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Bombardeos y combates traen la guerra a Donétsk: 100 muertos según los rebeldes
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Argemino Barro

En el frente de Ucrania

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Bombardeos y combates traen la guerra a Donétsk: 100 muertos según los rebeldes

“¡Si vamos, vamos ya!”, dice un taxista con una cruz de madera en el pecho. Las explosiones y el fuego de artillería retumban junto a la estación de tren

Foto: Un helicóptero ucraniano MI-24 dispara contra los rebeldes atrincherados en el aeropuerto de Donétsk. (Reuters)
Un helicóptero ucraniano MI-24 dispara contra los rebeldes atrincherados en el aeropuerto de Donétsk. (Reuters)

“¡Si vamos, vamos ya!”, dice un taxista con una cruz de madera en el pecho. Las explosiones y el fuego de artillería retumban junto a la estación de tren, donde un civil ha muerto por una bala perdida. Suenan las alarmas de los coches; los pasajeros van y vienen cruzando palabras nerviosas. La mayoría trata de averiguar si habrá o no determinado tren o autobús. Otros dicen ir “a la guerra”. Las compañías de teletaxi no trabajan en los alrededores y muchas tiendas están cerradas.

Los combates, que han causado unos 100 muertos entre separatistas y civiles según las autoridades de la autoprocalmada República Popular de Donétsk, comenzaron la pasada madrugada, cuando milicias prorrusas ocuparon el aeropuerto internacional Serguéi Prokofiev de Donétsk, que evacuó a su personal y canceló todos los vuelos. El Ejército ucraniano dio un ultimátum que los rebeldes no cumplieron y los tiroteos empezaron sobre la una de la tarde. Al menos tres helicópteros militares y dos cazas sobrevolaron Donétsk en dirección al aeropuerto, donde dispararon desde el aire a los rebeldes y soltaron bombas que se escuchaban en el centro de la ciudad.

¡Si vamos, vamos ya!, dice un taxista con una cruz de madera en el pecho. Las explosiones y el fuego de artillería retumban junto a la estación de tren, donde un civil ha muerto por una bala perdida. Suenan las alarmas de los coches

El fuego cruzado arreció desde árboles y paradas de autobús; los milicianos rebeldes, dos de ellos armados con lanzamisiles, fueron empujados por el ejército hasta un barrio residencial a poco más de 200 metros de la estación de tren, donde varias familias corrían junto a las vías huyendo de los disparos.

El aeropuerto fue rodeado por las fuerzas ucranianas con puestos de control; varias carreteras regionales están bloqueadas, como la que lleva a Dnipropetróvsk. Las fuertes lluvias que cayeron por la tarde amortiguaron los combates, aunque los cazas ucranianos seguían cruzando el cielo al anochecer.

El alcalde de la ciudad, Oleksandr Lukyanchenko, ha exigido a los bandos que no extiendan la lucha a zonas residenciales, y a las familias de los barrios aledaños que mantengan hoy a sus hijos en casa. El ayuntamiento ha establecido un servicio telefónico de información las 24 horas. Moscú ha vuelto a exigir a Kiev que cese las operaciones militares en el este de Ucrania. Misma petición hizo el expresidente huído, Víktor Yanukóvich, que desde su exilio en Rostov-del-Don exigió el fin de la ofensiva.

“¿En Europa bombardeáis vuestras propias regiones?”

Mientras, uno de los líderes separatistas de Donétsk, Denis Pushilin, ha vuelto a pedir la intervención militar de Rusia. Pushilin, que fue fotografiado anoche abandonando el edificio ocupado rodeado de guardaespaldas, añadió que la República de Donétsk no volverá a Ucrania haya o no un acuerdo para federalizar el país. El servicio de aduanas ucraniano ha declarado que 40 camiones llenos de militantes rusos armados han llegado a diez kilómetros de la frontera.

placeholder Separatistas prorrusos se dirigen en un camión hacia el aeropuerto de Donétsk (Reuters).

Así ha sido el día después de que el magnate proeuropeo Petro Poroshenko ganase las elecciones presidenciales en primera vuelta con un mensaje conciliador. El ya presidente electo, que había prometido más diálogo la noche de su victoria, dijo ayer que su Ejecutivo no cancelará la “operación antiterrorista” en el este, sino que la perfeccionará con mejores equipos, sueldos y entrenamientos. Poroshenko había prometido que su primera visita sería al Donbás.

Poroshenko, Timoshenko, Turchínov, Yatseniuk... Todos han estado ya en el poder, ¿y qué han hecho?, dice Olga, pensionista de 63 años. Y dígame: ¿en Europa los gobiernos también bombardean a sus propias regiones?

La violencia ha vuelto a disparar los nervios de los habitantes, acostumbrados desde hace semanas a los tambores de guerra, la propaganda (que no ha tardado en distribuir las mismas fotos con diferentes pies) y el goteo de muertos. “Poroshenko, Timoshenko, Turchínov, Yatseniuk... Todos han estado ya en el poder, ¿y qué han hecho?”, dice Olga, pensionista de 63 años. “Y ahora quieren pertenecer a la Unión Europea. Dígame: ¿en Europa los Gobiernos también bombardean a sus propias regiones?”.

Al igual que Olga, muchos vecinos de Donétsk y alrededores, independientemente de su posición política, barajan seriamente la posibilidad de emigrar a otra ciudad o país. En Slaviansk, centro de mando militar separatista (peleado, al parecer, con el liderazgo político de Donétsk), nuevas luchas han dejado un muerto. También se han registrado combates en la ciudad portuaria de Mariupol, donde murieron al menos siete personas en los enfrentamientos del pasado 9 de mayo.

El aeropuerto, situado a diez kilómetros de la ciudad, fue construido para la Eurocopa de 2012 y costó 266 millones de euros

“¡Si vamos, vamos ya!”, dice un taxista con una cruz de madera en el pecho. Las explosiones y el fuego de artillería retumban junto a la estación de tren, donde un civil ha muerto por una bala perdida. Suenan las alarmas de los coches; los pasajeros van y vienen cruzando palabras nerviosas. La mayoría trata de averiguar si habrá o no determinado tren o autobús. Otros dicen ir “a la guerra”. Las compañías de teletaxi no trabajan en los alrededores y muchas tiendas están cerradas.

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