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5.000 millones de euros para nuevas carreteras, pero qué hacemos con las viejas
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5.000 millones de euros para nuevas carreteras, pero qué hacemos con las viejas

La red española de carreteras se muere poco a poco por el casi nulo mantenimiento de los últimos diez años sin revisarse señales de tráfico ni reasfaltarse carreteras en mal estado

Foto: Rajoy y de la Serna presentaron el plan de inversiones. EFE/Juan Carlos Hidalgo
Rajoy y de la Serna presentaron el plan de inversiones. EFE/Juan Carlos Hidalgo

El pasado viernes el presidente del Gobierno anunciaba un ambicioso plan de inversiones en carreteras dotado con 5.000 millones de euros con los que se harán 2.000 kilómetros de nuevos trazados en 20 tramos. Puede parecer una buena noticia pero en realidad es una mejora económica para las constructoras, una mejora del empleo con la creación de 190.000 puestos de trabajo, pero las carreteras seguirán igual de mal.

La red española de carreteras se muere poco a poco por el casi nulo mantenimiento de los últimos diez años en los que no se han revisado señales de tráfico, no se han reasfaltado carreteras en muy mal estado, no se ha trabajado en la solución de puntos negros que cada año cuestan vidas humanas.

La Asociación Española de la Carretera (AEC) cifra en más de seis mil millones de euros el déficit de mantenimiento que tienen las carreteras españolas, una cantidad que hay que invertir de manera urgente. La semana pasada, un informe de la AEC destacaba que una inversión de 730 millones de euros en 73 tramos de 35 carreteras que suman 1.121 kilómetros, permitiría evitar 69 accidentes mortales de tráfico y 212 heridos graves sólo en un periodo de tres años (23 fallecidos y setenta heridos anuales). Ese plan, concreto y muy buen estudiado, no se va a poner en marcha.

El plan que ahora anuncia el Gobierno es mucho más ambicioso, al menos en la cantidad de dinero prevista, ya que son 5.000 millones de euros. Pero todo ese dinero va a utilizarse para hacer nuevos tramos de carretera, grandes corredores intraeuropeos, pero no para mantener todo lo que había hasta ahora. Es decir, que en las carreteras van a seguir muriendo miles personas, entre otras cosas por falta de mantenimiento.

Mejorar el sector de la construcción

Es un plan con el que supuestamente gana todo el mundo, pero en realidad las únicas que ganan son las grandes constructoras, que serán las que hagan esos tramos de nuevas carreteras. El propio ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, destacaba antes del anuncio de estas inversiones que el Plan Extraordinario de Inversiones en Carreteras contribuirá a mejorar la situación del sector de la construcción. Un sector, al que se ha referido como uno de los más importantes en España desde el punto de vista productivo, por su contribución al PIB.

Está bien que las grandes constructoras ganen dinero, sin duda, porque son un impulso más para la economía española, pero el objetivo fundamental de las carreteras, como el de los aeropuertos o el del AVE es mejorar la movilidad de los ciudadanos. Y no sanear las cuentas de resultados de las empresas constructoras.

En septiembre el Gobierno hará pública una información más pormenorizada de todo este proyecto, de los 20 tramos que se van a construir, de cuál será la inversión real que realicen las constructoras. Este nuevo plan se hará mediante colaboración público-privada. Es decir, que supuestamente las constructoras adelantan el dinero y construyen las carreteras y luego, cada año, el Estado paga por el uso de esas carreteras.

Repito que hay que esperar a septiembre para tener todos los datos, pero parte de las inversiones se van a hacer a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y otra parte con cargo al Plan Juncker de mejora de las infraestructuras intraeuropeas. Lo que sí ha anunciado ya Rajoy es que se pagará a razón de 350 millones de euros al año, los próximos 30 años a las constructoras que ejecuten el plan. No se sabe cuánto van a invertir realmente las constructoras pero se sabe que van a cobrar 10.500 millones de euros durante los próximos 30 años por esa inversión.

El Plan Juncker habla de infraestructuras intraeuropeas, por lo que es previsible que buena parte de las actuaciones vayan encaminadas hacia dos comunidades autónomas, Cataluña y el País Vasco. Y no hay que olvidar que el anunciado referéndum en Cataluña está previsto para el 1 de octubre, con lo que anunciar en septiembre varios miles de millones de euros en nuevas infraestructuras y una notable creación de empleo será un punto a tener en cuenta.

Bien por la economía

A nivel económico, sin duda este plan está bien. Sobre todo para las constructoras y también para España porque, supuestamente, según las explicaciones de Rajoy, se van a crear casi 190.000 empleos en los próximos años. Y esa es una cifra muy buena, sin duda. Pero a cambio España va a firmar una hipoteca a 30 años, que no va a subir el déficit, que no va a obligar a endeudarse, pero que habrá que pagar.

Este plan de 5.000 millones de euros servirá para conseguir dinero de la UE para nuevas infraestructuras, eso creo que es bueno, servirá para que las constructoras mejoren sus cuentas de resultados y también para crear empleo. Pero las carreteras españolas seguirán arrastrando un déficit brutal y la siniestralidad seguirá subiendo.

El pasado viernes el presidente del Gobierno anunciaba un ambicioso plan de inversiones en carreteras dotado con 5.000 millones de euros con los que se harán 2.000 kilómetros de nuevos trazados en 20 tramos. Puede parecer una buena noticia pero en realidad es una mejora económica para las constructoras, una mejora del empleo con la creación de 190.000 puestos de trabajo, pero las carreteras seguirán igual de mal.

Banco Europeo de Inversiones Constructoras