21 días

Plaza de toros de Las Ventas

26 de mayo de 2016

21ª de feria. Exactamente 20.864 espectadores en tarde muy agradable y con algo de viento.

Seis toros de Parladé, Juan Pedro Domecq, de 570 a 649 kilos. Muy bien presentados si aplicamos el baremo actual. Muy grandes, pesados y altos si consideramos la tradicional hechura de estos toros. Variados de capa, dieron en general poco juego y aunque ninguno se cayó escandalosamente tampoco le sobraron fuerzas, debido seguramente al exceso de peso.

Juan José Padilla, de grana y oro. Ovación tras aviso y ovación tras leve petición.

Iván Fandiño, de verde lima y oro. Silencio tras aviso y ovación.

José Garrido, de teja y oro. Silencio tras aviso y silencio tras aviso.

Me interesaba ese programa presentado originalmente por Samanta Villar. Para conocer, y contar algo, tienes que estar al menos 21 dias dentro de la historia. Es la forma de no ser subjetivo, parcial o ignorante. 21 días en un prostíbulo, 21 días ligando con las nuevas tecnologías o 21 días probando extrañas drogas dan para un programa de gran cobertura… y amplio espectro, diría yo… 21 días yendo a la plaza de toros de Las Ventas debería dar para una hora de programa en 'prime time' cuando menos y hoy no sé si me dará para unas líneas.

21 corridas seguidas someten tu cuerpo a ciertos cambios físicos imprevistos. La angostura de los asientos, la salazón de las pipas, la calentura de la cerveza, el puro del vecino te sientes donde te sientes, el sol, la sombra, la altura de la andanada o la cercanía del callejón van consiguiendo que tu organismo evolucione de forma visible. Este juevesno me molestaban ni el guiri gigante de rodillas punzantes detrás de mí, ni la señora hipersensible a las mías de delante, ni el pertinaz sabelotodo de la izquierda ni el inevitable orondo de la derecha. Este jueves mi cuerpo ha acabado de hacerse a esta plaza. No me incordió ni el coca-colo, ni me tapó la visión el 'acomodator', ni me puso sobre las rodillas su bolso el 'fotos-man'. Este juevesla anatomía y el granito suyo contemplaron en perfecta comunión la 21ª corrida de toros de la feria. Es un alivio. No que queden menos, sino que mi acople con el espacio/tiempo de la plaza de Madrid haya evolucionado a perfecto.

Adaptado a mi medio ambiente isidril, medio porque mi asiento parece la mitad de lo que necesitaría, he disfrutado de la típica corrida aburrida. Ha estado bien Padilla, apreciada su labor por el público, sobre todo después de su cogida en banderillas. Se repuso de los dolores, como yo tras 21 días, y armó una más que meritoria faena a un toro complicado donde lucen más que sombran las virtudes del jerezano. En el cuarto, sin chaleco, con la camisa rosa de su sangre, y todos los puntos en la cabeza,casi se le oyó decir: “Permítame que insista…”, y volvió a jugarse el tipo en un tercio de banderillas aplaudido, celebrado y acelerado que dejó gran ambiente para su última faena de muleta en esta feria, una faena de complicado engranaje y complicadísimo lucimiento. Miento si digo que no se ve el cariño de este público hacia 'el pirata'en la petición de oreja de despedida.

Con Iván Fandiño no había posibilidad de pérdida. Su fluorescente vestido reclamaba atención, interés y cierto grado de daltonismo. Seguí acoplado a mi escaso escaño y caso le hice más que el resto de la plaza, que parece haber extraviadosu interés por este torero, y a ratos, su interés por el toreo en general. Muy dura la gente con un Fandiño cuajado, serio, voluntarioso y entregado a unos toros que ayudaron poco a mejorar su racha y su apogeo. Un solo toro que embista necesita Iván, porque le ha vuelto la cara la suerte y van casi 20 seguidos que no le embisten en esta plaza. Los de este juevesmedio cayéndose han encallado en la arena y han callado los halagos.

Bien vestido Garrido. Bien armado el torero. Triunfador de novillero y peleón de matador. Presente en todos los quites y se presiente su oficio y su buen gusto. Torero largo por repertorio y por horario. Avisos antes de entrar a matar. Aviso que hay torero para largo.

21 días de toros. Tres semanas de San Isidro. Uno, acomodado yadaptado al tendido, empieza a pensar que no queda tanta feria…