Bodas homosexuales: el sueño de Cameron que puede convertirse en pesadilla

El Reino Unido podrá celebrar su primer matrimonio homosexual en verano de 2014. La ley aún no está aprobada, pero tras el impulso recibido ayer en la Cámara de los Lores mucho se tienen que torcer las cosas para que la reina Isabel II no rubrique su firma en los próximos meses. En una histórica votación se registraron 390 votos en contra y tan sólo 148 a favor de la enmienda presentada por Lord Dear, que pretendía bloquear el texto y mandarlo de regreso a la Cámara de los Comunes para su reforma.

Tradicionalmente, es muy extraño que la Cámara Alta obstaculice un proyecto de ley. Es más, algunos lores, a pesar de no comulgar demasiado con la idea de estas uniones gais, podrían haber dado luz verde a la normativa precisamente por creer que actuar de otra manera habría sido anti natura. Sea como fuere, el resultado es el que es y, debido al apoyo con tan amplia mayoría, se da prácticamente por hecho que los homosexuales podrán casarse no más allá del año que viene.

Lo que queda ahora es definir algunos flecos, como el papel de la Iglesia de Inglaterra y Gales. Para evitar problemas con las autoridades anglicanas, el proyecto de ley ya especifica que tendrán prohibido oficiar estos matrimonios y podrán seguir explicando a sus fieles, sin temor a violar la ley, que este tipo de uniones sólo son entre un hombre y una mujer.

Se trata de un cambio histórico, algo impensable hace tan sólo unos años que pudiera venir de la mano de un Gobierno conservador. Fueron los tories al fin y al cabo quienes aprobaron en 1998 el Acta 28. La normativa, impulsada por Margaret Thatcher, prohibía promover la homosexualidad como aceptable. No fue derogada hasta 2003 y aunque nunca llevó a detenciones, sí provocó el cierre de muchas asociaciones que temían ser perseguidas.

Actualmente, las uniones civiles entre dos hombres o entre dos mujeres son legales en el Reino Unido. Desde su aprobación, en 2005, más de 1.400.000 homosexuales han querido firmar unos papeles que les equiparan a los heterosexuales en términos de viudedad, herencia y adopción. Hasta la fecha, los novios tienen que firmarlos sin altar. Pero si el proyecto de ley finalmente sale adelante, no se penalizará a las organizaciones religiosas que quieran llevar a cabo estas bodas.

Los cuáqueros -integrantes de una doctrina religiosa unitaria, nacida en Inglaterra a mediados del siglo XVII-, los seguidores del Liberal Judaísmo y los fieles del Unitarismo -no reconoce en Dios más que una sola persona- ya han adelantado que estarán encantados de oficiarlas.

El balón de oxígeno que necesitaba David Cameron

La votación a favor en la Cámara de los Lores es un respiro para David Cameron, en un momento en el que no goza de especial popularidad. Se trata de un triunfo personal. Pero en cuestión política, la gestación ardua y polémica de la normativa le está suponiendo un desgaste que podría incluso costarle las elecciones generales de 2015.

La votación a favor es un respiro para Cameron, en un momento en el que no goza de especial popularidad. Se trata de un triunfo personal. Pero en cuestión política, la gestación ardua de la normativa supone un desgaste que podría incluso costarle las generales de 2015Más de 130 diputados tories mostraron su rechazo al proyecto de ley en la Cámara de los Comunes el mes pasado, cuando el Gobierno tuvo que llegar a un acuerdo de última hora con la oposición laborista para sacarlo adelante. Los rebeldes aseguran que no es algo que entusiasme a sus seguidores y temen que sea un aliciente más para que les abandonen por el UKIP. El partido de Nigel Farage cada vez gana más adeptos y es por eso por lo que las filas tories han pedido a Cameron que se “centre en problemas realmente importantes como la economía, en vez de afrontar asuntos tan controvertidos” en un momento en el que las encuestas no les posicionan especialmente en buen lugar.

En definitiva, que Cameron quería a toda costa ver la primera boda homosexual en esta legislatura, pero su sueño podría convertirse en pesadilla si los suyos le organizan una nueva revuelta. Tras las rebeliones organizadas por el debate sobre la permanencia del Reino Unido en la UE y el disgusto ocasionado por las vacaciones en Ibiza tan sólo días después del atentado de Woolwich, un varapalo más a su liderazgo podría ser el definitivo.

Por otro lado, hay voces que dicen que ahora los que estarán en desventaja en el país serán los heterosexuales. De hecho, no se les puede quitar la razón. Y es que, a diferencia de los gais, los heterosexuales no gozan de la opción de inscribirse en el registro como pareja de hecho.

El Gobierno asegura que de haberse barajado ahora esta opción, sus planes se habrían atrasado entre dos y cinco años y habrían tenido que afrontar un coste de unos 4.800 millones de euros en trámites para extender a las parejas heterosexuales no casadas los derechos económicos garantizados en la ley de parejas de hecho.

En definitiva, tras el acuerdo alcanzado en mayo entre el Ejecutivo y los laboristas, esta posibilidad se reconsiderará a partir de 2019. De hacerlo ahora, según el Gobierno, se desviaría la atención en el asunto que realmente se quiere abordar. Ahora habrá que esperar para ver si los homosexuales agradecerán el gesto a Cameron en las urnas.