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Lutero contra el patio de Monipodio
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Aurora Mínguez

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Aurora Mínguez

Lutero contra el patio de Monipodio

Sin haberlo pretendido, vamos a hacer historia. El rescate de los bancos españoles por parte de Europa va a ser el pistoletazo de una Unión Bancaria

Sin haberlo pretendido, vamos a hacer historia. El rescate de los bancos españoles por parte de Europa va a ser el pistoletazo de una Unión Bancaria aún por definir en detalle y que hará imposible una repetición o una nueva versión de las barbaridades que hemos conocido estilo CAM o Bankia. No figuraba entre las prioridades de la señora Merkel, pero la realidad se va a imponer, sobre todo cuando Bruselas tenga que decidir y detallar en menos de un mes de dónde saldrán exactamente esos cien mil millones que se van a inyectar en nuestros lastimados bancos y cajas, qué interés se va a pagar por ese préstamo comunitario y qué habrá que hacer para que no ocurran otros colapsos parecidos.

De momento, nos podemos olvidar de las palabras soberanía y autonomía. Será la troika la que decidirá, en último término, qué bancos y cajas sobreviven o no, con cuántas sucursales y concediendo créditos a qué condiciones. No hay ninguna garantía de que el crédito vaya a fluir más y mejor. Más adelante, se pondrán en marcha, ya para el conjunto de la Unión Europea, dos mecanismos que están ya siendo diseñados:

-Una garantía europea para las cuentas de ahorro, con un fondo de resistencia que se iría creando a lo largo de diez años y supondría el equivalente al 1% de todos  los ahorros a nivel europeo;

-Un organismo europeo de supervisión bancaria, no sólo de los bancos denominados “sistémicos”, sino de todas las entidades de la UE. Tendría competencias para hurgar y exigir explicaciones a sus equivalentes a nivel nacional si estos hubieran fallado o hubieran cometido negligencias. Si se pusiera en marcha siguiendo el modelo alemán, habría tres niveles de análisis: para los bancos privados, para las mutuas y para las cajas de ahorros.

 Se reprocha a Merkel que haya retorcido en exceso los Tratados a la búsqueda de soluciones imaginativas para sacarle las castañas del fuego a su aliado conservador, Mariano Rajoy

Alemania, de momento, prefiere hablar de Unión Fiscal antes que de Unión Bancaria, aunque la polémica ya está sobre la mesa. Muchas voces aquí están criticando la operación de salvamento de los bancos españoles, en donde no se están pidiendo responsabilidades penales a nadie y donde nadie del gobierno- ni del actual ni del anterior- ha tenido la vergüenza torera de admitir que se ha hecho la vista gorda sobre este problema durante muchos, demasiados años. Para la moral protestante, es casi un insulto rescatar a esos bancos que han funcionado como el patio de Monipodio con la aquiescencia de las autoridades españolas durante decenios.

Un 66% de los alemanes, según una encuesta del diario Bild, está totalmente en contra del rescate de la banca española. Se reprocha a Merkel que haya retorcido en exceso los Tratados a la búsqueda de soluciones imaginativas para sacarle las castañas del fuego a su aliado conservador, Mariano Rajoy. Ayer se leía en el Frankfurter Allgemeine Zeitun: “Ahora existen bail outs (rescates) sin costes políticos, son los acreedores quienes dictan las reglas”.

Se piensa que se ha creado un precedente peligroso que va a quitar argumentos a quienes exijan nuevos sacrificios a griegos, irlandeses o portugueses. Se comenta que se ha cedido excesivamente a las presiones –cuando no chantaje o chalaneo- de Madrid. A ver quién le dice ahora al señor Alexis Xypras, si gana las elecciones en Grecia este domingo, que no hay dinero para salvar su sistema financiero ni nuevas ayudas para esos ancianos que se acumulan delante de las farmacias griegas –casi vacías-  exigiendo que les den los medicamentos que precisan… La impresión que se tiene en Berlín es que el mantra merkeliano de “ayuda sí, pero respetando firmemente los Tratados y aplicando diligentemente todas las medidas de ajuste” se ha quebrado al chocar contra un titanic bancario español que ha sido como un miura difícil de sortear.

Sin haberlo pretendido, vamos a hacer historia. El rescate de los bancos españoles por parte de Europa va a ser el pistoletazo de una Unión Bancaria aún por definir en detalle y que hará imposible una repetición o una nueva versión de las barbaridades que hemos conocido estilo CAM o Bankia. No figuraba entre las prioridades de la señora Merkel, pero la realidad se va a imponer, sobre todo cuando Bruselas tenga que decidir y detallar en menos de un mes de dónde saldrán exactamente esos cien mil millones que se van a inyectar en nuestros lastimados bancos y cajas, qué interés se va a pagar por ese préstamo comunitario y qué habrá que hacer para que no ocurran otros colapsos parecidos.