"Apple me llamó y a las dos semanas estaba volando a Silicon Valley"

Con este blog comenzamos la difusión de 'Innovadores: de Silicon Valley a Israel', un proyecto documental en el que cada semana ofreceremos pequeños adelantos audiovisuales en los que emprendedores e inversores españoles y extranjeros nos traerán los secretos y la idiosincrasia de los dos mayores centros neurálgicos del emprendimiento tecnológico mundial: Silicon Valley e Israel.

Todo ello se articulará mediante entrevistas a más de 40 protagonistas, producido por los premios EmprendedorXXI de Caixa Capital Risc, dirigido por el periodista Carlos Otto y con la colaboración de El Confidencial y Teknautas.

En este primer capítulo hemos hablado con emprendedores que actualmente trabajan en ambos polos tecnológicos y les hemos preguntado por su primer paso: ¿cómo, cuándo y por qué decidieron hacer las maletas y emprender el viaje? Para responder a estas cuestiones contamos como Eneko Knörr (Ludei), José Luis Agell (Chartboost), Miguel Ángel Díez Ferreira (Red Karaoke), Santiago Arañó (Softonic), Alfredo Rivela (Nomaders), Miguel Ángel Martínez (Beetailer), Claudio Yarza (PwC Israel) y Rosa Monge (Imagine):

Una de las historias más precoces y repentinas viene de Rosa Monge, quien no tardó mucho en aparecer por San Francisco: “Estaba estudiando Informática en Barcelona y, en el último año, me salió la oportunidad de trabajar como becaria en Apple. Y no me lo pensé dos veces: cuando hice las entrevistas y me dijeron que me aceptaban, estaba en un avión viniendo para acá. Y, desde entonces, ha sido una aventura”.

“A los dos días de estar aquí, vi que tenía que quedarme”

Otro que en su momento no lo dudó fue Eneko Knörr: “Había venido unos años antes, y a los dos días de estar aquí me di cuenta de que para una empresa tecnológica era el lugar en el que estar. Desde aquí es más fácil dar a conocer una tecnología, así que es el mejor sitio para crear una empresa global”.

A los dos días de estar en Silicon Valley me di cuenta de que para una empresa tecnológica era el lugar en el que estar

Otra historia que ya vive su quinto año en Silicon Valley es la de José Luis Agell, cofundador de Chartboost: “Mi mujer (María) y yo habíamos trabajado en multinacionales, pero teníamos el gusanillo de emprender. Seguíamos unos vídeos de Stanford en los que emprendedores de éxito contaban su historia y dijimos: "No sabemos dónde está exactamente Stanford, pero tenemos que ir a aprender de los buenos". Y con una mano delante y otras detrás nos plantamos aquí”. A día de hoy, Chartboost es una empresa de más de 100 trabajadores que ha levantado más de 20 millones de dólares de financiación.

Acuerdos con Google, Microsoft, Samsung...

En el caso de Díez Ferreira, la cosa estaba clara: había que ir a Silicon Valley para juntarse con los grandes: “Fui de visita y me di cuenta de que podría ser un sitio muy bueno para mi empresa. Todo lo que se estaba haciendo sobre televisiones inteligentes y smartphones estaba allí, así que nos fuimos y hemos conseguido cerrar acuerdos con empresas como Google, Microsoft o Samsung, entre otras”.

Para Santiago Arañó, de Softonic, todo empezó en 2007, con los planes de internacionalización de la empresa: “Tomás Diago, nuestro fundador, había dicho alguna vez que quería que abriésemos una oficina en Silicon Valley. Yo ya había vivido en Estados Unidos un año y me encantaba la tecnología, así que hice una propuesta interna, me vine y esto se ha convertido en una aventura impresionante”.

Si quieres seguir las evoluciones de este proyecto documental, puedes seguirnos aquí todas las semanas.