Eva también juega al fútbol: genealogía de género en FIFA 16

Génesis, capítulo 2, versículos 19-23. Dios, tras haber creado Todo –los objetos que pueblan el universo y los seres que lo habitan, sí; pero también las relaciones e interdependencias entre ellos– parece que llamó al hombre y le permitió dar nombre, que es el acuse de recibo de la existencia, a todo bicho viviente: ganados, pájaros y animales. Y Dios encontró a faltar una «ayuda adecuada» para el hombre.

Así continúa el relato mítico:

2:19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.

2:20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.

2:21 Entonces el Señor Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne.

2:22 De la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre.

2:23 Entonces éste exclamó: "Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada."

FIFA 16. Los creadores de EA Sports deciden que es el momento de incluir, por vez primera, la posibilidad de jugar con equipos femeninos, aprovechando el Campeonato de Fútbol Femenino 2015. Sí, sin duda es una buena noticia, aunque tardía; sin embargo, el evento permite hacer –apuntar, más bien; que cada cual extraiga las reflexiones que crea oportunas– una analogía sobre el proceso de creación de la identidad de género en los videojuegos. Resulta que, entre 3.000 y 3.500 años después del Génesis, aquel mito de la creación de la mujer sigue vivo y coleando.

Que bien podría leerse así:

16.1 Los creadores de FIFA, el videojuego, formaron un universo, que era la cancha, que respondiera a la física del balón.

16.2 Y lo poblaron de hombres, esforzados. Para que jugaran otros hombres. Y permitieron que esos hombres pusieran nombre a piruetas, regates y paradas durante una década y media.

16.3 Al año 15, quizá por aquello del marketing, los creadores decidieron, dar vida a una versión femenina.

16.4 Y lo hicieron a partir de esas otras costillas que son las líneas de código del varón.

16.5 Quien exclamó: «Esta vez sí es programación de mi programación. Esta será llamada mujer, porque de mi código ha sido tomada”.