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Oportunidad 2.0: el placer del 'remake' en nuestra vida
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Oportunidad 2.0: el placer del 'remake' en nuestra vida

Tras escuchar embelesado un cuento de los Hermanos Grimm, oímos decir al niño con sus grandes ojos brillantes muy abiertos y una sonrisa suplicante: “Otra vez”.

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Oportunidad 2.0: el placer del 'remake' en nuestra vida

Tras escuchar embelesado un cuento de los Hermanos Grimm, oímos decir al niño con sus grandes ojos brillantes muy abiertos y una sonrisa suplicante: “Otra vez”.

Blancanieves, La Cenicienta, Hänsel y Gretel, La bella durmiente, Juan sin miedo o Pulgarcito fueron cuentos populares de tradición oral que los Hermanos Grimm, tras escucharlos repetidas veces, recopilaron, elaboraron y publicaron. Con el tiempo, al ser leídos una y otra vez por el público, se fueron adornando y adaptando a los gustos de la sociedad del momento y más tarde al público infantil, incorporando ilustraciones fantásticas de su hermano Ludwig en la “Edición pequeña” de 1825. 

Los propios Hermanos Grimm sucumbieron al placer de volver a editar varias y diferentes ediciones de sus “Cuentos para la infancia y el hogar” en varias fechas: en 1812, 1815, 1817, 1825, 1837 y 1858, en las que a veces adornaban y otras veces censuraban sus propias palabras, cambiaban personajes o conductas de éstos para convertirlas en historias mejores y más adaptadas al momento que vivían.

Los cuentos de los hermanos Grimm se han traducido a más de 160 idiomasCon el paso del tiempo otros artistas embelesados por las historias de los Grimm se dejaron llevar por el placer de volver a escuchar y darse la oportunidad a sí mismos de transformarlas en obras de teatro o en guión como hizo Walt Disney. He leído que hasta ahora se han traducido a más de 160 idiomas y tanto los cuentos como los personajes han sido adaptados al teatro, ópera, cine, pintura, publicidad y moda en estos 200 años. Sin ir más lejos, el año pasado se estrenaron tres películas basadas en el cuento de Blancanieves. Tarsem Singh dirigía Mirror, mirror protagonizada por Lily Collins y Julia Roberts, Blancanieves y la leyenda del cazador dirigida por Rupert Sanders y la española Blancanieves dirigida por Pablo Berger y protagonizada por Maribel Verdú.

Todas estas diferentes ediciones nos confirman el placer de niños y mayores de volver a leer, escuchar, ver la historia y la posibilidad de transformarla.

Al artículo anterior La magia de la primera vez añadimos hoy que si esa primera vez fue bella nos gustará recordarla o anhelar vivirla “otra vez”. De lo contrario, al igual que los Hermanos Grimm y otros cineastas, podemos reeditarla. También en la vida, como en la literatura y en el cine, tenemos la oportunidad de volver a cambiar, censurar o adornar nuestra escena más adaptada al momento que vivimos. La psicología, en sus diferentes orientaciones, ayuda a la persona a reeditar secuencias de su historia. Esta posibilidad no sólo ocurre en los cuentos infantiles: en una película reciente titulada en español La proposición, Sandra Bullock interpreta a una editora que confiesa que todas las Navidades lee Cumbres Borrascosas porque es su libro favorito.

Convirtiendo la tragedia en drama con final feliz

Cumbres Borrascosas es la única novela de Emily Brontë. Fue publicada por primera vez en 1847. Su hermana Charlotte Brontë tuvo la oportunidad de volver a editar una segunda edición póstuma. Se han hecho muchas adaptaciones, dramatizaciones, series y varias películas de esta novela: desde su adaptación de 1939, dirigida por William Wyler y protagonizada por Laurence Olivier y Merle Oyeron, hasta la de Luis Buñuel en 1953, ha habido decenas de versiones, en 1963, 1970, 1976, 1977, 1979, 1985, 1992, 2003, 2009 o 2011. 

¿Podemos crear esa segunda oportunidad en nuestra vida, en nuestro presente y cambiar el final?Es la historia de un amor desesperado y frustrado que destroza el alma de su protagonista Heathcliff, causando, dentro de una atmósfera asfixiante, un gran conflicto que conduce a los protagonistas hacia la infelicidad y el dolor en sus sentimientos apasionados para toda la eternidad. Al final, con la nueva generación de los protagonistas, el argumento da un giro, proporcionando un final feliz a una historia de odios y desencuentros de sus familias.

No siempre sale bien la primera vez, y podemos crear una segunda oportunidad sin necesidad de esperar (como ocurre en Cumbres Borrascosas) a que sean nuestros descendientes, las nuevas generaciones, quienes conviertan la tragedia en drama con final feliz. ¿Acaso podemos crear esa segunda oportunidad en nuestra vida, en nuestro presente y cambiar el final? Si en la vida cotidiana existe la posibilidad de intervenir, ¿está en nuestra mano y hacemos cuanto podemos ya sea en relación al tema ocurrido, los personajes que intervenimos o la atmósfera para adaptar el Remake de nuestra historia?

La novela que siempre parece nueva

Orgullo y Prejuicio de Jane Austen fue publicada hace también 200 años y leída reiteradas veces a lo largo de la historia. Desde entonces han sido múltiples versiones con diferentes lecturas a través del tiempo. En sus inicios se decía que aunque se leyera una y otra vez, siempre parecía nueva. En el siglo XX se leyó entendiendo la estrechez (ya fuera física, emocional o económica); más tarde, como el estilo de sobrellevar situaciones difíciles; y en la actualidad, como las relaciones sentimentales y roles de género. A medida que avanzamos en edad y experiencia también se nos presta la posibilidad de hacer varias lecturas de nuestra propia vida y de las segundas oportunidades que se nos presentan. ¿Lo tenemos en cuenta? ¿Lo aprovechamos y lo utilizamos? ¿Nos proponemos el placer de volver a vivirlas? 

Cuando voy al Museo del Prado, ya antes de ir, saboreo el placer de volver a ver la sala de Velázquez. Antes que mis contemporáneos y yo, son muchos los pintores de todo el mundo que han acudido con el placer de mirar una y otra vez esas obras del que se ha llamado “pintor de pintores”. Pensemos en Las Meninas: una vez puedes mirar el detalle de las manos, sin estar nítidas y perfiladas dan sensación de movimiento, u observar una pintura dentro de otra pintura y buscar la división entre pintura y realidad. Otra vez, puedes mirar como miró y descubrió para sí Manet, cuando fue al Museo del Prado y vio la parte inferior del cuadro Pablo de Valladolid: “la mejor clase de pintura en Velázquez”, dijo cuando descubrió que este personaje, sin estar pintado el suelo, está agarrado a la tierra. Y por eso decidió llamarle “Pintor de los pintores”.

Diferentes lecturas, copias, adaptaciones y puesta en escena hemos visto de Las Meninas y cualquiera de sus detalles estudiados por la historia del arte y la pintura. El mismo Pablo Picaso tiene su versión de Las Meninas con su estilo de cubismo.

Gran número de artistas han realizado obras a partir de Las Meninas, entre ellos Richard Hamilton, Antonio Saura, o el Equipo Crónica. También escultores se han unido con obras relacionadas como Jorge Oteiza en el 1958 con la escultura Homenaje a Las Meninas, Las Meninas de la serie Entretenimientos en el Prado de Pablo Serrano o Las Meninas de Manolo Valdés, entre las que me deslicé cuando estuvieron frente al mar en Santander.

A mi parecer, al igual que en el arte, en la vida cotidiana existe la posibilidad de un remake, una segunda oportunidad. Si soñamos con el placer de volver a repetir esa magia de la primera vez usemos el sueño y la razón, formando en su conjunto nuestra propia segunda oportunidad, nuestro propio ser; con la intención de crear una nueva versión, con un pequeño esfuerzo humano, ya que todo está dentro de nosotros -en la psique o fuera de ella-, adornando la secuencia que recordamos para hacer énfasis en qué y cuanto nos gustó, emitiendo comportamientos que fueron inoportunos, creando nueva versión o simplemente por el placer de volver a…

Tras escuchar embelesado un cuento de los Hermanos Grimm, oímos decir al niño con sus grandes ojos brillantes muy abiertos y una sonrisa suplicante: “Otra vez”.