Las amenazas que Europa no debería ignorar

Superar la crisis económica es importante, vital para algunos países, como es el caso de España, pero no lo es todo. En medio de tantas incertidumbres políticas y con notables ausencias de liderazgo, es aconsejable también mirar un poco más allá en este año que acaba de empezar y proyectarse hacia el futuro, aunque sólo sea para detener próximos golpes. Y en Europa sólo hay algo que parece seguro: tenemos Merkel para rato, pero también tenemos por delante un año lleno de amenazas que deberían hacer temblar al mandatario más frío. 2013 va a ser, en Europa y en el mundo, el año prólogo de las mayores desigualdades e injusticias sociales. Y las cataloga un estudio, "Global Risks Report", que va a ser presentado en el Foro Económico Mundial de Davos, que se celebrará, como cada año, a finales de este mes.

Un millar de expertos han sido consultados para elaborar este informe, que presenta, entre otros, los cinco mayores peligros para la población mundial y subraya, bien en rojo, el primero de la lista:

- las crecientes desigualdades sociales, la brecha creciente entre ricos y pobres, que pueden generar nuevas crisis en los próximos diez años.

- el descontrol de las deudas públicas, que provoca los recortes que se aplican de manera discriminatoria entre los diferentes grupos sociales.

- el deterioro progresivo del medio ambiente como consecuencia de la incapacidad de disminuir las emisiones de gases que están cambiando radicalmente el clima terráqueo.

- la progresiva reducción del agua potable en muchos países del planeta.

- y, por último, el progresivo envejecimiento de la población mundial.

Una visión demasiado cortoplacista

Resulta interesante el observar cómo la mayoría de estos puntos han casi desaparecido del discurso oficial vigente en España, y cómo en Alemania y en otros países desarrollados son objeto de constante debate y controversia política. En el actual pensamiento cortoplacista parece no haber espacio para discutir cómo convencer -por ejemplo- a las mujeres para que tengan más hijos o al conjunto de la población para que respete más esta naturaleza que está lanzando señales inequívocas de envenenamiento o de malestar profundo. Se vive al día, y aquí, en Alemania, preocupados porque la canciller, en su mensaje de Año Nuevo y a nueve meses de unas elecciones generales, no fue nada optimista de cara al futuro y recordó a sus ciudadanos que “aún no se ha superado la crisis”.

En Davos se abordará, sin duda, cómo la ausencia de un fuerte liderazgo político hace casi imposible luchar eficazmente contra estos desafíos globales que se harán aún más apremiantes a lo largo de este 2013Angela Merkel, quien hace a menudo referencias al envejecimiento de la población alemana, a la política de pensiones en el futuro y al cambio climático, huye de cualquier triunfalismo ,a pesar de que todo el mundo da por hecho que va a  revalidar su cargo por tercera vez consecutiva. Y no lanza las campanas al aire porque nadie, y ella tampoco, sabe con quién va a gobernar a partir del mes de octubre. Podría ser, desde el punto de vista puramente aritmético, con los Verdes, quienes aportarían muchas respuestas al catálogo de “Riesgos globales” mencionado anteriormente. Pero los ecologistas tendrían que tragarse muchos sapos antes de entrar en esa coalición no sólo con la CDU de Merkel, sino con los mucho más conservadores socios bávaros de la CSU.