Es noticia
Tres tristes tigres... que tienen que volver a esta plaza
  1. Sociedad
  2. Feria de San Isidro
Juan José Cercadillo

Feria de San Isidro

Por

Tres tristes tigres... que tienen que volver a esta plaza

Tres tigres supervivientes de cien cacerías, que así calificaría yo algunos de los carteles en los que se ha perpetrado su anuncio

Foto: El diestro Francisco Javier Sánchez Vara da un pase con el capote a su primero, durante la vigésimo sexta jornada de la Feria de San Isidro. (EFE)
El diestro Francisco Javier Sánchez Vara da un pase con el capote a su primero, durante la vigésimo sexta jornada de la Feria de San Isidro. (EFE)

Plaza de toros de Las Ventas

31 de mayo de 2016

26ª de Feria. Unos 16.000 espectadores, tres cuartos, en tarde agradable al principio y fresca al final ycon viento muy molesto, sobre todo lidiando toros de procedencia de Santa Coloma…

Seis toros de Saltillo, Alonso Moreno, de 490 a 525 kilos. Todos cárdenos, con presentación en tipo, justa, comparada con otras tardes, pero la afición respeta este encaste. Listos y peligrosos la mayoría y sin posibilidades el resto. El tercero, un verdadero regalode malo, devuelto al corral tras los tres avisos, fue imposible de matar. Cuarto imposible ya de salida, condenado a banderillas negras al no poder ser picado convenientemente, una verdadera alimaña.

Sánchez Vara, de verde lima y oro, silencio y aplausos.

Alberto Aguilar, de nazareno y oro, silencio y ovación.

JoséCarlos Venegas, de blanco y oro, aplausos tras tres avisos y silencio.

Tristes tienen que estar hoy los toreros. Tigres de su profesión, leones del miedo, fieras del valor y del empeño. Tres tigres supervivientes de cien cacerías, que así calificaría yo algunos de los carteles en los que se ha perpetrado su anuncio. Y no es metáfora, es casi queja, que los datos lo atestiguan. Especie protegida, toreros de valor y técnica, anunciados casi para cargárselos y que, y francamente no lo entiendo, casiparece que se buscara su definitivo exterminio… Díganme si no es inquina las ganaderías lidiadas hasta hoy por Sánchez Vara en Madrid: Alonso Moreno, Saltillo, Conde de la Corte, Conde de la Maza, José Escolar y Palha… Ni Gladiator se vio sometido a semejante prueba para llegar a Roma. Pero no es el único perseguido: Venegas hasta hoy ha lidiado Celestino Cuadri, Guardiola y Saltillo… y además ha resultado herido en dos de sus tres actuaciones en Madrid, sin comentarios...Sile añades que no creo que les haya quedado limpio ni para una mínima terapia psiquiátrica de recuperación, lidiar ganaderías como la de este martes solo se puede calificar de intento de asesinato.

Si fuera juez, no sé a quién impondría yo la pena más grande, si a la empresa por contratar estos toros, a los 'aficionados'que los piden o a los propios toreros por no negarse a anunciarse y colaborar en su propio intento de suicidio. Otro dato que corrobora que no se trata de gustos sino más bien de disgustos es que el último toro de la ganadería al que se le cortó una oreja fue milagro de Ruiz Miguel en 1982, hace 34 años.

El tercer toro de nombre no reseñable es uno de los peores toros que he visto lidiar en mi vida en Madrid. Mirando, cruzándose, echando la cara arriba y buscando al torero desde el primer muletazo. Imposible de cuadrarse con él para matarlo, se ha ido para los corrales con dos estoconazos hasta la bola que le ha propinado un valentísimo y con oficio JoséCarlos Venegas. Un trago, de las peores cosas que le pueden pasar a un torero en Madrid, que para hacerse idea de lo evidente de la dificultad del morlaco ha acabado correspondiendo desde el interior del callejón a una ovación de reconocimiento a su superlativo esfuerzo a pesar del escarnio.

Pero es que acto seguido, que ya es cabalística, ha salido el que considero ha podido ser el peor toro que he visto lidiar en mi vida, y con seguridad el más peligroso que he visto torear en Madrid.Cazarrata se llamó la infame alimaña. Tiene guasa hasta el nombre. Si no fuera porque me consta la amistad de Sánchez Vara con el ganadero, hubiera apostado a que la corrida hubiera acabado en pelea en el callejón, toreros contra ganaderos, y hubiera apostado el doble por el resultado, porque la rabia y la frustración acumulada en los toreros anunciados y en sus cuadrillas no hubieran dado ni la más mínima oportunidad a los ganaderos, ya hubieran bajado todos y cada uno de los aficionados que defienden con sus silencios este tipo de angustiosos espectáculos…

¡Que toro más peligroso, por Dios! Menos mal que Sánchez Vara, torero cuajado en la dura provincia de Guadalajara, tiró de oficio y consiguió el beneficio de meterle la espada a la primera, consiguiendoque eltoro pasara a mejor vida y aún a mejor vidael torero,viendo a su oponente por fin muerto. Un toroque pareció toreado de salida y que no volvió de nuevo por donde vino porque topó con 16 años de alternativa de un experto en eliminaciones comprometidas.

Alberto Aguilar también tiró de oficio y de entrega ante dos toros no tan complicados en el contexto del resto, pero que hubieran destacado por peligrosos en cualquier otra corrida de la feria. Mató a sus toros con decoro y decoró sus faenas con algunos muletazos sueltos que le valieron un sonoro reconocimiento al rematar sus sufrimientos y los de la mayoría de los espectadores.

Es cierto que algunos defenderán la emoción de un gran par de banderillas de Juan Carlos Tirado en el tercero. Y que repitió aun no siendo lo habitual:los banderilleros suelen alternar lidia y banderillas en cada toro, arrancando una de las ovaciones más fuertes de la tarde en el sexto. Es cierto que algunos saldrán de la plaza reclamando nuevos lances como los de César del Puerto cuandoparó con oficio y emoción ese impresionante quinto emplazado y retador en los medios de la plaza para que su matador pudiera recibirlo con seguridad y decoro.

Es cierto que estas ganaderías imposibles tienen sus defensores. Yo también soy de los que piensan que hay que mantener todos los encastes posibles de la inigualable raza del toro bravo, pero también creo que deben lidiarse en Madrid aquellas que, al menos, no garanticen la caza de tigres, otra especie en peligro de extinción. Tres toreros, tres tristes tigres hoy al final del festejo, que si no vuelven a tener por aclamación popular una oportunidad pronto en esta plaza volverán a justificar el por qué este espectáculo no está a la altura en audiencia y admiración de unos cuantas gacelas corriendo para meter un gol… si los cogiera alguno de los tigres de hoy, no les duraban un minuto, y eso deberíamos saber venderlo…

Plaza de toros de Las Ventas

Las Ventas