Las 'telecos' tienen que mostrar el IVA, pero no todas lo hacen

Desde el pasado 1 de diciembre tenemos en España una nueva ley que dice que las compañías operadoras de telefonía deben mostrar los precios con el IVA, incluido en todas sus ofertas. 

Suele pasar que lo que los consumidores vemos como lo normal, a las telecos les sienta como un tiro, y esto es tan cierto que algunas de ellas han pasado de actualizar sus ofertas y su publicidad, enfrentándose a posibles sanciones.

Para empezar con buen pie, hay que decir que lo honesto es que en una oferta (o en la publicidad), se encuentren todos los costes que tendrá que pagar el futuro cliente si decide elegir esa oferta. Y no podemos decir que la publicidad hasta ahora fuese engañosa, pero sí una publicidad con ciertas dosis de ocultismo en los datos sensibles: una cuota de línea escondida, un IVA que no se menciona, costes ocultos por "mal uso” de la tarifa…

En general, un cliente que se dejase llevar por la emoción de un precio muy marketiniano se acababa llevando el chasco de su vida al ver cómo le cargan una mensualidad que es el doble, o más, de lo esperado. Por eso, ya que somos europeos, las compañías han tenido que adaptarse y mostrar en sus folletos y en todo su material publicitario los precios con el IVA peninsular, ese del 21%, de forma que dejemos de pensar que pagamos 10 cuando realmente estaremos pagando 12,1. 

El problema es cuando hay compañías que dicen que “intentarán adaptarse”, o que “no les da tiempo” a revisar su publicidad y ponerse en marcha con los nuevos precios. En realidad, lo que les da es pereza, o más bien es que han visto un filón en ese tiempo extra en el que harán una competencia desleal a las compañías que sí se adaptan y cumplen la ley.

Una ley que beneficia al consumidor... y a las compañías 'espabiladas'

Esta ley beneficia claramente al consumidor porque, al menos, encontrará unos precios más cercanos a la realidad del recibo que va a pagar mensualmente. Es más, la ley debería obligar a las compañías a especificar el coste real y mensual que van a tener que afrontar sus clientes. 

Hay compañías que dicen que no les da tiempo adaptarse a la ley. Ese tiempo extra implica una competencia desleal a las otras que sí se adaptan y cumplen con las normas

Es decir, si una oferta es fabulosa porque pagas solo 15,95 euros al mes, que nadie venga luego con que se debe sumar el IVA (y ya pagas 19,30), y que más tarde hay que pagar la cuota de línea con su IVA, que son otros 15 euros más los 3,15 de impuestos. En este caso, en total habrá que pagar 37,45 euros, que queda muy lejos de los llamativos 15,95.

Señores, si me dicen “usted pagará solo estos euros”, asumiré que pagaré solo esos euros, no esos más sus hermanos y sus impuestos. La culpa es nuestra, en realidad, por no tener ese espíritu guerrero y por aceptar que las ofertas “son como son”, y que “ya se sabe”. Al menos con esta ley sabremos el pago exacto de esa cuota de promoción con impuestos, aunque haya que hacer minería de datos para encontrar los otros costes obligatorios como la cuota de línea.

A quien también beneficia esta ley es a las compañías que indicamos más arriba, esas que no han tenido tiempo para prepararse y les ha pillado el toro. Precisamente, una de las afectadas por ese toro es la compañía más grande, Movistar, que en el momento en que escribo estas líneas sigue mostrando los anuncios como le viene en gana.

No es lo mismo 49,90 que 60,38

Puede (y espero que así sea), que para cuando me lean ya hayan cambiado a los anuncios que deben ser, pero mucho me temo que lo que querían ya lo han conseguido: unos días en los que siempre tienen los mejores precios, al menos a la vista, porque “no tienen medios de cambiar toda la publicidad”.

A eso se le llama competencia desleal porque aunque nosotros, los consumidores, no somos tontos, es verdad que un precio bonito llama mucho más la atención que uno feo

A eso se le llama competencia desleal porque aunque nosotros, los consumidores, no somos tontos, es verdad que un precio bonito llama mucho más la atención que uno feo. No es lo mismo 49,90 euros que 60,38 euros. No vende igual por mucho que en ambos casos sepamos que uno es el precio final y el otro es el precio al que hay que sumar el IVA. No es lo mismo 5,99 euros que 7,2479 euros porque en el primer caso parece que ahorramos algo y en el segundo nos tememos que esos cuatro decimales están ahí porque la compañía no quiere perder mi una diezmilésima de euro. 

Sea como fuere, el primer paso hacia una publicidad honesta con el consumidor está ahí. Y sea como fuere, algunas compañías han disfrutado de un tiempo con precios a la antigua que seguramente le darán muchos más beneficios que lo que les costará la probable multa a la que se verán enfrentados de seguir así las cosas.

En realidad, lo que creo que va a pasar es que la multa llegará tarde, será recurrida o bien será una multa ridícula en comparación con el dinero amasado a partir de una publicidad no actualizada. Es lo que viene pasando desde hace muchos años con algunas compañías en concreto, que parecen tener carta blanca para cualquier cosa que se les ocurra.

Esteban Viso es analista de iAhorro.com.