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¿Quieres triunfar como emprendedor? Manual práctico del perfecto 'vendehúmos'
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Carlos Otto

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¿Quieres triunfar como emprendedor? Manual práctico del perfecto 'vendehúmos'

Muchos emprendedores se lanzan a la aventura de crear su propia 'startup' en España, pero sólo unos pocos logran sobrevivir. ¿Cuáles son las claves para que un negocio tenga éxito?

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¿Eres emprendedor? ¿Has montado o estás pensando en montar una pequeña startup de internet? Y dime, ¿quieres ser un emprendedor de éxito? Con esto no me refiero a que tu negocio vaya bien, que eso está al alcance de cualquier mindundi que sepa montar una buena idea, ejecutarla bien, formar un gran equipo, motivarlo, conseguir financiación, encontrar un buen modelo de negocio, saber pivotar, saber vender, superar las dificultades... no, no me refiero a eso. Ya sabes, me refiero a triunfar... en la vida, no sé, algo así. A triunfar como emprendedor, vaya. A que la gente te vea y piense: “Míralo, el puto amo”.

Si tus anhelos van en esa dirección, no te preocupes. Nuestros años de experiencia como periodistas que escriben sobre emprendedores (aunque nunca hemos montado nada ni pensamos hacerlo), nos han permitido elaborar una pequeña lista que te llevará del anonimato más absoluto al éxito más incontestable.

Coge papel y boli y apunta. Bueno, no, coge la tablet mejor, que eres más moderno. O haz una foto con el móvil. O escanea el... bueno, chico, haz lo que quieras, pero apunta los pasos:

1. Desarrolla tu mejor dialéctica. Este es el primer paso y es, de lejos, el más importante. Tu capacidad de dialéctica será tu mejor arma a la hora de convencer a todo el mundo y dejarlos boquiabiertos con tu sensacional verbo. Si no tienes gracejo natural, apúntate a setecientos millones de cursos de elevator pitch, oratoria e inteligencia emocional. Habrás terminado cuando seas capaz de hablar con Obama y hacer que el tímido sea él.

2. Tu empresa es lo de menos, tu negocio eres tú. Si pensabas que esto va de montar un negocio y hacerlo rentable... erroooorrr (cuando seas famoso intenta que te paguen por cantarlo así, por cierto). En realidad el único negocio que debe preocuparte eres tú mismo. La gente no tiene por qué recordar tu empresa, sino a ti. De hecho, lo mismo nadie acaba de enterarse muy bien de a qué te dedicas exactamente... pero, ¿eso qué más da?

3. Tu hábitat: eventos y TV. Eres un emprendedor de la hostia y el mundo entero tendrá que saberlo, ¿no? Entonces, ¿me quieres decir qué haces pegado a ese Excel? A partir de ahora tienes que empezar a ir a todos los eventos de emprendimiento posibles. Y si puede ser como ponente, mejor.

El único negocio que debe preocuparte eres tú mismo. La gente no tiene que recordar tu empresa, sino a ti

Puedes hablar de tu experiencia emprendedora, o de cómo tomaste la decisión, o de cómo motivas a tu equipo. Total, qué más da, lo que importa es que la gente se quede embelesada con tu labia. Y de ahí, intenta dar el salto a los programas de TV, que están como locos por sacar a gente optimista, innovadora y emprendedora como tú... aunque ellos tampoco tengan muy claro a qué te dedicas en realidad. Y recuerda: debes estar en cualquier sitio... menos en tu oficina.

4. Paga a tus empleados con motivación. Pagar buenos sueldos es cosa de empresas de esas grandes y rancias, todo el mundo lo sabe. Ahora que lo que se lleva es tener una startup, todos los miembros de tu equipo se impregnarán de ese fantástico espíritu aventurero de crear, de montar algo desde cero, de innovar, de poner el alma en el proyecto... lo del sueldo es accesorio.

¿Sabes esos grupos de música a los que les dicen “no puedo pagaros, pero si la cosa va bien podemos negociar”? Pues esto es lo mismo, pero tienes que venderlo mejor. Tus empleados no deben ser ruines mercenarios a la orden del capital. Tus empleados deben compartir tu misma emoción y sensibilidad, coño, y eso no se paga con un sueldo. Si quieren ganar 1.000 euros o más, que se busquen un trabajo de verdad. Eso sí, nunca serán felices. Tendrán ingresos normales, una estabilidad, podrán comprarse una casa y formar una familia pero, ¿felicidad? No me hagas reír...

5. Escribe un libro. No puedes ser un gran emprendedor si no has escrito un libro. Sí, ya sé que cada vez la gente lee menos y que escribir es muy aburrido, y que un libro de papel incluso es un poco rancio ya. No sé, chico, pero hay que hacerlo.

Además, ojito con el nombre: el mismo título tiene que reflejar que eres un tío que lo peta. Si puedes, titúlalo Las claves del éxito o algo así. El título idóneo sería Yo lo peto (y tú no lo vas a petar en la vida, pero voy a darte algún consejito que te daría cualquiera), pero es que ese nombre... es muy largo. Mejor Las claves del éxito.

6. Usa frases motivadoras. Recuerda: eres un motivador nato. Y podrías motivar a alguien estando tres horas con él y contándole tu filosofía de vida, pero eso no es escalable. Si de verdad quieres impactar en la mente y el alma de la gente, debes soltar tus gotas de sabiduría en pequeñas dosis. Y en esto Twitter te será de gran ayuda, ya que te caben frases estúpidas como "Si quieres, puedes", "Cuando deseas algo con todas tus fuerzas, el mundo entero conspira para que lo consigas" o "Fracasar es bueno, porque aprendes mucho" (ejem).

Si de verdad quieres impactar en la mente y el alma de la gente, debes soltar tus gotas de sabiduría en pequeñas dosis

Por cierto, si vas a un programa de TV, todas estas frases son im-pres-cin-di-bles. Así, si tu empresa fracasa (¿a qué te dedicabas, por cierto?), al menos podrás intentar ganarte la vida como coach.

7. Desprecia a los demás. A ver, abordemos esto. Tú eres emprendedor, ¿verdad? Lo cual implica que has preferido dejar la comodidad de ser un asalariado (seguro que tenías miles de ofertas), montártelo por tu cuenta, arriesgar todo tu dinero, sufrir para levantar tu negocio (sigo sin recordar cuál era, perdona) y conseguir salir adelante, ¿verdad? Decidido: tú eres un héroe. Ahora que hemos definido esto, dime: con la valentía que has demostrado y todos los riesgos que has corrido, ¿por qué has de respetar al que no lo ha hecho?

Esto puede sonar crudo, pero no seas tonto: sabes de sobra que los asalariados y los funcionarios son inferiores a ti. Muy inferiores, de hecho. Da igual que ellos sean felices en su trabajo e incluso que lo hagan a la perfección; aquí el único que vale eres tú y punto. Y los parados... en fin, ni me hables de los parados. Recuerdas lo de "Si puedes, quieres", ¿verdad? Pues ya sabes: si alguien no ha podido... a lo mejor es que en realidad ni siquiera quiso.

8. Si fracasas... no es por tu culpa (y los demás te envidian). Digamos que tu startup (te juro que estoy intentando recordar de qué era), por lo que sea, fracasa. El sentido común te diría que lo más probable es que no tenga por qué ser culpa tuya. De hecho, el fracaso es muy difícil de diagnosticar, seguramente haya sido un cúmulo de cosas: mala gestión, pequeños errores... incluso mala suerte, que también la hay. Otros te dirán que, incluso aunque la culpa del fracaso haya sido enteramente tuya, pues chico, que tampoco es un tremendo drama. Que, mientras no te hayas arruinado ni hayas arruinado a otros, pues oye, se apechuga y ya está.

Sin embargo, tú ve mucho más allá. Si tu startup fracasa, la culpa nunca será tuya, ¿me oyes? NUNCA. Será culpa de tus inversores, o de los usuarios, o de los políticos, o de la sociedad, o de que eres tan inovador que la gente no estaba preparada para algo así aún. Recuerda: "Nuestra startup ha fracasado porque era demasiado innovadora y el mercado aún no estaba preparado para ella" es el nuevo "Mi defecto es que soy muy perfeccionista".

Y en cuanto a la gente que opine sobre tu fracaso, recuerda: España es el país de la envidia. Si alguien se lanza ferozmente contra tu yugular, es un envidioso; si otro te critica algunas cosas, aunque te reconoce méritos, es un envidioso; si otro cree que has hecho bien las cosas, pero te señala un minúsculo error sin importancia... también, también es un envidioso.

P.D.: Si haces algunas de las cosas que hemos señalado arriba y aún así tu negocio va adelante (o al menos haces todo lo posible por que así sea), no te des por aludido con esta carta. Si puedes sacar adelante tu startup y a la vez consigues rédito personal, pues oye, no seré yo el que lo critique.

P.D.2: Al hilo de la polémica que ha habido estos días, he de aclararlo: no, esta carta no se refiere a Pau García-Milà.

¿Eres emprendedor? ¿Has montado o estás pensando en montar una pequeña startup de internet? Y dime, ¿quieres ser un emprendedor de éxito? Con esto no me refiero a que tu negocio vaya bien, que eso está al alcance de cualquier mindundi que sepa montar una buena idea, ejecutarla bien, formar un gran equipo, motivarlo, conseguir financiación, encontrar un buen modelo de negocio, saber pivotar, saber vender, superar las dificultades... no, no me refiero a eso. Ya sabes, me refiero a triunfar... en la vida, no sé, algo así. A triunfar como emprendedor, vaya. A que la gente te vea y piense: “Míralo, el puto amo”.