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Estrés veraniego, ¿cómo escapar de él?
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Rocío Mayoral

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Estrés veraniego, ¿cómo escapar de él?

Por fin llegó la fecha. Tras un año intenso, muchos estarán comenzando unas merecidas vacaciones. Y aunque sorprenda, alguno se sentirá culpable. Será un autónomo, casi

Por fin llegó la fecha. Tras un año intenso, muchos estarán comenzando unas merecidas vacaciones. Y aunque sorprenda, alguno se sentirá culpable. Será un autónomo, casi seguro. Pero, ¡de eso nada! Tomar unos días de descanso debiera ser obligatorio. Necesitamos desconectar del trabajo y concienciarnos de que las vacaciones no son un lujo. Son una necesidad. Al menos, en eso insisten las últimas investigaciones.

Existen sobradas evidencias de que los periodos de desconexión laboral aportan grandes beneficios a la saludY es que hoy existen sobradas evidencias de que los periodos de desconexión laboral aportan grandes beneficios a la salud. Pero también que un mundo marcado por la prisa, la falta de tiempo y el estrés, acaba pasando una factura muy alta. Y si alguien alberga dudas debiera fijarse en Japón, donde son habituales jornadas laborales de 70 horas. Según parece, la falta de vida propia y la dedicación extrema al trabajo, ha disparado las patologías. Las bajas por estrés son muy superiores a otros países. También el número de cardiopatías y los casos de envejecimiento prematuro. Incluso, han creado un nuevo vocablo: karoshi. Con él denominan la muerte por exceso de trabajo. Un mal de proporciones alarmantes y responsable de 40.000 muertes al año. Una barbaridad. No debiéramos pasar por alto datos como estos. Muchos países avanzan en la misma dirección.

Y es en este contexto donde se debe reconsiderar la importancia del descanso vacacional. Según una investigación presentada en marzo de 2010 en Savannah, Georgia, EE.UU., en el congreso de la Sociedad Americana de Psicosomática, las vacaciones son imprescindibles para la salud. Durante nueve años se estudió a una amplia muestra de 12.000 hombres en torno a los 50 años. Se pudo demostrar que tener un periodo fijo de descanso al año reduce un 20% la probabilidad de patología coronaria y el riesgo total de muerte, en un 30%.

Así que nada de culpa. Todos necesitamos desconectar unos días. Y aunque no viajemos. Debemos reparar nuestra mente y disfrutar. Claro que no siempre es tan fácil como parece.

El verano también estresa

 Y es que a veces llegan las ansiadas vacaciones y con ellas algo inesperado: el estrés. No es contradictorio. Muchas son las causas que pueden convertir el verano en una pesadilla. Existen algunos estresores destacados, como el clima: Se ha demostrado que el exceso de calor y el viento tienen efectos muy desestabilizadores. Si es vulnerable, cuidado. Sucede lo mismo con la falta de sueño. Hay evidencias de su alto poder desestabilizante. Calor, ruidos, almohada, jet lag… Son palabras que suelen acompañar al verano y los viajes. Téngalo en cuenta.

Algunos países nórdicos recomiendan tomar vacaciones en lugares con sol, por el bien de la empresa y del trabajadorSi se tiende a la tristeza, se debe considerar que los destinos soleados tienen efectos reparadores sobre el ánimo. Hoy sabemos que la luz estimula la melatonina, favorece emociones positivas y alegría. Algunos países nórdicos recomiendan tomar vacaciones en lugares con sol, ¡por el bien de la empresa y del trabajador!

Pero hay otras fuentes de estrés que afectan sobre todo a quienes han tenido un mal año y “necesitan” que todo salga bien. A veces el viaje no responde a las expectativas; hay gastos excesivos, tráfico, masificación... Todo esto puede disparar pensamientos intrusivos o ansiedad. Para ellos, planificar bien las vacaciones es algo obligado.

Pero sin duda, el principal motivo de estrés en vacaciones suele ser la convivencia. Una pena. Muchos no se acostumbran a pasar tanto tiempo en pareja y mucho menos, con los niños. ¿Qué hacer con ellos?, ¿cómo distraerles tantas horas? Si sólo pensarlo le agobia, revise bien su plan de vacaciones. Puede que aún esté a tiempo.

Estrés veraniego. ¿Cómo escapar de él?

Muchos estudios aportan claves valiosas. Resumiremos algunas.

  • Elegir el destino a su gusto. A veces somos complicados. Si estamos muy cansados, ¿por qué hacer un tour por Italia? Si odiamos el sol ¿por qué ir a la playa? Y si a su pareja le gusta, sombrilla y cerveza es un gran plan. Entrene sus habilidades de negociación. Se juega mucho.
  • Si viaja con niños, adapte el destino a la edad de estos. A veces nos empeñamos en lo imposible. Si quiere cuidar su mente, deje el recorrido por el Nilo para otra ocasión.
  • Prepare bien el viaje. Trate de evitar sorpresas con el hotel o los metros a la playa. Mire por Google Earth, pregunte, sea pesado. Son sólo unos días de descanso al año.  
  • Opte por vacaciones que pueda pagar. Algunos no pueden desconectar de lo que gastan y así no hay quien disfrute. Importa el plan y la compañía. Las estrellas del hotel son lo de menos.
  • Obligado. Intente abandonar cualquier conexión con el trabajo- Recuerde que desconectar es casi una prescripción médica. Aunque usted no lo perciba, su cuerpo y su mente sí. Las vacaciones pueden ser un buen momento para valorar su nivel de adicción al mail y al móvil.
  • Dedíquese tiempo. Haga deporte, libera mucho estrés. Juegue al mus o lea. Se ha demostrado que el tiempo para uno mismo es clave para lograr equilibrio y sensación de plenitud.
  • No se obsesione con descansar. El descanso que más necesitamos es el mental y ese se consigue desconectando del ritmo diario, no durmiendo. No se agobie.
  • Relaciones personales. La investigación confirma que son el mejor antídoto contra el estrés. En general, las cuidamos poco. No hay tiempo. Aproveche las vacaciones.
  • Potencie actividades en familia. Si son divertidas, mejor. Un día verá que no tiene de qué hablar con la pareja o que los hijos ya no cuentan nada. Las experiencias compartidas son el mejor cohesionador familiar. Coman juntos; fije actividades familiares obligatorias; pacte con los jóvenes; desarrolle la imaginación.
  • Disfrute sus amistades. La convivencia familiar puede ser intensa,  o aburrida. Los amigos disminuyen tensiones, generan alegría. Quede con ellos, viaje, pero no se pase. Cuide la intensidad.

Está claro. La fórmula para disfrutar de la vida no es tan difícil, pero a veces lo complicamos mucho. No desaproveche estos días de descanso; aunque permanezca en su ciudad. Quién sabe lo que tendremos por delante a partir de septiembre. ¡Puede ser que las vacaciones de este año sean mucho más importantes de lo que ni siquiera imaginamos!

Por fin llegó la fecha. Tras un año intenso, muchos estarán comenzando unas merecidas vacaciones. Y aunque sorprenda, alguno se sentirá culpable. Será un autónomo, casi seguro. Pero, ¡de eso nada! Tomar unos días de descanso debiera ser obligatorio. Necesitamos desconectar del trabajo y concienciarnos de que las vacaciones no son un lujo. Son una necesidad. Al menos, en eso insisten las últimas investigaciones.