PREGUNTA. Soy mujer, tengo 55 años y mi pareja dice que ronco mucho por las noches, ¿es algo de lo que tenga que preocuparme?

RESPUESTA. Pese a estar culturalmente aceptado, la presencia del ronquido de manera habitual durante todas las noches es un síntoma que nos debe hacer consultar con nuestro médico. Estos pacientes pueden evolucionar y presentar trastornos más severos en el futuro, o incluso estar padeciendo ya desde el inicio el llamado síndrome de apneas obstructivas del sueño (SAOS). Se estima que el 25% de los hombres y casi el 10% de las mujeres padecen este síndrome.

El médico deberá evaluar a cada persona en busca de otros síntomas que sugieran problemas mayores. Por ejemplo, somnolencia, cansancio marcado, dolores de cabeza o hipertensión arterial.

P. ¿Cuál puede ser la causa? No me había pasado hasta ahora.

R. Respiramos a través de un tubo que conforma la vía aérea, muy complejo y con diversas estructuras en su interior, y cuyas paredes están formadas en su mayoría por estructuras musculares laxas. Evidentemente, pese a estar dormidos, debemos mantener una respiración basal suficiente que nos permita oxigenarnos durante el sueño. Debemos tener en cuenta que la relajación muscular intensa que se produce durante el sueño, y el propio efecto de la gravedad al tumbarnos, hacen que el tubo por el que respiramos se estreche en mayor o menor medida. De esta manera, si el estrechamiento es acusado, el aire produce un efecto que hace vibrar las paredes del tubo produciendo ruido que denominamos ronquido.

El acortamiento del sueño profundo y reparador de manera habitual genera el denominado SAOS, que tiene consecuencias médicas de trascendencia

Esta situación puede producirse por uno o varios condicionantes anatómicos propios de cada persona (velo del paladar elongado, base de la lengua grande, mandíbula pequeña...) que con el paso del tiempo pueden empeorar por determinadas medicaciones, como las benzodiacepinas usadas para dormir; la ganancia de peso; el consumo de sustancias como tabaco o alcohol, o la suma de varios de estos factores.

P. ¿Tiene consecuencias para mi salud más allá de no descansar bien?

R. En casos más severos, el tubo que comentábamos con anterioridad puede llegar a obstruirse de manera parcial o total, produciéndose lo que denominamos apnea. Si esta situación se produce, efectivamente, puede tener otras consecuencias para su salud.

En el momento en que se establece una apnea, nuestro organismo es capaz de detectarlo e instaura una serie de mecanismos que impiden que dejemos de respirar. Esto lo realiza a expensas de pasar a una fase del sueño más superficial, en la cual permanecemos dormidos, pero no descansamos. El acortamiento de este sueño profundo y reparador de manera habitual genera el denominado SAOS, el cual tiene consecuencias médicas de mucha trascendencia como, por ejemplo, problemas cardiovasculares o neurológicos graves a medio y largo plazo. Se estima que, en España, existen más de dos millones de personas con síntomas o problemas derivados de una SAOS que permanecen sin diagnosticar.

P. ¿Tiene solución?

R. Existen múltiples tratamientos que pueden enfrentar de manera adecuada su problema. Tanto en casos de ronquido como en casos de SAOS, debe establecerse una terapia individualizada para cada paciente. El primer paso, no obstante, es mantener una higiene del sueño: evitar estimulantes, no realizar ejercicio físico antes de dormir, mantener un número suficiente de horas de sueño, evitar dormir entre horas…

El primer paso es mantener una higiene del sueño: evitar estimulantes, no realizar ejercicio físico antes de dormir, evitar dormir entre horas...

Por un lado, existen tratamientos conservadores con diversos dispositivos como férulas de avance mandibular (en casos seleccionados), dispositivos que obligan a evitar diversas posiciones durante el sueño que favorecen la aparición de la apnea, o la conocida CPAP (máquina que introduce un pulso de aire durante el sueño que hace que la vía respiratoria permanezca permeable) que consiguen buenos resultados en el control de esta enfermedad.

Por otra parte, hoy en día, se han desarrollado nuevas terapias quirúrgicas tanto para el tratamiento del ronquido (infiltración de sustancias esclerosantes, radiofrecuencia…) como del SAOS. En el momento actual, estamos realizando nuevas técnicas de faringoplastia (cirugía del paladar y la faringe) menos agresivas y cirugías para tratar obstrucciones más inferiores mediante abordajes a través de la boca asistidos por el robot quirúrgico Da Vinci, con excelentes resultados y muy buena tolerancia para los pacientes. En todo caso, debemos recordar que ante cualquiera de los síntomas de alarma comentados, se debe realizar una valoración médica completa para personalizar los tratamientos.

Si tiene alguna duda sobre la consulta resuelta y quiere más información, puede contactar con el Hospital Quirónsalud Barcelona.