Probamos el nuevo iOS 9: Apple, esperaba mucho más

Llevo probando las versiones en desarrollo de iOS 9 desde que se anunciaron el pasado mes de junio. Mi iPhone ha sufrido versiones inestables tan solo por mi malsana curiosidad de saber en qué está trabajando Apple. Con esta última actualización, la compañía ha incluido una gran colección de mejoras con la esperanza de que los iPhone, iPad y iPod den un gran salto en experiencia de uso para sus clientes.

La realidad es que cuando hablamos de una nueva versión de iOS (o de Android) sólo importan tres preguntas: ¿Hará que mi batería dure más?, ¿hará más rápido mi móvil? y ¿mejora la seguridad? Hasta el momento con iOS 9, y tocamos madera, la respuesta siempre ha sido positiva.

Se ha mejorado el consumo de energía agregando una función que optimiza el uso del hardware para conseguir alrededor de una hora de uso extra. El rendimiento mejora sensiblemente, pero lo importante es que móviles más antiguos como un iPhone 5 siguen siendo capaces de mover iOS 9. En cuanto a la seguridad, Apple publica pequeñas notas sobre las mejoras que hace para desarrolladores, pero ya conocemos cómo un fallo en AirDrop ponía en problemas a equipos con iOS 8.

Sus aplicaciones acaban en el olvido

Por ejemplo, la aplicación de correo electrónico la he reemplazo por Gmail o Acompli (la cual recomiendo encarecidamente), Calendario por Sunrise, Mensajes acaba reemplazada por WhatsApp y Telegram y Mapas por Google Maps y Citymapper.

La nueva visualización de fotos desde el carrusel para buscar fotografías deslizando el dedo es una mejora, pero Google Fotos ya me permitía navegar por todo mi carrete de una manera más sencilla y, además, hacer una copia de seguridad.

La nueva aplicación de Notas, que hasta ahora estaba usando mucho, agregó listas de tareas, poder hacer dibujos con el dedo o insertar enlaces. Como en el caso de las fotografías, otra aplicación ya me salvaba: Evernote.

Las apps de Apple mejoran, pero no ha sido suficiente. Existe un problema cuando Apple tiene que comentar que estudiarán cómo eliminar sus propias apps preinstaladas. La proactividad al abrir aplicaciones acaba siendo una característica que no termina de cuajar. Al despertar me sugiere una aplicación, pero no todos los días uso la misma. Al conectar los auriculares me sugiere que abra Música, pero uso Spotify.

iOS 9 no es malo, el problema está en que las nuevas características acaban siendo irrelevantes en el día a día.

Nadie puede pedir a Apple que revolucione el mundo móvil cada año

Estas son las dos novedades que más uso del nuevo iOS 9: la primera, las sugerencias de aplicaciones dependiendo de dónde estoy y de la hora. Es genial, cuando llego a un lugar concreto tengo las aplicaciones que más uso allí, cuando llego a mi casa me encuentro las aplicaciones que suelo usar en ese contexto.

La segunda novedad que más estoy usando es la nueva aplicación de Noticias, que ni siquiera está disponible para España. Es una buena aplicación que agrega medios y blogs dependiendo de tus gustos y que muestra los artículos de una forma leíble, sin distracciones. Por asociación con ciertos medios Apple no está ofreciendo Noticias en España, pero hay un truco. Si quieres activar la aplicación tan sólo tienes que cambiar la zona de tu iPhone o iPad a EEUU y reinciar.

Nadie puede pedir a Apple que revolucione el mundo móvil cada año, pero ahí está el problema de iOS: actualizaciones que se instalan tan solo por mejorar la estabilidad y una o dos características que quieres probar. Poco más.

¿Y dónde es indudablemente mejor iOS 9? En los iPad, ahí sí que han logrado reinventar la rueda. La gran difrencia que separa iOS 9 de iPhone a iPad es que se agrega una verdarera multitarea. Se pueden abrir dos aplicaciones al mismo tiempo y hacerlas colaborar entre sí con solo arrastrar y soltar. Por fin han llevado al iPad a un momento dónde podría reemplazar un portátil. Bravo.

Como usuario de iPhone (por cierto, sigo creyendo que es uno de los mejores smartphones que se puede comprar hoy en día), iOS 9 me parece una mejora, pero nada que me hubiese hecho actualizar justo en el momento de su lanzamiento. Lo defino como una falta de motivación y sí, culpo a Apple.