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¿Tienes más de 25 años? ¡Bienvenido al paraíso del arcade!
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Alfredo Pascual

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¿Tienes más de 25 años? ¡Bienvenido al paraíso del arcade!

Los salones recreativos y los radiocassettes de mano no volverán y, si lo hacen, será de otra forma. Lo único que nos queda es, como hace New Reto Arcade, simularlos

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El golpe de calor, la maraña de ruidos sintetizados, una nube de humo sobre las caras conocidas y mucha, mucha ilusión por conocer los últimos juegos del mercado, esos que ni podíamos soñar en nuestros ordenadores domésticos. Son algunas de las sensaciones que nos provocaban los viejos salones arcade, epicentros del ocio en nuestra infancia hoy tristemente desaparecidos por lo mismo que los encumbró, ese rodillo que conocemos como el avance tecnológico.

Los salones arcade no volverán y, si lo hacenserán de otra forma, más enfocados a un museo del entretenimiento. La única manera de evocar esas sensaciones perdidas, han pensado los chicos de Digital Cybercherries, es simulándolas. Para ello han creado NewRetroArcade, un pequeño programa que funciona sobre el motor Unreal Engine 4 y que no hace otra cosa sino emular un arcade en plenos años 80.

El programa es gratuito y, pese a que ha sido diseñado para utilizar con el dispositivo de realidad virtual Oculus Rift, dispone de una versión para ordenador. Lo más interesante, además de que haya decenas de recreativas y juegos de Game Boy funcionales, es que el software no instala el programa completo, sino solo los mínimos elementos necesarios para conectarnos a una sala online. Así, los juegos y la música cambian a menudo, incluso son personalizables.

Super Mario Bros, Ghosts & Gobblins, Street Figther II, Bubble Bobble... los juegos, tal y como los conocimos. Un buen entretenimiento para el puente (los que lo disfruten).

El golpe de calor, la maraña de ruidos sintetizados, una nube de humo sobre las caras conocidas y mucha, mucha ilusión por conocer los últimos juegos del mercado, esos que ni podíamos soñar en nuestros ordenadores domésticos. Son algunas de las sensaciones que nos provocaban los viejos salones arcade, epicentros del ocio en nuestra infancia hoy tristemente desaparecidos por lo mismo que los encumbró, ese rodillo que conocemos como el avance tecnológico.