Es noticia
Deuda externa y relaciones internacionales: ¿Hacia otro consenso de Washington?
  1. Mundo
  2. Las tres voces
José Zorrilla

Las tres voces

Por

Deuda externa y relaciones internacionales: ¿Hacia otro consenso de Washington?

La presente crisis de deuda soberana me ha llevado al recuerdo de mis días de estudiante de Relaciones Internacionales. De hecho, la expresión “diplomacia de la

Foto: Un veterano canadiense de la Segunda Guerra Mundial en el cementerio de Dieppe, Francia (Reuters).
Un veterano canadiense de la Segunda Guerra Mundial en el cementerio de Dieppe, Francia (Reuters).

La presente crisis de deuda soberana me ha llevado al recuerdo de mis días de estudiante de Relaciones Internacionales. De hecho, la expresión “diplomacia de la cañonera” debe mucho al uso de las Fuerzas Armadas para recuperar lo prestado. Egipto terminó siendo Protectorado inglés por impago de deuda en 1882, un ejemplo entre muchos. España también tiene algo que decir en la materia. En 1861 mandó una flota de guerra a México junto con Inglaterra y Francia, lo que Francia aprovechó para hacer de ese país un imperio y poner en el trono a Maximiliano de Habsburgo. El Emperador Maximiliano lo pagó en 1867 con la muerte mexicana por excelencia: el fusilamiento. Manet inmortalizó la ejecución en un cuadro que está hoy en el Museo de Mannheim.

Si prefieren referencias literarias recuerden el Cuento de Navidad de Dickens. El avaro Scrooge tiene la pesadilla de que sus sólidos bonos ingleses se han convertido en deuda (basura) USA. Sin embargo, la Historia (Eichengreen) enseña que la quiebra dista mucho de ser cosa del Tercer Mundo, de haber nacido ayer y de estar en límites nunca vistos. Al contrario, es el recurso normal de un estado endeudado al límite y las suspensiones de pagos puntuaron todo el S. XIX,  por no remontarnos a la Baja Edad Media.

Las crisis no son producto de las manías ni los pánicos como decía su maestro Kindleberger, ni tampoco inevitables, como venían diciendo ellos mismos, sino el resultado de la suma de desregulación financiera más endeudamiento público externo

Del año 1880 a 2010, por ejemplo, 13 de 21 economías avanzadas decretaron la quiebra soberana, con picos significativos después de las dos guerras mundiales. Tras la "reestructuración", es decir, la quita, venía la sequía de los mercados. Pero, en cuanto pasaban unos años, se volvía a abrir el grifo. Tampoco importaba mucho si el solicitante había sido buen pagador o no. Siempre que ha habido deseo de deuda, ha habido capital. En cuanto a la cuantía de la deuda, y aunque la de los países centrales está hoy en máximos históricos, la generada desde 1880 hasta 1914 triplica la generada desde los tiempos de Nixon hasta hoy, en dólares reales.

Es interesante ver como la diferencia entre país quebrado y país buen pagador empieza a abolirse, para Rusia, con los bolcheviques, y, tras la I Guerra Mundial, para los aliados de EEUU. Pero cuando a la postguerra se sumó la Gran Depresión de 1929, ahí ya no hubo ni bueno ni malo, ni griego ni bárbaro, ni judío ni gentil, por decirlo como Pablo de Tarso. Ni siquiera reestructuración de deuda. Simplemente todos dejaron de pagar.

En una primera fase, el servicio de la deuda afectó sobre todo a la relación franco-americana. Francia no entendía que se le quisiese hacer pagar cuando su número de caídos casi llegaba al millón setecientos mil, e igualaba al de bajas americanas más Imperio Británico. Finalmente Francia no pagó. La cuantía de esa deuda superaba el 20% de su PNB.

Inglaterra dejó de pagar con mayor finura. Primero, abandonó el patrón oro en 1931, tras casi cien años de vigencia (1844), luego convirtió su deuda en un “juro” perpetuo al 3,5% y, finalmente, cerró el grifo. El porcentaje de su deuda se situaba en el entorno del 22% del PNB, más o menos el equivalente de las quitas de los emergentes de hoy. De hecho, de los 17 acreedores, sólo Finlandia honró su deuda, lo que le ganó el apelativo afectuoso de "valiente pequeño país" (brave little country). Pero conviene añadir que su deuda no llegaba al 0,2% del PNB.

Las draconianas medidas de Roosevelt

En el otro país vencedor, los EEUU, Roosevelt tomó medidas draconianas al llegar al poder en abril de 1933. Abandonó el patrón oro, prohibió poseer ese metal a los ciudadanos americanos y rebajó el contenido de oro en el dólar un 40%, especie de QE primitiva de la que se guarda memoria desde los días de Dionisio de Siracusa (S. IV. a.C). Roosevelt se negó también a la solicitud universal de revaluar el dólar, lo que hizo fracasar la Conferencia Económica Mundial de Londres de 1933, frente a la aprobación de Keynes. 

Carmen Reinhardt y Kenneth S. Rogoff (RR) se hicieron famosos con el best-seller Esta vez es distinto, (2009), título que hace referencia a la frase pronunciada por todos los actores sistémicos cuando han querido negar la evidencia de una crisis financiera inminente.

Pero el Working Paper (WP) que RR acaba de publicar para el FMI es rompedor. El WP defiende que: uno, las crisis no son producto de las manías ni los pánicos como decía su maestro Kindleberger, ni tampoco inevitables, como venían diciendo ellos mismos, sino el resultado de la suma de desregulación financiera más endeudamiento público externo. Hoy están más endeudados los países centrales que los emergentes y, atención, la deuda externa de los países centrales ha servido principalmente para endeudar al sector privado con la garantía del sector público, lo que llevará a un largo período de ajuste, posiblemente más de veinte años.

De entre las medidas a tomar no puede excluirse la hiperinflación, gracias a la que se libraron de la deuda tanto Italia como Japón en los años 40 del pasado siglo, remedio que también siguió Australia. Sin embargo el caso del euro es especial y habría que tener cuidado en no extender la inflación a los países centrales, lo que podría llevar al área monetaria a su colapso

Dos, llegado el caso de endeudamiento severo no hay diferencia entre país emergente y desarrollado. La solución, por consiguiente, no es el crecimiento, ni la austeridad, ni la brujería financiera, sino las medidas que se han aplicado toda la vida tanto en el centro como en la periferia: reestructuración, quita, controles de capital, y "represión financiera", es decir, regulación deflacionaria, como fue la norma desde 1945 hasta 1979. RR homenajea al cubano, ya fallecido, Carlos Diaz-Alejandro por su trabajo Good Bye Financial Repression, Welcome Financial Crash, (1985), donde el autor atacaba la desregulación chilena inspirada por Friedmann y el crash consiguiente. (Puede leerse online).

Tres. De entre las medidas a tomar no puede excluirse la hiperinflación, gracias a la que se libraron de la deuda tanto Italia como Japón en los años 40 del pasado siglo, remedio que también siguió Australia. Sin embargo, el caso del euro es especial y habría que tener cuidado en no extender la inflación a los países centrales, lo que podría llevar el área monetaria a su colapso.

Últimas tres líneas del WP: “Los gobiernos de los países avanzados van a tener que considerar cada vez más los enfoques que se han visto siempre como propios de países emergentes y que los países centrales practicaron hasta no hace mucho tiempo”.

En un orden doctrinal, el problema no es controlar las crisis, sino prevenirlas. Me parece que el WP es de los que merecen leerse por lo que tiene de inicio de un punto de vista alternativo tanto a la desregulación (Washington) como a la austeridad (Berlín). Y viene del Departamento de Investigación del FMI. ¿Otro consenso de Washington en puertas?

Según y cómo. Mientras la doctrina manda estas señales, el Congreso USA da por finalizada su etapa de control de gasto (sanitario) de Obama y sube el techo de la deuda pública este mes de Febrero...por cuarta vez en un año (31 Dic 012, 19 Mayo 013, 18 octubre 2013). ¿Vamos camino de otro 1933 o esta vez es distinto?

Referencias

*The International Debt Crisis In Historical Perspective. Barry Eichengreen and William Diebold Jr.

El WP de Carmen Reinhart and Kenneth S.  Rogoff citado.

*Financial and Sovereign Debt Crises: Some Lessons *Learned and Those Forgotten. Carmen M. Reinhart and Kenneth S. Rogoff. Lectura que recomiendo encarecidamente. Contiene bibliografía. 

La presente crisis de deuda soberana me ha llevado al recuerdo de mis días de estudiante de Relaciones Internacionales. De hecho, la expresión “diplomacia de la cañonera” debe mucho al uso de las Fuerzas Armadas para recuperar lo prestado. Egipto terminó siendo Protectorado inglés por impago de deuda en 1882, un ejemplo entre muchos. España también tiene algo que decir en la materia. En 1861 mandó una flota de guerra a México junto con Inglaterra y Francia, lo que Francia aprovechó para hacer de ese país un imperio y poner en el trono a Maximiliano de Habsburgo. El Emperador Maximiliano lo pagó en 1867 con la muerte mexicana por excelencia: el fusilamiento. Manet inmortalizó la ejecución en un cuadro que está hoy en el Museo de Mannheim.

Deuda Japón Crisis Londres Finlandia Primera Guerra Mundial Inflación