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La Barcelona clasista contra Pérez Andújar
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Juan Soto Ivars

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La Barcelona clasista contra Pérez Andújar

La aversión de una parte de los independentistas contra el pregón de Pérez Andújar no ha tenido que ver con la identidad nacional, sino con el clasismo

Foto: El escritor Javier Pérez Andújar, durante el pregón de apertura de las fiestas de la Mercè. (EFE)
El escritor Javier Pérez Andújar, durante el pregón de apertura de las fiestas de la Mercè. (EFE)

En 2006, Elvira Lindo vino a Barcelona para dar el pregón de las fiestas de la Mercè. A ella no le montaron un pregón-escrache como a Javier Pérez Andújar, sino que la boicotearon por la vía dura, como hacían las juventudes de la CUP con Rosa Díez cuando venía a dar una conferencia a la Universitat. A Lindo la llamaron facha, española, y la animaron a irse a África. Cierto sector de la prensa catalana se refirió a ella condescendientemente como “una escritora infantil de Madrid” y “esposa de Antonio Muñoz Molina”.

Cuenta Lindo que en el cóctel posterior a su pregón, las fuerzas vivas y los intelectuales caviar, salvo Gimferrer y algunos otros, ni se le acercaron. “Como si hubiera hecho algo malo”, recuerda. Pero hay que establecer una diferencia muy importante. A Elvira Lindo la rechazó el nacionalismo, la quisieron fuera por española, pero al catalán Javier Pérez Andújar le ha rechazado algo todavía peor. Algo que no sale tanto en la prensa.

La aversión de una parte de los independentistas contra el pregón de Pérez Andújar no ha tenido que ver con la identidad nacional, sino con el clasismo. Hay una Barcelona palaciega y pedante que se siente amenazada y ofendida con una voz hermosa que viene de San Adrián. Esa Barcelona pija podrá poner como excusa los orígenes andaluces de un apellido o la postura política de un escritor, pero el verdadero motivo de la cara de asco será siempre el estatus.

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Así que no se confundan y no se dejen engañar por la estelada con la que intentaron pegarle anoche. El discurso alternativo de ese payaso llamado Toni Albà fue un disimulo torpe. A Javier Pérez Andújar lo rechazan porque es un intruso en la Barcelona divina: el chaval canoso de San Adrián que intenta tomarse una copa en un pub de Sarriá.

Pérez Andújar celebra y canta una Barcelona en la que Gaudí no levantó ni una tapia: una ciudad obrera y mestiza, 'desrazada', más punki que rumbera; una ciudad que tuvo que pelear a muerte cada línea de autobús y cada banco del parque; barrios pintados con línea bruguera y víbora de Ibáñez y de Jan.

A Pérez Andújar lo rechazan porque es un intruso en la Barcelona divina: el chaval canoso de San Adrián que intenta tomarse una copa en un pub de Sarriá

No me la da Toni Albà por más que se disfrace de Felipe V de Borbón. La consigna nacionalista hoy es mero maquillaje. A la Barcelona de ladrillo y toldo de Andújar siempre le da la espalda la misma Barcelona gótica de los 'drymartinis' y el cigarro con boquilla, la 'gauchedivina', la que se mea en el Besós. La prueba de que no ha sido una polémica nacionalista es que muchos 'indepes' cabales salieron a defender a Pérez Andújar: he leído artículos razonables en todos los medios independentistas, desde el 'Punt Avui' y el 'Ara' hasta 'Naciodigital.cat'.

Así que tengo una cosa muy clara. Muchos de los que hoy defendían a Pérez Andújar con la bandera de España en la mano, mañana lo querrán castigado contra la pared. Su pecado no es escribir en español, ni burlarse del 'procès' desde 'El País'. Su pecado, lo que no le van a perdonar, es haber poetizado la pobreza de esta puñetera torre de marfil.

En 2006, Elvira Lindo vino a Barcelona para dar el pregón de las fiestas de la Mercè. A ella no le montaron un pregón-escrache como a Javier Pérez Andújar, sino que la boicotearon por la vía dura, como hacían las juventudes de la CUP con Rosa Díez cuando venía a dar una conferencia a la Universitat. A Lindo la llamaron facha, española, y la animaron a irse a África. Cierto sector de la prensa catalana se refirió a ella condescendientemente como “una escritora infantil de Madrid” y “esposa de Antonio Muñoz Molina”.

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