Netflix y las matemáticas, una combinación perfecta

Ha sido una gran noticia para muchos este mes: llega Netflix a España, su tarifa plana, sus películas y sus series. Será en octubre, según ha desvelado Reed Hastings, cofundador de la plataforma online que empezó con películas por correo físico.Buena ocasión para saber de uno de los emprendedoresmás interesantes de EEUU, el hombre que, hace unos años, le ofreció a la cadena de videoclubes Blockbuster ir juntos en una aventura y el gigante miró hacia abajo, Netflix, con desprecio, como cuenta aquí el periodista del New Yorker Ken Auletta.El gigante, al cabo, murió porque no siguió las reglas básicas de adaptación al darwinismo empresarial acelerado que impone internet.

No sabemos las matemáticas que hay detrás de Netflix pero sí que Reed Hastings fue profesor de esta asignatura en África, después de haber estado en los Marines y en los Cuerpos de Paz. Con las dosis de aventura y solidaridad cubiertas, volvió y empezó a trabajar en una empresa de software que se llamaba Adaptive Technology. Premonitorio. Netflix ha cambiado, gracias a la tecnología, el paradigma del telespectador, que ya nunca está obligado –a no ser que quiera disfrutar de los directos deportivos y de las noticias—a adaptarse a una parrilla. Ahora es la plataforma la que se adapta a él.

Sí, ya todos los canales tienen televisión a la carta y, en parte, se debe a iniciativas como Netflix, que han hecho que los números de los estadounidenses que vean la tele por internet se disparen en los últimos años.Ellos tienen 47 millones de suscriptores. Es una tendencia que está ocurriendo con la televisión, pero también con la educación, como sabemos con Smartick. ¿Cómo no aprovechar la posibilidad de adaptarse a la perfección a los gustos y necesidades del cliente? Se puede hacer con películas y series, o con matemáticas.

Neil Hunt, el matemático que elige las series para ti

O con películas y matemáticas, porquecuando Hastings se lanzó a fundar Netflixreclutó a un antiguo compañero de carrera, a un matemático, Neil Hunt, jefe de producto. Fue él quien se encargó de personalizar al máximo la experiencia de Netflixcuando dieron el salto a internet. Lo cuenta él mismo: “Netflix puede vender personalización, pasamos mucho tiempo y nos esforzamos en desarrollar los algoritmos con los que seleccionamos los títulos que pensamos que pueden ser interesantes para cada usuario”.De hecho, Netflix da un premio de un millón de eurosal equipo que descubra cómo predecir mejor los gustos de un telespectador con algoritmos.

Netflix da un premio de un millón de euros al equipo que descubra cómo predecir mejor los gustos de un telespectador con algoritmos

Además, a Hastings le sigue uniendo a las matemáticas su filantropía en el campo educativo. Es un firme defensor de la enseñanza concertada como método para probar distintas fórmulas, sobre todo en los barrios más humildes de EEUU. Por eso, no dudó en sacar la chequerapara rescatar a Dreambox en 2009, una iniciativa de software para la clase que estaba funcionando en la cadena de colegios Rocketship.

La de Netflix es una historia que tiene muchos ingredientes que me encantan: matemáticas, tecnología, personalización y la vida del mismo Hastings, un perfil de empresario que todavía es difícil de encontrar en España, con una visión del mundo enriquecida por haber vivido en el extranjero –además de África, decidió irse un año con su familia a Roma--, haber probado el ejército, la solidaridad internacional, las compañías de software,reconocer errores, como que no estaba preparado en su día para ser gerente de una gran empresa, tras dos años de meditación, la fundación de Netflix. Además, su creencia en que la educación siempre cambia el mundo a mejor.

En octubre, en sus pantallas en España. La historia de la compañía todavía no se ha grabado.