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¿Cómo puedo proteger a mayores y pequeños de los golpes de calor en verano?
Las insolaciones y golpes de calor son problemas de salud muy típicos de la época estival y, por desgracia, un problema importante que causa numerosas muertes cada verano
Cuando llega el verano se habla mucho de los golpes de calor pero, ¿por qué se producen?
Las altas temperaturas, con o sin ola de calor, son habituales durante el verano. Por lo tanto, es muy importante que todas las personas, y en especial los más mayores, realicen una adecuada prevención contra el golpe de calor y reconozcan los síntomas de la hipertermia, para evitar así la deshidratación y sus complicaciones asociadas.
El aumento de las temperaturas y la exposición al sol generan en nuestro cuerpo un aumento de la sudoración que conlleva una pérdida de líquidos que, si no se reemplazan adecuadamente, nos generarán una deshidratación y a su vez un aumento de nuestra temperatura corporal por encima de los 40 grados (hipertermia). En caso de no ser tratada de forma adecuada, puede conllevar a una situación crítica para la salud.
Mi madre es muy mayor y cuando llega el verano tiene muchos problemas de salud. ¿Cómo puedo evitar que sufra un golpe de calor?
Es importante saber identificar los diferentes síntomas de la hipertermia como son: boca seca, dolor de cabeza o cefalea, náuseas o vómitos, mareos, escalofríos, piel roja y seca, calambres musculares, taquicardias, desorientación, pérdida de conciencia o confusión.
Para evitar la hipertermia o el golpe de calor debemos:
- Hidratarnos frecuentemente con agua, frutas o infusiones aunque no tengamos sensación de sed (recordemos que los adultos mayores tienen una disminución de la percepción de la sed y del calor).
- Realizar comidas ligeras.
- Utilizar ropa fresca de algodón y de colores claros, gorras o sombreros, sombrilla y crema solar.
- Mantener la habitación y la casa bien ventilada.
- Evitar la exposición directa al sol entre las 12:00 y 17:00.
Me voy de vacaciones con mi hijo a la playa y siempre quiere estar en el agua, ¿tengo que obligarle a esperar después de comer o puede sufrir un corte de digestión? ¿Qué qué debo hacer si eso ocurre?
El llamado “corte de digestión” o síncope de hidrocución se produce por un cambio de temperatura brusco que genera que los vasos sanguíneos de la piel se dilaten para regular la temperatura. Esto provoca que la sangre se distribuya hacia la piel y descienda el flujo sanguíneo del resto de los territorios.
En cuanto a los baños en la piscina o en la playa, no existe un tiempo estricto para poder bañarse tras las comidas, si bien se recomienda no realizar comidas copiosas antes de los baños. Es importante que el cambio de temperatura no sea brusco, es decir, deberíamos mojar al niño poco a poco, intentando refrescar la zona de los brazos, cuello y cabeza antes de sumergirlos en el agua.
Si ese proceso se produce de forma rápida, pueden aparecer síntomas como mareo, escalofríos, náuseas o vómitos, sudores o incluso la pérdida de conciencia en casos graves. Hay que recordar que en niños la superficie de piel es mayor que en el adulto en relación al peso, por tienen más facilidad para perder calor por la piel y deshidratarse.
Asimismo, los pequeños, especialmente los menores de 2 años, no son capaces de regular la temperatura corporal con la misma eficacia que los adultos. Es por esto que es muy importante asegurar una buena hidratación con agua o preferiblemente con soluciones de rehidratación oral, así como evitar la exposición directa al sol en horas centrales del día, además de cubrir la cabeza, tronco y brazos con prendas ligeras y frescas.
Cuando llega el verano se habla mucho de los golpes de calor pero, ¿por qué se producen?