Es noticia
Un incidente (más) en la Guerra Fría
  1. Mundo
  2. Tribuna Internacional
Alberto Priego

Tribuna Internacional

Por

Un incidente (más) en la Guerra Fría

Hay al menos dos preguntas por contestar. La primera, si Turquía pedirá activar el artículo 5 de la OTAN. La segunda, si los miembros de la Alianza lo aceptarán, ya que Moscú es un gigante militar

Foto: El presidente de EEUU, Barack Obama, habla con su homólogo ruso, Vladimir Putin, durante la cumbre del G-20 en Antalya, Turquía. (Reuters)
El presidente de EEUU, Barack Obama, habla con su homólogo ruso, Vladimir Putin, durante la cumbre del G-20 en Antalya, Turquía. (Reuters)

Un avión ruso viola el espacio aéreo de la OTAN. La noticia podría corresponder a cualquier mes de 2014 o 2015, porque Rusia lleva meses violando el espacio aéreo de la Alianza Atlántica. Los vuelos de la fuerza aérea de la Federación rusa sobre el Canal de la Mancha, los países bálticos o incluso California se han hecho, lamentablemente, habituales. Sin embargo, a pesar de lo que afirman el Tratado de Washington en su artículo y el propio Derecho Internacional, la respuesta de la Alianza se ha reducido a meras reprimendas públicas.

Sin embargo, en la mañana del 24 de noviembre las cosas han sido claramente diferentes. Un avión ruso Su-24 que había entrado en el espacio aéreo turco ha sido derribado por dos cazas F-16 turcos. Aunque las versiones de Moscú y Ankara no coinciden, parece que el Ministerio de Defensa turco ha aportado pruebas concluyentes que inculpan a Rusia y que probarían la violación de la legalidad internacional. Uno de los pilotos habría muerto y el otro estaría en manos de milicianos sirios.

Este hecho desafortunado va a suponer un cambio en la política exterior turca, en las relaciones con Rusia, en el futuro de Siria y en las relaciones de la OTAN con Rusia.

A nivel interno, hay una primera consecuencia muy clara: Turquía abandona la Doctrina Davotoglu, que podría resumirse en la frase de bandera del actual primer ministro turco: “Problemas cero con los vecinos”. El incidente en la frontera resta credibilidad a una ya maltrecha política exterior turca, sobre todo después del giro que dio Ankara respecto a Bashar al Asad, a quien, siguiendo la mencionada Doctrina Davotoglu, primero consideró un aliado y después un tirano. En definitiva, parece que la política exterior turca tendrá que buscar al kemalismo, donde el lema era “paz en casa, paz en el mundo”.

Desde el punto de vista económico, las relaciones entre Rusia y Turquía son excelentes. De hecho, Ankara depende de Moscú para seguir creciendo: es su principal suministrador de gas

Las relaciones entre Rusia y Turquía son, ante todo y sobre todo, complejas. Si bien es cierto que las relaciones políticas nunca han sido del todo fluidas, desde el punto de vista económico estas son excelentes. De hecho, Turquía depende de Rusia para seguir creciendo, ya que Moscú es el principal suministrador de gas natural del país otomano. Esta complejidad queda reflejada en dos hechos que distan entre sí no más de un par de semanas. Por un lado, todos recordamos el apretón de manos entre Erdogan y Putin en la cumbre del G-20 celebrada en Antalya, lugar de veraneo, por cierto, de miles de ciudadanos rusos. Por otro lado, el derribo del avión ruso es un hecho que supone casi una declaración de guerra a Rusia, y , por ello, Putin lo ha calificado de puñalada por la espalda.

A nivel regional, el derribo del avión ruso supone un frenazo a las conversaciones de Viena sobre el futuro de Siria. Si bien es cierto que las posiciones ya estaban muy encontradas, el enfrentamiento abierto entre Ankara y Moscú lo hace saltar por los aires. Para Ankara, la salida al conflicto pasa por una Siria sin Bashar al Asad, al que hace unos años consideraba un aliado. Por el contrario, para Rusia la guerra civil no cesará si la paz conlleva el sacrifico de su aliado en Damasco. No podemos olvidar que la alianza se remonta a los años sesenta y que para Rusia una Siria bathista supone conservar la base naval de Tartús. Esta base es el último puerto que Rusia mantiene en el Mediterráneo. Esta es la razón y no otra por la que Rusia ha decidido involucrarse militarmente en Siria. De hecho, sus aviones están centrando sus ataques en posiciones de los rebeldes y no del Estado Islámico como afirma el Ministerio ruso de Defensa.

placeholder Protesta contra la intervención de EEUU en Siria ante el consulado estadounidense en San Petersburgo. (Reuters)
Protesta contra la intervención de EEUU en Siria ante el consulado estadounidense en San Petersburgo. (Reuters)

El pulso con la OTAN

Por último, no podemos olvidar que en la actualidad el pulso entre la OTAN y Rusia es total, y que este hecho no es más que otro episodio. Previamente, Moscú había probado hasta dónde podía llegar, especialmente allí donde considera que está el eslabón más débil, en el Báltico. No obstante, las medidas adoptadas en la Cumbre de Gales han hecho que Rusia cambie de escenario, ya que la Alianza ha reforzado este flanco.

Por ello, Moscú ha cambiado de objetivo y ahora la elección es Turquía. Hace unas semanas, las fuerzas turcas derribaron un dron ruso. De hecho, el primer ministro turco avisó que derribarían cualquier objeto que entrara en su espacio aéreo, aunque fuera un pájaro. Si a esta voluntad unimos la desconfianza de Ankara con la Alianza, por la desprotección que Turquía sufrió durante la guerra de Irak, parece comprensible que Ankara haya derribado el Su-24 ruso.

Ahora quedan al menos dos preguntas por contestar. La primera, si Turquía pedirá la activación del artículo 5 de la OTAN, ya que se dan las condiciones para ello. La segunda es si los miembros de la Alianza aceptarán esto, puesto que Moscú es un gigante militar y, sobre todo, económico. Por ello, cabe preguntarse lo mismo que repetía Charles de Gaulle: ¿arriesgará EEUU Washington por París o en este caso por Ankara?

*El profesor Alberto Priego es director del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas. Ha trabajado en varias universidades y 'think tanks' como la East West, la UCM o la University of London (SOAS).

Un avión ruso viola el espacio aéreo de la OTAN. La noticia podría corresponder a cualquier mes de 2014 o 2015, porque Rusia lleva meses violando el espacio aéreo de la Alianza Atlántica. Los vuelos de la fuerza aérea de la Federación rusa sobre el Canal de la Mancha, los países bálticos o incluso California se han hecho, lamentablemente, habituales. Sin embargo, a pesar de lo que afirman el Tratado de Washington en su artículo y el propio Derecho Internacional, la respuesta de la Alianza se ha reducido a meras reprimendas públicas.

Guerra en Siria OTAN Vladimir Putin
El redactor recomienda