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El futuro para los conductores tras el 20D
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

El futuro para los conductores tras el 20D

Sea cual sea el partido ganador, lo más probable es que tengamos nuevas limitaciones más drásticas de velocidad y de circulación, más multas, más radares

Foto: Sistema semáforo foto-rojo
Sistema semáforo foto-rojo

Tras las elecciones del 20D, ¿tendremos los conductores y usuarios de las vías públicas en España algún cambio con respecto a lo que había hasta la fecha? A juzgar por lo que los diferentes partidos han hablado en torno a este tema en su campaña electoral, los cambios serán muy pocos. Eso sí, sea cual sea el partido ganador, o la coalición que consiga más escaños, lo más probable es que tengamos nuevas limitaciones más drásticas de velocidad y de circulación, más multas, más radares.

Durante dos legislaturas de Zapatero, con Pere Navarro al frente de la DGT, el organismo encargado de controlar el tráfico en España solo tuvo una política, la de llenar las carreteras españolas de radares. Y en una segunda fase fue poniendo cada día más señales de limitación de velocidad para lograr cuadrar sus cuentas.

La llegada de María Seguí al puesto parecía traer aire fresco, porque si Pere Navarro era un funcionario al que no le gustaban los coches, en el caso de la nueva directora general es una gran experta del tema de la seguridad vial a nivel internacional. Pero la realidad es que su mandato nuevamente se ha visto marcado por más radares, más multas, la llegada de más helicópteros para detectar excesos de velocidad, y unas cuentas aún más saneadas para la Dirección General de Tráfico.

Lo que nos espera no va a ser muy diferente. La DGT tiene preparado desde hace más de seis meses el nuevo Reglamento de Circulación para su aprobación por el Consejo de Ministros. Pero ya se ha celebrado el último Consejo de la legislatura y no ha habido aprobación. Este nuevo Reglamento traerá consigo una nueva reducción de los límites de velocidad en todos los tipos de carreteras españolas con la única excepción, las autopistas y autovías. En estos casos se mantendrán los 120 km/h genéricos y solo en algún caso puntual, y con una serie de circunstancias favorables, se podrá circular, supuestamente, a 130 km/h.

Esta ha sido la gran obra de la DGT durante el Gobierno de Rajoy, pero ni siquiera el Ejecutivo ha sido capaz de aprobar este nuevo Reglamento en un Consejo de Ministros antes de las elecciones porque supone un notable paso atrás en todos los sentidos. Sobre todo para la movilidad y para los derechos de los ciudadanos.

Si la victoria del 20D llega a manos de Rajoy nuevamente, en solitario o con la ayuda de Ciudadanos, ya estaría obligado a dar luz verde al nuevo texto del Reglamento o de lo contrario tendría que poner a otra persona al frente de la DGT. Y María Seguí creo que es una persona muy válida para este cargo, por su gran preparación, pero siempre que no se le imponga el criterio de las cuentas saneadas como único objetivo de la DGT.

Y si la victoria es para la izquierda, entonces las cosas irán a peor. El ejemplo de Manuela Carmena es bastante claro. El Supremo ha sentenciado que los sistemas de foto-rojo en los semáforos de Madrid son ilegales, porque no demuestran de manera fehaciente que el conductor haya pasado el semáforo en rojo. Y la respuesta de la ex-juez ha sido hacer caso omiso de la sentencia, y de las numerosas sentencias de otros juzgados en el mismo sentido, y aprobar la compra de unas cuantas cámaras más, para aumentar la recaudación.

Por supuesto lo que no nos va a traer el nuevo Gobierno es que la educación vial llegue a los colegios, porque ningún partido se ha planteado este tema a pesar de que todos han hablado mucho de educación, de cambiar la Ley Wert, de poner en marcha nuevamente la asignatura de Educación para la Ciudadanía y demás. Y se ha hablado mucho sobre enseñanza pública o privada, o de colegios concertados, pero de educación vial nada.

Si los conductores lo hacen mal, si no cumplen las normas, cada año la DGT puede seguir haciendo caja y ganar más de 400 millones de euros en multas. Y por supuesto los ayuntamientos se apuntan al mismo criterio . Y por eso es mejor no enseñar a los ciudadanos a cumplir con las normas de tráfico. Lo que habría que preguntarle al nuevo presidente sería: ¿qué prefiere, ir teniendo poco a poco unos jóvenes educados y respetuosos con las normas, una mayor seguridad vial y pocas multas, o mejor cada uno por su lado haciendo lo que quiera y 500 millones de euros cada año?

Tras las elecciones del 20D, ¿tendremos los conductores y usuarios de las vías públicas en España algún cambio con respecto a lo que había hasta la fecha? A juzgar por lo que los diferentes partidos han hablado en torno a este tema en su campaña electoral, los cambios serán muy pocos. Eso sí, sea cual sea el partido ganador, o la coalición que consiga más escaños, lo más probable es que tengamos nuevas limitaciones más drásticas de velocidad y de circulación, más multas, más radares.

Manuela Carmena