¿Cuántos autónomos trabajan hoy y se sienten superiores por hacerlo?

Hoy es 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores. ¿Qué quiere decir eso? Que miles de autónomos españoles estamos pregonando a los cuatro vientos que nosotros, hoy, sí estamos trabajando.

Unos lo diremos a través de Twitter, otros cuando se crucen a un cliente por la calle, otros esta noche en la barra de un bar, otros cuando le den la chapa al amigo funcionario que hoy (lógicamente)no trabaja... Pero, al final, seremos muchos los que le gritaremos al mundo que hoy estamos trabajando.

Y lo diremos con tono quejoso, pero no te engañes,en realidad no nos estamos quejando en absoluto. En realidad lo decimos dándonos golpes en el pecho, haciéndonos valer. Haciéndote ver que, mientras tú estás sin dar un palo al agua o por ahí de manifestación, nosotros estamos arrimando el hombro, que es lo que hay que hacer, coño.

Lo diremos(para qué negarlo), con una especie de superioridad moral. No es que realmente seamos moralmente superiores a nadie, pero lo cierto es que sí lo pensamos. Aunque en realidad, lo que muchas veces somos es un pelín idiotas.

Y es que los autónomos tenemos dos defectos principales:

1.Sobrevaloramos el esfuerzo. Cuando digo que sobrevaloramos el esfuerzo, lo que en realidad quiero decir es que sobrevaloramos lo que muchos de nosotros entendemos por esfuerzo. Es decir: las horas de trabajo que eches. Y punto. El esfuerzo no es la conjunción de trabajo, inteligencia y saber hacer, no. Para el autónomo medio, el esfuerzo es el número de horas curradas y sanseacabó.

Los autónomos consideramos que lo admirable de nuestro trabajo viene determinado por las horas de trabajo que echemos

Partiendo de esta errónea concepción, los autónomos consideramos que lo admirable de nuestro trabajo viene innatamente determinado por las horas de trabajo que echemos. Da igual que tu amigo el autónomo sea un cenutrio o eche horas por echar: lo admiras por la de horas que le dedica al trabajo.

Y sí, es evidente que el autónomo medio generalmente trabaja como un animal, muchas más horas que un asalariado medio, pero créeme, amigo autónomo: eso no te hace merecedor de nada. Y, sobre todo, tampoco hace desmerecedor de nada al que trabaja menos horas que tú.

2.Nos creemos superhéroes. También puede que, por lo general, el trabajo de un autónomo quizá (sólo quizá), requiera de una mayor creatividad, o una mayor inteligencia, o una mayor brillantez... En resumen, quehaciendo una gratuita y tremendamente injusta generalización, quizá (sólo quizá), podamos decir que, mientras el trabajo de un asalariado está medianamente planificado de antemano, los autónomos tenemos que inventárnoslo cada día: buscando clientes, echando horas de trabajo duro, lanzando nuevos proyectos, repensando si estamos yendo en la dirección correcta...

Y ahí está el segundo problema. Que nos creemos poco menos que superhéroes. Que claro, para ser asalariado vale cualquiera, pero para ser emprendedor no, hombre. Los emprendedores somos distintos, estamos hechos de otra pasta, tenemos un gen único, un brillo especial en los ojos, un punto de brillantez que otros no tienen... Que somos la puta hostia, vaya.

Los salvadores de la patria

Y claro, si mezclamos todos estos ingredientes en una coctelera, el resultado es demoledor: resulta que los autónomos somos poco menos que salvadores de la patria. Y los asalariados, pues oye, los habrá mejores y peores, pero nada de sentirse especiales. Aquí los que levantamos el país somos nosotros, que para eso trabajamos en días como hoy.

En realidad, esta teoría psicológica que se montan (o nos montamos), algunos autónomos no es mucho más que una paja mental (un pelín clasista, por cierto) para no ser conscientes de que aquí somos todos igual de pringaos: los autónomos y los asalariados. La diferencia es que los asalariados no están obsesionados con trabajar más horas para autoconvencerse de que son mejores que el resto. En eso son más listos que nosotros. Mucho más listos.

Los asalariados no están obsesionados con trabajar más horas para autoconvencerse de que son mejores que el resto

Si eres asalariado y hoy estás disfrutando de un merecido descanso, haces bien. Si has salido a manifestarte por tu condición de trabajador, haces bien también. Si eres autónomo y hoy no trabajas, tres cuartos de lo mismo.

Y si eres autónomo y hoy estás trabajando, pues oye, también bien. Yo hoy también estoy trabajando, pero me he prometido no darme golpes en el pecho, ni mirar a nadie por encima del hombro ni, sobre todo, creerme más de lo que soy en realidad: un pringao como cualquier otro. Con brillo especial en los ojos, si quieres, pero un pringao igualmente.

Porque aquí currantes somos todos: los autónomos, los trabajadores y los parados. No lo olvidemos.