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Claire Perry: la próxima (y malhablada) Margaret Thatcher
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Celia Maza

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Claire Perry: la próxima (y malhablada) Margaret Thatcher

“¿Es que voy a tener que hacer una mamada al Mr. Speaker para que me de la palabra?”. La política ha evolucionado mucho en los últimos

“¿Es que voy a tener que hacer una mamada al Mr. Speaker para que me de la palabra?”. La política ha evolucionado mucho en los últimos años y la rigidez británica que reina en Westminster también. Pero aún hoy, a uno le sorprende escuchar este tipo de frases en el Parlamento. Más aún cuando vienen de una mujer. Y ya no decimos nada si, además, la mujer es una diputada del Partido Conservador.

Quien soltó tan contundente frase se llama Claire Perry. Hacía mucho tiempo que la formación no se encontraba con una fémina con tanto carácter. Es astuta, decidida, aporta una mezcla entre conservadurismo fiscal y social liberalismo; no tiene pelos en la lengua y tampoco se ruboriza cuando sus compañeros de filas hacen chistes subidos de tono. Muchos aseguran ya que se trata de la próxima Margaret Thatcher. Y con un David Cameron que no consiguió  en los pasados comicios mayoría absoluta y obsesionado con unos recortes que han llevado al Reino Unido a la primera doble recesión desde 1970, no hay que perder de vista a la diputada.

Perry llegó al Parlamento con las elecciones de 2010, en las que consiguió un amplio 55% de los votos en la circunscripción de Devizes. En menos de dos años se ha convertido en una figura clave para el partido.

 Su mayor triunfo, sin duda, ha sido la campaña para mejorar la seguridad contra la pornografía en Internet, a pesar de las protestas de los proveedores de servicios de la red. El pasado mes de mayo, el Gobierno respaldó su trabajo al frente de una comisión independiente para estudiar la mejor manera de garantizar la protección infantil.

 Talento no le falta, pero bien es cierto que sus frases también han jugado un papel importante para convertirla en protagonista de la escena política. La que le soltó al Mr. Speaker, encargado de dar la palabra en la Cámara de los Comunes, es sin duda la más… directa, por llamarlo de alguna manera. Pero no es la única.

 Su polémica intervención en el programa de Andrew Neil  llevó al presentador a perder los papeles. Fue también muy comentado cuando, tras una discusión, le dijo al tory euroescéptico Douglas Carswell: “Que te den y únete al Ukip”. (La expresión que utilizó concretamente fue fuck off). El episodio fue de lo más criticado en la influyente web ConservativeHome, donde la acusaron de “perrito faldero”.

Quizá por pura envidia, muchos de sus colegas no entienden la estrecha relación que guarda con, George Osborne, a su vez, íntimo amigo de David Cameron. Es más, algunos le han apodado como  Giddy´s gang (“de la banda de Giddy”), ya que el nombre completo del chancellor es George Gideon Oliver.

A día de hoy, nadie se explica cómo quien entonces era un ama de casa terminó siendo asesora del que se convertiría en responsable del Tesoro. Perry, que tiene 48 años, trabajaba en la City como analista en McKinsey, pero dejó su vida profesional aparcada durante siete años para cuidar a sus hijos, ahora de entre 9 y 15 años. Fue durante este tiempo cuando conoció a Osborne. Éste se quedó impresionado por su entusiasmo y sus conocimientos y le ofreció un trabajo.

Ayudó también el hecho de que era el perfil de mujer de Worcester, tan disputado por los Conservadores y Laboristas desde 1997. Se trata de una madre de mediana edad, trabajadora, con una renta media, que viven en el centro de Inglaterra. De hecho, aunque ella nunca lo ha dicho, pocos en el partido se sorprenderían si alguna vez Perry hubiera coqueteado con el voto laborista. Su entrada relativamente tardía en las filas tories la hacen un poco sospechosa, aunque sus admiradores se alegran del momento elegido para unirse al partido. Dicen que tiene las cosas claras y que ha aportado un “cambio refrescante” a la formación, que aún es considerada por muchos de ser un tanto arcaica y machista.

Cuando en abril del año pasado, el premier fue acusado de sexismo después de que en un candente debate en el Parlamento se dirigiera a la diputada Angela Eagle diciéndole: "Tranquila, querida” (Calm down, dear), el partido acudió a Perry para que aclarara durante sus actos públicos que el líder tory no tenía ningún problema con las mujeres.

Perry se graduó en Geografía por la universidad de Brasenose, Oxford, el verano antes de que Cameron llegara. Fue el primer miembro de su familia en continuar con los estudios pasados los 16 años. Después fue a Harvard Business School y trabajó en McKinsey y Credit Suisse. Está casada con un neozelandés, que trabaja en la City, y sus tweets como @claire4devizes comentan las recetas de cocina y las partidas de quiz los martes en el pub de su barrio.

Max Wind-Cowie, responsable del proyecto Conservadores Progresistas del reputado think tank Demos ya ha dicho: “El próximo líder del Partido Conservador será, tal vez, alguien como Claire Perry.  Lo interesante y novedoso de ella, no es que sea mujer, sino es que es un miembro del Parlamento inusual y a la vez moderno”. Ojo con Perry que va a dar mucho de qué hablar.