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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Brexit, un problema para el automóvil británico

La decisión de abandonar la UE va a traer consigo un sinfín de complicaciones para la industria automovilística del Reino Unido y también para todo el entorno europeo

Foto: Cameron en la planta de Nissan en Sunderland.
Cameron en la planta de Nissan en Sunderland.

El pasado jueves, los ciudadanos de Reino Unido dieron la espalda a Europa y decidieron salir de la Unión Europea (UE). Una decisión muy importante que ya ha tenido importantes consecuencias en las bolsas de todo el mundo. También ha traído consigo la dimisión del primer ministro, David Cameron, que más de tres millones de ciudadanos británicos hayan pedido que se repita el referendum y que los ciudadanos escoceses ya pidan abiertamente quedarse en la UE. Y en los próximos meses habrá otras muchas consecuencias.

El sector del automóvil tiene un peso muy importante en el Reino Unido, y esta decisión de abandonar la UE va a traer consigo un sinfín de complicaciones para la industria automovilística de aquel país y también para todo el entorno europeo.

La industria del automóvil en el Reino Unido emplea a cerca de 800.000 personas entre empleos directos e indirectos, contribuye a la economía con casi 20.000 millones de euros al año y exporta el 80% de su fabricación, de la que el 57,5% se destina a otros países de la UE, según datos la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes del Motor (SMMT). En 2015 se produjeron un total de 1.677.797 vehículos en sus factorías.

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Reino Unido tiene, además, una larga tradición en el sector de automoción, con algunas marcas emblemáticas de coches de superlujo y de deportivos, como Rolls-Royce o Bentley entre las primeras o Aston Martin entre las segundas, y grandes marcas como Jaguar, Land Rover o Mini, entre otras.

Pero curiosamente, de todas estas marcas, Aston Martin es la única que se mantiene, de momento, como una empresa británica, ya que Rolls-Royce pertenece a BMW, Bentley es propiedad del grupo Volkswagen, Jaguar y Land Rover son del grupo indio Tata y Mini también forma parte del grupo alemán BMW. Tampoco se puede olvidar a Vauxhall, una marca 100% británica en su origen, pero que está completamente integrada en Opel y en la multinacional norteamericana General Motors. Todas estas marcas, por ello, se gestionan desde Europa, las fábricas de componentes que suministran sus piezas son en su mayoría europeas y las cuentas de todas ellas están consolidadas en Europa.

A todas estas importantes marcas se suman otras que han llegado allí aprovechando la buena competitividad que la industria automovilística británica ofrecía. Tal es el caso de Toyota o Nissan, dos marcas japonesas que producen algunos de sus modelos más vendidos en los mercados europeos en el territorio británico.

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Las principales empresas japonesas que operan en el Reino Unido han advertido que meditarán sus próximos pasos tras analizar el impacto de la victoria del "brexit" en el referéndum del pasado jueves. El presidente de la principal patronal japonesa, Sadayuki Sakakibara, expresó en un comunicado su "decepción" con respecto a la victoria de la opción que apoya que Londres abandone la UE. "Nos preocupa que el resultado de la consulta tenga impacto en la actividad empresarial y en los planes de futuro de las empresas (japonesas)".

Toyota Motor, el primer fabricante mundial de coches, ha explicado que va a estudiar "con cautela" junto a sus accionistas y a representantes del sector industrial británico el panorama que deja el "brexit" de cara a "mantener la competitividad y el crecimiento sostenible". Su subsidiaria británica da trabajo a unos 3.400 empleados y cuenta con dos plantas en Derbyshire y el norte de Gales de las que salen unos 190.000 vehículos al año.

Antes del referéndum, Nissan explicaba en un comunicado que la decisión de permanecer o no en el club de los veintiocho "es un asunto que deben decidir los británicos", pero añadía que "en lo referente a empleos, comercio y costes, tiene más sentido que Reino Unido permanezca en Europa". El 80 % de los más de 400.000 vehículos que la empresa fabrica anualmente en su planta de Sunderland son exportados a otros países de la UE, por lo que la opción del "brexit" previsiblemente va a complicar el acceso de Nissan al mercado continental.

Una gran incógnita

Para toda esta industria se abre un periodo de incógnita porque no se sabe muy bien qué va a pasar. De momento, aunque ninguna marca quiso hacer campaña sobre el Brexit, todas se han mostrado de alguna manera favorables a seguir en la Unión Europea. Sobre todo Nissan y Toyota, después de que los políticos a favor del Brexit utilizaran sin permiso la imagen de ambas marcas japonesas en su campaña para apoyar la salida de la UE.

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Habrá muchos cambios en los próximos meses en las relaciones entre la UE y Reino Unido. Pero hay un detalle que me parece importante: los principales responsables de la Unión Europea ya han pedido públicamente que se agilicen al máximo los trámites necesarios para que la salida de Reino Unido sea lo antes posible, sin tener que alargar los plazos hasta el máximo establecido.

Por el contrario desde las empresas instaladas allí se dice lo contrario, que hay que tomarse las cosas con mucha tranquilidad, que de momento no va a haber ningún cambio en ls relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea. La asociación que engloba a los fabricantes de motocicletas británicos, la Motorcycle Industry Association (MCIA), explica que a corto y medio plazo todo va a seguir exactamente igual, sin cambios, y que para el futuro a más largo plazo se pueden abrir nuevas expectativas para las marcas británicas.

Desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) considera que es demasiado pronto para hacer valoraciones y recuerda que España exportó 363.500 vehículos a Reino Unido en 2015, con un valor de 4.400 millones de euros.

El pasado jueves, los ciudadanos de Reino Unido dieron la espalda a Europa y decidieron salir de la Unión Europea (UE). Una decisión muy importante que ya ha tenido importantes consecuencias en las bolsas de todo el mundo. También ha traído consigo la dimisión del primer ministro, David Cameron, que más de tres millones de ciudadanos británicos hayan pedido que se repita el referendum y que los ciudadanos escoceses ya pidan abiertamente quedarse en la UE. Y en los próximos meses habrá otras muchas consecuencias.

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