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Un aplauso a la Unión Europea por arrinconar (de nuevo) a Google
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Manuel Ángel Méndez

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Un aplauso a la Unión Europea por arrinconar (de nuevo) a Google

Hoy la Comisión Europea ha confirmado los cargos que presenta contra Google por abuso de posición dominante con Android. Es una gran noticia para los consumidores

Foto: La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, en la presentación hoy de los nuevos cargos contra Google
La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, en la presentación hoy de los nuevos cargos contra Google

Se acabaron las especulaciones. La Unión Europea ha hecho hoy oficial lo que se venía rumoreando desde hace meses: va a por Android. Bruselas ha presentado esta mañana el pliego formal de cargos contra Google por abusar de su posición dominante, y es muy contundente. Acusa a la multinacional de obligar contractualmente a los fabricantes de móviles que usan Android a incluir por defecto aplicaciones de Google, es decir, Search, Google Play, Mapas, Gmail... Y no solo eso, también de ofrecerles "incentivos financieros". La UE solo hace su trabajo, pero la tenacidad de sus investigaciones merece un sonado aplauso.

Los cargos presentados por la Comisión Europea se pueden resumir en un objetivo: evitar que una compañía con el poder y cuota de mercado de Google no aproveche esa situación para favorecer su propio sistema operativo. Google lo niega todo, por supuesto. Pero es imposible saber si dice o no la verdad. Es imposible saber qué tipo de acuerdos ha firmado con los fabricantes, qué les ha pedido o dejado de pedir, qué ha negociado con un gigante como Samsung frente a fabricantes de menor tamaño y qué ha firmado con todos ellos. Eso es justo lo que la UE está intentando esclarecer.

Nadie, empezando por la FTC estadounidense, se ha molestado en averiguar si Google dice la verdad. Por eso la investigación de la UE es tan importante

Las negociaciones y contratos privados entre Google y los fabricantes son los que han marcado (para bien) el destino de Android, que hoy domina a nivel mundial de forma insultante, con una cuota de casi el 90% en países como España. Y otro matiz clave: esas negociaciones se iniciaron ya con un Google en una posición de fuerza brutal. Cuando Android echó a andar, allá por el 2008, Google ya era un gigante de la publicidad online. Era el único que realmente podía hacer frente a iOS.

Entre 2008 y 2013, Android y iOS lograron poco a poco merendearse el mercado al completo, marginar a Windows Phone y al resto de plataformas. Se convirtieron en los dos únicos sistemas operativos relevantes en el móvil. Especialmente Android. ¿Cuánto de ese logro se debe a la posición dominante de Google y a cómo cerró dichas negociaciones y exigencias con los fabricantes para que su 'software' pasara de tener un 0% de cuota a más de un 80% en medio mundo en la actualidad? Nadie lo sabe. Por eso la investigación de la Comisión Europea es tan importante: es el único organismo que se ha preocupado de comprobar si el buscador se ha aprovechado o no de su situación de mercado.

Las conclusiones preliminares de Bruselas son preocupantes: asegura que Google ha exigido a los fabricantes a nivel contractual que pre-instalen aplicaciones como Search o Chrome, aplicaciones con las que la compañía ingresa millones de dólares al año; asegura que ha forzado contractualmente a fabricantes a no vender móviles con sistemas operativos competidores; y asegura que ha ofrecido incentivos financieros tanto a fabricantes como a operadores a cambio de instalar de forma exclusiva las aplicaciones de Google.

La respuesta de la multinacional es básicamente decirle a la Comisión Europea que no se entera de nada, que no entiende cómo funciona el "ecosistema Android". "Los acuerdos con partners son completamente voluntarios, cualquiera puede utilizar Android sin Google. Cualquier fabricante puede decidir si cargar o no hacerlo la suite de Google Apps en su dispositivo y además añadir otras apps también", esgrime la empresa. ¿Es verdad?

Nadie, empezando por el regulador estadounidense de la competencia, la FTC, se ha molestado en averiguarlo. Hay honrosas excepciones, como Canadá, que sí ha investigado a la compañía, y esta ha ganado, por cierto. En Europa, en cambio, si Brueslas no hiciera las preguntas, nadie las haría. Vía libre para Google. Solo preguntando e investigando se podrá finalmente saber si la compañía ha cumplido o no la ley. Y si, de paso, ha perjudicado indirectamente a millones de consumidores bloqueando la entrada de competencia. En unos cuantos meses, la respuesta.

Se acabaron las especulaciones. La Unión Europea ha hecho hoy oficial lo que se venía rumoreando desde hace meses: va a por Android. Bruselas ha presentado esta mañana el pliego formal de cargos contra Google por abusar de su posición dominante, y es muy contundente. Acusa a la multinacional de obligar contractualmente a los fabricantes de móviles que usan Android a incluir por defecto aplicaciones de Google, es decir, Search, Google Play, Mapas, Gmail... Y no solo eso, también de ofrecerles "incentivos financieros". La UE solo hace su trabajo, pero la tenacidad de sus investigaciones merece un sonado aplauso.

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