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Los 150 mandatarios presentes en la Cumbre del Cambio Climático deben aprobar un compromiso

Foto: Gas natural vehicular, una buena alternativa
Gas natural vehicular, una buena alternativa

Hoy se inicia en París la Cumbre del Cambio Climático, en la que los máximos dirigentes de 150 países de todo el mundo se han dado cita para tratar de solucionar este grave problema que amenaza el futuro de la tierra. Llevamos ya muchos años hablando de este grave problema, consecuencia de las emisiones de CO2, que hace que la temperatura del planeta aumente cada año, con los peligros que eso conlleva.

Pero pese a la importancia del problema, que podría llevar a que parte de lo que ahora conocemos como tierra quedara sumergido por el agua, la solución parece aún muy lejana. Lo que se busca es que el resultado de esta importante cumbre sean unos compromisos reales para reducir las emisiones. En la anterior reunión sobre el mismo problema, Kyoto en 1997, algunos de los países más importantes del mundo, y también los más contaminantes, no se comprometieron a nada.

Ahora parece que al menos Estados Unidos si está dispuesto a aceptar un compromiso de reducción para solucionar este problema del siglo XXI, pero otros países importantes, como China o la India, no parecen tener antes de la Cumbre, una postura a favor de un compromiso sólido. Pero hay que tomar decisiones drásticas.

El automóvil, el transporte en general, es uno de los sectores que están directamente implicados en el cambio climático y las grandes empresas del sector trabajan para solucionarlo. Los coches son cada día menos contaminantes, como consecuencia de las nuevas normas anticontaminación, que al menos en teoría son cada vez más exigentes. La tecnología está ahí. Ya hay coches de hidrógeno, o eléctricos, o híbridos enchufables o la solución más sencilla, de gas natural. Pero sigue habiendo muchos coches de gasolina y diesel.

Sin embargo, todas estas soluciones que ya están perfectamente probadas, no se ponen en marcha en los países por culpa de las normativas vigentes y de los intereses de las grandes compañías petroleras, que son las más interesadas en que todo siga como hasta ahora.

Las energías renovables representan el futuro más limpio y también más sostenible. Emplear los rayos del sol para producir electricidad y luego utilizar esta para calentar casas, para mover coches, o camiones o barcos parece la solución ideal. Pero eso no ocurre por los intereses de las grandes multinacionales que tienen que seguir ganando dinero a costa de los ciudadanos. Y también por los gobiernos que tienen muy bien controlado el tema impositivo con los carburantes actuales.

El caso de España es muy claro. En estos momentos el 15% de la electricidad se produce quemando carbón y casi otro 10% se produce en centrales térmicas a partir de la quema de productos petrolíferos o de gas natural. Pero ya un 50% de la electricidad se produce mediante energías renovables, destacando sin duda la eólica que representa la mitad de este 50% renovable.

Si no se utiliza toda la energía eólica o solar disponible y en su lugar se utiliza carbón o petróleo es por los intereses de las grandes compañías y también por el complicado modelo energético español que prima unas fuentes de energía más contaminantes frente a otras más limpias.

El automóvil es un buen ejemplo de esta situación en la que los intereses del gobierno o de las grandes compañías priman por encima del bien común. El coche eléctrico, sobre todo si utiliza una energía 100% renovable, es una solución “cero emisiones” que nos encamina hacia un mejor futuro. Por el contrario, diesel y gasolina son los dos combustibles más contaminantes. El primero en temas relacionados con los peligrosos óxidos nitrosos, con las partículas no quemadas, con los compuestos de azufre… Y en el caso de la gasolina por sus mayores emisiones de CO2.

Pero curiosamente las ventas de coches en lo que va de año en España acumulan un 63% de vehículos diesel, un 35% de gasolina, mientras que los híbridos y eléctricos suponen solo un 1,9%. Y los vehículos de gas natural, que serían una muy buena alternativa para reducir tanto las emisiones contaminantes como las de CO2, son testimoniales.

No tiene sentido que habiendo tantas alternativas más limpias y disponibles, los gobiernos europeos sigan primando con una reducción de impuestos a la tecnología más contaminante, la de los diesel. El compromiso que tiene que salir de la cumbre de París es el de potenciar y apoyar las tecnologías renovables en busca de un futuro mejor para todos. París parece, a decir de los expertos en este tema, el último momento antes de que la situación sea irrecuperable. Terminar sin un acuerdo firme de todos los países en París sería superar un peligroso punto sin retorno.

Hoy se inicia en París la Cumbre del Cambio Climático, en la que los máximos dirigentes de 150 países de todo el mundo se han dado cita para tratar de solucionar este grave problema que amenaza el futuro de la tierra. Llevamos ya muchos años hablando de este grave problema, consecuencia de las emisiones de CO2, que hace que la temperatura del planeta aumente cada año, con los peligros que eso conlleva.

Energía eólica Gas natural