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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Formación integral para conductores jóvenes

La pasada semana se presentaba en el circuito del Jarama una nueva escuela de conducción, Driver’s Academy, de la mano del Real Automóvil Club de España,

Foto: Presentación de Driver's Academy
Presentación de Driver's Academy

La pasada semana se presentó en el Circuito del Jarama una nueva escuela de conducción Driver’s Academy, de la mano del Real Automóvil Club de España (RACE) y Red Bull, con el apoyo técnico de Volvo y de Goodyear. Una gran idea porque el objetivo no es enseñar a los jóvenes a ser pilotos, a conducir siempre deprisa y a seguir los pasos de Fernando Alonso o de la familia Sainz. El objetivo es formar a los conductores noveles, enseñarles a analizar los riesgos de la conducción y a mostrar una actitud responsable al volante, a cumplir las normas.

Sin duda es una gran noticia y es lo que desde hace años demanda la sociedad española, educación vial. El problema es que ésta debería ser impartida desde los primeros años del colegio para que poco a poco nuestros niños tuvieran una actitud diferente y más respetuosa al volante. Algo que, por cierto, jamás se ha logrado en España, pese a que todo el mundo, hasta nuestros máximos dirigentes, sabe de su necesidad.

[Driver’s Academy, la formación vial para conductores jóvenes]

Con el paso de los años, y con las carreteras cada vez más llenas de radares, muchos conductores han llegado a interpretar que el riesgo en las carreteras está precisamente en esos radares y en las multas. Eso obliga a hacer una conducción siempre pendiente de los arcenes de la carretera, cuando lo que realmente hay que ir mirando y analizando es lo que está frente a nosotros.

La conducción de un vehículo de motor conlleva una serie de riesgos que obligan al conductor a ir siempre pendiente de las circunstancias y a cumplir con las normas. Aunque vayamos circulando a 120 km/h por una autovía sin tráfico, por el carril de la derecha y en las mejores circunstancias, siempre hay que ir pendiente del tráfico. Puede salir un perro, puede haber un peatón, o una piedra o una mancha de aceite. Pero también al doblar una curva podemos encontrarnos con la carretera parada, o puede reventar una rueda de nuestro coche.

Cuando se produce una circunstancia así, si vamos pendientes del tráfico y de lo que tenemos delante en la carretera, y con las manos sujetando bien el volante, saldremos de la situación sin problemas. Pero, ¿qué ocurre si en ese momento vamos discutiendo con otra persona en el coche, si vamos ajustando el navegador o con las manos en las piernas?

Y lo más grave, si una situación imprevista como estas nos pilla mandando un SMS con el móvil en la mano, ¿qué nos pasará? Pues quizá será el último SMS que mandemos. Y lo que es aún mucho peor, que haremos daño a otras personas si se llega a producir un choque.

Lo que Driver’s Academy busca es la formación global del conductor joven de entre 18 y 29 años. Mediante una serie de videos se muestra cómo afecta realmente el quitar la vista de la carretera durante unos cuantos segundos para leer o mandar un email o responder un mensaje de twitter. Estos jóvenes pueden, a través de la realidad virtual, comprobar cuáles son las consecuencias reales de una gracia como usar el teléfono, o hacerse un “selfy” cuando se circula a 120 km/h.

A través de diferentes experiencias, el alumno puede ir comprobando, aprendiendo y reflexionando sobre algunos de los elementos de riesgo más comunes, como el alcohol y las drogas, la distracción, saber cómo actuar ante un vuelco, la importancia del mantenimiento o la circulación segura. Una formación integral para el conductor. Estos cursos no están pensados para que los monitores, que tienen una gran experiencia en la conducción, enseñen a los jóvenes a salir de situaciones apuradas, sino que el objetivo es evitar esas situaciones apuradas, que no se lleguen a producir nunca. Y para ello las mejores decisiones son las de ponerse siempre el cinturón de seguridad o ajustar bien el reposacabezas por si se llega a producir el accidente.

Y para evitar esos accidentes de tráfico, que en un 90% de los casos son un fallo humano, hay que ir siempre muy pendiente del tráfico, mantener la distancia con el coche de delante, hay que cumplir las normas de tráfico, hay que pensar dos veces las cosas antes de hacerlas y analizar los riesgos que conlleva. Y lo más importante de todo, quitarnos de la cabeza que somos más listos que los demás y que la carretera es un circuito en el que siempre hay que llegar el primero.

Los viajes largos o los desplazamientos diarios para ir al trabajo, por ejemplo, son una “carrera” de resistencia, en la que lo importante es llegar y con el menor número de incidencias posible cada día. Y, sobre todo, relajado. No sirve llegar un día con un golpe, otro día en grúa, de vez en cuando con una multa bajo el brazo y, en cualquier caso, siempre estresado y cabreado con todos los demás.

Por eso esta iniciativa del RACE y Red Bull, la Driver’s Academy es una gran noticia para el futuro de la conducción en España que debería tener nuevos seguidores. Es la formación de los conductores jóvenes a través de una iniciativa privada ya que la iniciativa pública “no sabe, no contesta” ante un tema tan importante como este de la educación vial en los colegios.

La pasada semana se presentó en el Circuito del Jarama una nueva escuela de conducción Driver’s Academy, de la mano del Real Automóvil Club de España (RACE) y Red Bull, con el apoyo técnico de Volvo y de Goodyear. Una gran idea porque el objetivo no es enseñar a los jóvenes a ser pilotos, a conducir siempre deprisa y a seguir los pasos de Fernando Alonso o de la familia Sainz. El objetivo es formar a los conductores noveles, enseñarles a analizar los riesgos de la conducción y a mostrar una actitud responsable al volante, a cumplir las normas.

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