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Murdoch apuesta por el 'payaso' de los conservadores como nuevo 'premier'
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Celia Maza

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Murdoch apuesta por el 'payaso' de los conservadores como nuevo 'premier'

Rupert Murdoch ha demostrado a lo largo de su carrera ser capaz de muchas cosas. Pero su último reto no es nada fácil.

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Rupert Murdoch ha demostrado a lo largo de su carrera ser capaz de muchas cosas. Pero su último reto no es nada fácil. Está barajando la posibilidad de convertir en premier a un hombre que se ha hecho famoso por frases tan célebres como: “Vota a los tories y a tu mujer le crecerán las tetas”. Boris Johnson siempre ha sido considerado como el payaso del Partido Conservador. Pero ahora resulta que sus chistes han hecho gracia al responsable del imperio News Corporation. El australiano está dispuesto a hacer la cama a David Cameron para convertir al albino en el nuevo líder de la formación. Y ojo que la cosa va en serio porque el magnate no sólo se ha convertido en el invitado VIP más especial del alcalde en estas olimpiadas, sino que además acaba de contratar su ex jefe de relaciones públicas como responsable de comunicaciones de News International.

El zar de los medios abandonó el mes pasado el consejo de dirección de la rama británica de su imperio y muchos consideraron entonces que el movimiento marcaba su despedida del Reino Unid. Pero a sus 81 años está dispuesto a seguir dando guerra.

Cuando David Cameron le vio el viernes, acompañado de su mujer en la zona VIP junto a Johnson, se le quedó la misma cara que puso al ver a la reina aterrizar con James Bond en la ceremonia inaugural de los Juegos.

Realmente, el magnate nunca sintió especial debilidad por el primer ministro. Ni si quiera cuando The Sun anunció que le apoyaría para las elecciones de 2010, a Rebekah Brooks le resultaba tarea fácil sacar titulares a favor del líder tory. Con el escándalo de las escuchas ilegales, la tensión se hizo más que evidente. Murdoch nunca ha perdonado al premier que no defendiera a la exconsejera delegada de News International –ya está formalmente acusada de conspiración- y en repetidas ocasiones le ha mostrado su enfado de la mejor manera que sabe: a base de portada.

Una de las más polémicas fue la de The Times que acusó al primer ministro de ofrecer cenas y contactos a los donantes más generosos del partido. Lo cierto es que la propia página web de los Conservadores hablaba de esta opción sin ningún tipo de pudor, pero tal y como fue expuesta en las páginas del rotativo, la noticia provocó gran polémica y terminó con la dimisión de Peter Cruddas, uno de los tesoreros de los tories, y la humillación de Downing Street de hacer pública su lista invitados especiales.

La última cornada ha sido esta misma semana con una encuesta de YouGov publicada en The Sun que revelaba los conservadores obtendrían mayor apoyo por parte del electorado si Johnson reemplazara a Cameron. Un 34% de los encuestados aseguró que votaría a los Conservadores liderados por Cameron mientras que un 40% votaría a favor de los laboristas bajo el mandato de Ed Miliband. Sin embargo, si  Johnson era líder del partido, el apoyo tory se elevaría a 37% y el laborista se reduciría al 38%.

Algunos miembros de la Asamblea de Londres, como Jenny Jones, han criticado al alcalde por la invitación al magnate considerándola poco apropiada teniendo en cuenta que en septiembre empieza el juicio por las escuchas ilegales del ya desaparecido News of the World. El albino se ha defendido diciendo en un artículo que el australiano no es “ningún criminal” y éste le ha correspondido en su twitter cantando las alabanzas de la organización de los Juegos, sin nombrar ni una sola vez al primer ministro.

Lo cierto es que las olimpiadas han favorecido –y mucho- a la popularidad de Johnson y las filas tories –que siempre habían dicho que presentarle como líder para unas elecciones sería la opción 20 de una lista de 23- han empezado a ponerse nerviosos.

Tienen razones para hacerlo porque la historia ha demostrado que el australiano siempre ha apostado a caballo ganador. Y con Cameron sin apoyo en las encuestas después de que el Reino Unido confirmara el mes pasado la peor recesión de los últimos 50 años, todo puede pasar. Que se lo digan si no a Neil Kinnock. Nadie mejor que él –con el permiso de Gordon Brown- sabe lo que es tener a las cabeceras del imperio Murdoch en contra.

El día de las elecciones en 1992 The Sun publicó una portada con la cabeza del candidato laborista convertida en bombilla y acompañada del siguiente titular: "si Kinnock gana hoy, el último en abandonar el Reino Unido que por favor apague la luz". Consiguió la victoria de John Major y en 1997 volvió a lograr el golpe de efecto cuando se cambió al bando de Tony Blair. ¿Conseguirá lo mismo con Johnson? De momento el chiste entre los tories no hace ninguna gracia.

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Rupert Murdoch ha demostrado a lo largo de su carrera ser capaz de muchas cosas. Pero su último reto no es nada fácil. Está barajando la posibilidad de convertir en premier a un hombre que se ha hecho famoso por frases tan célebres como: “Vota a los tories y a tu mujer le crecerán las tetas”. Boris Johnson siempre ha sido considerado como el payaso del Partido Conservador. Pero ahora resulta que sus chistes han hecho gracia al responsable del imperio News Corporation. El australiano está dispuesto a hacer la cama a David Cameron para convertir al albino en el nuevo líder de la formación. Y ojo que la cosa va en serio porque el magnate no sólo se ha convertido en el invitado VIP más especial del alcalde en estas olimpiadas, sino que además acaba de contratar su ex jefe de relaciones públicas como responsable de comunicaciones de News International.