducir la siniestralidad, pero el uso del móvil, manejar el navegador o el consumo de alcohol reducen drásticamente la seguridad de nuestros desplazamientos. La única manera de evitar los accidentes de tráfico es poner la máxima atención mientras se conduce, y hacerlo siempre en las mejores condiciones.

Se habla de los accidentes de tráfico, pero en realidad en muchos de los casos no son tales, porque no se trata de una situación imprevista por la caída de una piedra, o por un reventón de una rueda, sino porque su conductor va hablando por el móvil, o mandando un tuit, o porque después de unas cuantas cervezas ha decidido conducir.

Por ello, la Dirección General de Tráfico puso en marcha hace un par de semanas una campaña específica de vigilancia sobre alcohol y drogas. El resultado creo que es aterrador, porque después de estar avisando desde varias semanas antes que se iba hacer esta campaña, el resultado es que el 1,25% de los conductores controlados dieron positivo en alcohol o en drogas.

Los datos concretos de la campaña de vigilancia de la DGT, realizada entre el 1 y el 7 de junio, es que se han realizado 208.782 pruebas en las que 622 conductores han dado positivo por drogas y otros 1.978 dieron positivo en alcohol.

Por lo que se refiere a las pruebas de drogas, fueron en concreto 1.909 las realizadas a conductores que presentaban algún síntoma de haber ingerido alguna sustancia, que habían cometido alguna infracción o que se habían visto implicados en un accidente. Y el resultado es que un 32% de los analizados dieron positivo.

Como ya es habitual, entre las drogas más consumidas por los conductores que han dado positivo están el cannabis en 449 casos, la cocaína en 198 casos y las anfetaminas en otros 72 casos. Además, en casi 200 conductores se ha detectado un policonsumo, es decir, positivo a más de una sustancia al mismo tiempo.

Por lo que se refiere a las pruebas de alcohol, en la semana de vigilancia se han detectado un total de 1.978 positivos, de los que en 304 casos se han instruido diligencias para su posterior traslado a la autoridad judicial por superar la tasa de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Les recuerdo que la tasa límite es de 0,25 mg/l.

Durante el año 2014 más de 30.000 conductores han sido sancionados con 1.000 euros y la detracción de 6 puntos por circular con una tasa superior a 0,50 miligramos de alcohol en aire espirado, el doble de la tasa permitida. Y desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico han sido sancionados más de 3.000 conductores como reincidentes por conducir bajo los efectos del alcohol tras haber sido sancionados anteriormente por ello.

Según los datos del último informe de Instituto Nacional de Toxicología, INTCF, el 29%de los conductores y el 21% de los peatones fallecidos superaron los límites de alcohol en sangre.

Pero como ocurre con casi todo en España, los conductores que beben alcohol o consumen drogas no creen que esta actitud les afecte para conducir. Pero está claro que afecta y mucho a la conducción como lo demuestran diversos estudios. Con la velocidad pasa lo mismo que con el alcohol, los conductores que superan con frecuencia los límites no creen que eso afecte.

Al conductor que va rápido pero que es tajante con el consumo de alcohol, no le parece mal saltarse los límites pero si es muy duro con el hecho de beber alcohol y sentarse al volante, mientras que al que se toma unas cervezas y conduce pero va más despacio lo que le parece mal son los conductores que corren mucho. Los peatones que cruzan por mitad de la calle sin mirar protestan de que los coches van deprisa, mientras que los conductores protestamos porque la gente cruce sin mirar por cualquier sitio. Los ciclistas reclaman un respeto con ellos, pero luego van por la acera incomodando a su vez a los peatones.

Lo que ocurre en España es que lo nuestro está bien y lo de los demás es lo que está mal. Para un conductor los malos son los agentes de la DGT y los ciclistas y peatones, para un aficionado del Real Madrid, los malos son los de Barça, para un ciudadano del PP, los malos son los del PSOE o ahora los de Podemos.

La conducción de un vehículo de motor, ya sea un coche, una moto o un autobús, es una actividad de riesgo en la que el más mínimo despiste del conductor puede provocar un accidente. Por ello, la atención al volante es clave para reducir la siniestralidad, pero el uso del móvil, manejar el navegador o el consumo de alcohol reducen drásticamente la seguridad de nuestros desplazamientos. La única manera de evitar los accidentes de tráfico es poner la máxima atención mientras se conduce, y hacerlo siempre en las mejores condiciones.

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