Orgullosos, sí, ¿pero de qué?

Ayer me llamaron tres amigos para ir al cine, son homosexuales y lo llevan a gala. Acepté la propuesta, me apetecía volver a verles. Son personas brillantes en su día a día. No obstante, se pasaron la película Antes de anochecer, (de la que nos habló Laura en su anterior artículo), dando saltos, estaban muy nerviosos, algún codazo recibí de más. "¡Vaya, estos también quieren que sostenga su angustia!"

Iñaki salió dos veces del patio de butacas, una vez a fumar, otra vez al servicio. Primero pensé que era un excéntrico, después me di cuenta que mis amigos pueden ser neuróticos también. Iñaki es coordinador de varios bancos. Su “adineramiento” y su amistad me impidieron ver en un primer momento, su padecimiento psíquico.

Vosotros no podéis entender que haya ciudades gais, libros gais y películas gaisUna vez finalizada la fabulosa película, James me dijo que tenía problemas con su pareja al igual que los protagonistas de la historia. Me remangué para atender el sufrimiento que esto le estaba generando. En su decir, siempre apostillaba con la palabra “gay”. Celebración que tenían unos días más tarde. Aceptó acudir el lunes a una consulta con su pareja. 

–Pero los gais somos diferentes, las parejas de gais tenemos otras características, ¿sabrás hacerlo? –dijo. 

–Allí estaré –respondí.

–Quizás sería mejor buscar a un homosexual para atendernos –insistió.

–Bueno, pues si cada vez que buscas un médico tienes que encontrar alguien que haya padecido muchas enfermedades, en vez de un estudioso de esa materia, hazlo –comenté.

-¿Ves? Vosotros no podéis entender que haya ciudades gais, libros gais, películas gais –arguyó.

–Si os digo la verdad, no llego a entender muy bien esas catalogaciones, tampoco cuando se dice cine de mujeres… Sí que entiendo películas con una temática determinada, incluso los géneros me parece que son falsos, son clasificaciones para acercar al espectador a una película… –exclamé.

–Si no te conociésemos, pensaríamos que eres homófobo –me dijeron los tres.

–Y si no os quisiese os diría que sois unos “fachistas” y unos estúpidos, me invitáis al cine, y luego, os pasáis todo el tiempo hablándome de vuestros problemas, cuando atender eso es mi trabajo, y yo había quedado con mis amigos, no con mis pacientes, y ya que estamos de sinceridades, me parece muy precipitado pensar que si dos hombres o dos mujeres se acuestan son homosexuales. He atendido a muchas parejas formadas por personas del mismo sexo y ninguna era “homosexual” en el sentido de que cada una desempeñaba un papel complementario, tenía psiques masculina y femenina, incluso alternándose dependiendo del momento o de la situación del día –afirmé un poco cabreado.

–Pero, si tú te vienes con nosotros y celebras el día del Orgullo Gay y nos tratas bien, ¡¿cómo puedes estar en nuestra contra?! –Iñaki dijo ofendido.

–Pero, ¡¿quién está en contra de quién?! Pienso de forma diferente, el día del orgullo es un día para la diversión y se han conseguido muchos avances sociales, habéis conseguido con mucho sudor que la alcaldesa de Madrid, este año, haya flexibilizado las normas de la ciudad, todas las tiendas del centro de la capital ponen la  bandera multicolor, los partidos políticos saben que hay un lobby, pero me resulta extraño alguien que habla y nombra la palabra "gay" en cada frase constantemente; es como temer a la libertad y haber encontrado un grupo que genere un “ser” perdiendo parte de las diferencias de cada uno de vosotros –expresé pensando que no me iban a comprender.

–Cuando el otro día me comentaste la relación de fantasías homosexuales entre el celoso de la película Él de Buñuel, y el exnovio de su mujer, me di cuenta que la homosexualidad desde la psicología no es igual que para nosotros, para ti puede haber “homosexualidad” entre dos chicos o chicas por el hecho de hablarse y para nosotros, la homosexualidad es acostarse y convivir, como en Filadelfia o en Brokeback Mountain –aseveró tranquilamente.

–La sexualidad está en la palabra y todo lo que hacemos lo impregnamos de ello, la genitalidad es más reducida, pensarlo más ampliamente también es subversivo.