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Así habló Otegi al pueblo de Cataluña, y dos huevos duros
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Juan Soto Ivars

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Así habló Otegi al pueblo de Cataluña, y dos huevos duros

No va a haber fascistas en el mundo, dijo, que puedan parar a nuestros pueblos. Tengo la impresión, dijo también, de que mi visita es una excusa para las manifestaciones del fascismo

Foto: (Imagen: Enrique Villarino)
(Imagen: Enrique Villarino)

Otegi se había pasado la mañana en el Parlament. Después lo llevaron a comer a un restaurante y por la tarde, tras una digestión ligera, lo presentaron ante el pueblo de Cataluña en el antiguo recinto fabril Fabra i Coats, que recuerda a Belfast por el ladrillo.

Otegi -dijeron los oradores que le daban la bienvenida a su Cataluña particular, que es un pequeño camarote marxista- es la víctima más evidente de los modos y maneras crueles de una Justicia española manejada por el Ministerio de Interior. Citaron a Susan Sontag, y dos huevos duros, se cantó y se tocó la guitarra, se levantaron 'castellets', uno de ellos de oca, y se dijo al fin que para el Estado español la democracia es una amenaza, que cuando España habla de paz se refiere a derrota del pueblo.

Lluís Llach quería hablar del futuro, todos allí estaban obsesionados por hablar de futuro, y dos huevos duros, como el hombre que ha dado de hostias a su mujer y de pronto hace propósito de enmienda y jura que nunca más lo hará. Se refirió Llach a Otegi como el futuro de la izquierda vasca, lo que hemos sido, dijo, ya no cuenta. Cuenta solo el futuro, uno de ellos de oca.

Se llegó a sugerir la idea de que el terrorismo ha sido una treta del Estado para ocultar un conflicto

La palabra 'bienvenido' se repetía sin parar y la palabra 'paz' y la palabra 'sonrisa', y dos huevos duros. Uno de los oradores, todos pertenecientes a la izquierda catalana, dijo que hace unos años era hermoso pasear por las verdes colinas del País Vasco, que era muy bonito todo pero en seguida se te ensombrecía el rostro porque te encontrabas con una pobre mujer con un hijo en la cárcel, y dos huevos duros. Se enumeraron los asesinatos de ETA para compararlos de inmediato con las represalias y los muertos del GAL, uno de ellos de oca, y todas las violencias quedaban al mismo nivel. Se llegó a sugerir la idea de que el terrorismo ha sido una treta del Estado para ocultar un conflicto.

Dijeron que el Estado español desprecia a los muertos del fascismo, y dos huevos duros. Es un Estado imperial, condenaron, pero nosotros nos abriremos paso hacia la libertad desde nuestras propias contradicciones, una de ellas de oca. ¡MOC MOC!

Se llegó a comparar a Euskal Herria con Irak, y dos huevos duros, porque son dos países ocupados por los militares, uno de ellos de oca. Pero manifestaban su alegría porque soplan vientos de libertad, ¡MOC MOC!, y se cantaban más canciones como en las misas.

Al fin salió Otegi al escenario. Ya oscurecía pero él llevaba la luz en la chaqueta clara. Por lo poco que he podido entender de las cosas que se han dicho, empezó diciendo, creo que han dicho muchas cosas buenas sobre mí. Desde que salí de la cárcel llevo una vida interesante, añadió, he hablado en el Parlamento inglés, en el europeo, en el de Cataluña, y dos huevos duros... Todo esto, remató, es mérito del Gobierno español, al que quiero agradecer la vida tan interesante que llevo.

Si existe alguna posibilidad de democratizar el Estado español, nosotros lo haremos, pero no habrá nunca una España solidaria si esa España no está rota

Hay quien viene a la vida para disfrutar de la hoguera de las vanidades, dijo, pero yo no, y la cuestión es que lo decía desde lo más hondo del baño de masas. No somos felices en la lucha, dijo también, a nosotros solo nos compensa el cariño popular, y dos huevos duros, la conciencia de que uno sabe que está haciendo lo que su pueblo merece, uno de ellos de oca. Me siento feliz, remató, por todo lo que he hecho.

No va a haber fascistas en el mundo, dijo también, que puedan parar a nuestros pueblos. Tengo la impresión, dijo también, de que mi visita es una excusa para las manifestaciones del fascismo, y dos huevos duros, pero no se puede ser demócrata sin ser antifascista, ni aquí ni en ningún país del mundo, uno de ellos de oca. ¡MOC MOC!

Se refería al pasado como algo virtual, dijo que el Estado español levanta el pasado ante los ojos del pueblo como unas Google Glass. Luego añadió: llevamos muchos años extendiendo la mano y el Estado siempre nos ha retirado la suya. Si existe alguna posibilidad de democratizar el Estado español, dijo también, nosotros lo haremos, pero no habrá nunca una España solidaria si esa España no está rota. Siempre hemos sido respetuosos con las víctimas de ETA, y dos huevos duros, dijo para acabar, pero es hora de dejar de hablar de las víctimas, una de ellas de oca, y empezar a hablar con las víctimas.

¡MOC MOC! El público aplaudía. La noche caía sobre las farolas de Barcelona.

Otegi se había pasado la mañana en el Parlament. Después lo llevaron a comer a un restaurante y por la tarde, tras una digestión ligera, lo presentaron ante el pueblo de Cataluña en el antiguo recinto fabril Fabra i Coats, que recuerda a Belfast por el ladrillo.

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