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Cuando tu operadora se convierte en el peor enemigo
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Esteban Viso

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Cuando tu operadora se convierte en el peor enemigo

Las compañías operadores de móviles en España están inmersas en una cruenta guerra por conseguir más altas de línea. Esto no es nuevo, lleva años sucediendo, pero lo que sucede ahora es que las compañías con red propia están perdiendo abonados a un ritmo

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Las operadoras en España están inmersas en una cruenta guerra por conseguir más altas de línea. Esto no es nuevo, lleva años sucediendo, pero lo que sucede ahora es que las compañías con red propia están perdiendo abonados a un ritmo bastante rápido. Las ofertas de las Operadoras Móviles Virtuales ganan terreno sobre las de las grandes, y eso repercute en ingresos y en cuota de mercado.

Quizás por eso, no lo sé, cada vez son más frecuentes las prácticas abusivas de las compañías hacia sus clientes, los que tienen contrato, los que teóricamente son sus clientes fieles. Una razón de que cada vez se vean más casos de malas prácticas es que los consumidores cada vez están mejor informados, pero no deja de ser curioso leer casos de presunto abuso por parte de las operadoras.

Cuando uno tiene contratada una línea móvil, lo mejor es que no haya firmado ningún contrato de permanencia para así poder cambiar a otra más ventajosa. Ese contrato de permanencia es una de las prácticas agresivas (y decadentes) más ocultas para el consumidor, principalmente porque se asume naturalmente, a veces, con la promesa de un nuevo terminal o algo similar.

La odisea de dar de baja una línea

Si nos fijamos en la letra pequeña y vemos el coste que tendría para nosotros romper ese contrato, la cosa no es tan ventajosa. ¿Qué pasa si estamos descontentos con el servicio, si baja la calidad, si nos apetece (simplemente) cambiar? Eso, de todas maneras, no se toma por norma general como una práctica abusiva, aunque un servidor sí cree que lo es: elimina mi capacidad para elegir libremente, analizando el mercado y encontrando la mejor opción.

Que un cliente quiera darse de baja y no le dejen no solo es molesto, es que es lamentable y contrario a toda lógica. Y si tan fácil es darse de alta, tan fácil debe ser darse de baja

Otros casos son las dificultades para dar de baja una línea por la cantidad de trabas que se ponen para ello: teleoperadores que no nos entienden; otros que no se hacen entender; llamadas que se cortan inexplicablemente; una llamada que se pasa, se vuelve a pasar, vuelve a rebotar al primer departamento…

Que un cliente quiera darse de baja y no le dejen no solo es molesto, es que es lamentable y contrario a toda lógica. Y si tan fácil es darse de alta, tan fácil debe ser darse de baja.

El problema es que una compañía no quiere perder clientes, lógico, pero en vez de dar un mejor servicio o mejorar las condiciones de sus tan preciados usuarios, los ata en corto y les ofrece un contrato que penaliza la baja antes de tiempo, o pone todos los medios disponibles para convencerle de que se quede.

¿Y esa oferta tan buena, por qué no me la ofrecieron antes?”. Esto es como todo, no podemos decir que una compañía abusa de nosotros si firmamos un contrato, porque nadie nos está obligando a firmarlo.

Facturas erróneas, otro de los abusos

Las facturas erróneas, normalmente con saldos a favor de la compañía, son otro de los abusos encubiertos, o de incógnito. A veces llega una factura en la que, por error, se nos cobra algo que no hemos usado, o que sí usamos, pero hasta la fecha era gratuito. Si el cliente se da cuenta, se enmienda el error y aquí no ha pasado nada. Pero, ¿y si no se da cuenta, o no se fija?

Quedarse con el saldo pendiente porque caduque una tarjeta es un abuso, pero eso sí, seguro que existe una letra pequeña que avisa de ello

Sin ser un caso de factura, ¿qué pasa con las prácticas abusivas en el prepago? Quedarse con el saldo pendiente porque caduque una tarjeta es un abuso, pero eso sí, seguro que existe una letra pequeña que avisa de ello.

La factura por los servicios consumidos es necesaria. La necesitamos para presentar gastos, para llevar nuestras cuentas, para reclamar un mal servicio... 

Utilizar papel para enviar por correo una factura está un poco desfasado hoy en día. Es algo poco ecológico, es un engorro archivarlas. Así que la opción de la factura electrónica está muy bien porque no supone mayores gastos, y las tendremos siempre disponibles (recomiendo hacer copia de ellas por si cambiamos de compañía y dejamos de tener acceso a la web de cliente).

¿Cobrar por las facturas de papel?

El problema, y el abuso, está cuando te quieren cobrar por una factura en papel, como es el caso que está en la prensa estos días. Son 1,21 euros por una copia de mi factura. ¿Por qué? ¿Se envían en papel de lujo?

Por fortuna, como dije antes, cada vez estamos más informados, sabemos analizar las mejores ofertas del mercado y tenemos menos tragaderas a la hora de aceptar según qué cosas.

Cada vez hay más asociaciones de consumidores dispuestas a ayudar (y con buenos resultados), y las prácticas abusivas de las compañías para retener clientes contra su voluntad, o bien soltarlos previo cobro de una penalización, o bien los “ingresos extra” que suponen cobrar una barbaridad por un trozo de papel con mi (insisto en la negrita) factura tienen menos efecto.

Y de hecho, seguro que son una buena razón para este movimiento del mercado que implica que las compañías con infraestructura propia pierden líneas, mientras las que son Virtuales las están ganando.

Las operadoras en España están inmersas en una cruenta guerra por conseguir más altas de línea. Esto no es nuevo, lleva años sucediendo, pero lo que sucede ahora es que las compañías con red propia están perdiendo abonados a un ritmo bastante rápido. Las ofertas de las Operadoras Móviles Virtuales ganan terreno sobre las de las grandes, y eso repercute en ingresos y en cuota de mercado.