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Si no somos capaces de colaborar juntos, no podremos sobrevivir
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Mario Alonso Puig

Empecemos por los principios

Por
Mario Alonso Puig

Si no somos capaces de colaborar juntos, no podremos sobrevivir

El hornet es una especie de avispa enorme que vive en el Japón. Su tamaño es seis veces superior al de una abeja y su peso veinte veces mayor.

El hornet es una especie de avispa enorme que vive en el Japón. Su tamaño es seis veces superior al de una abeja y su peso veinte veces mayor. Las crías de hornet se alimentan de las crías de abejas. Por eso, los hornets han de atacar los panales y matar a las abejas para poder llevarse su botín.

En Japón están empezando a importar abejas europeas porque dan el doble de miel que las japonesas. Lo que resulta absolutamente impactante es el hecho de que cuando los hornet atacan los panales de abejas europeas, las abejas se defienden atacando de manera aislada a los intrusos. El resultado final es que en tres horas, cerca de treinta mil abejas yacen en el suelo decapitadas por las poderosas mandíbulas de los avispones. Cuando los primeros hornet se acercan a los panales de abejas japonesas algo muy diferente ocurre, y es que estas comienzan a hacer vibrar sus músculos para aumentar el metabolismo y elevar su temperatura corporal. Entonces se lanzan sobre el enemigo y lo envuelven con su calor. Con cámaras térmicas se observa cómo en el centro de la bola de insectos, que es la estructura en la que está el hornet envuelto por las abejas, se alcanza una temperatura de cuarenta y cuatro grados centígrados, temperatura a la que el terrible insecto muere. Las valientes abejas morirían si la temperatura se elevara tan sólo dos grados más.

Las lecciones de la Madre Tierra

Una vez más, la Naturaleza nos da un impresionante ejemplo de cómo, incluso entre los insectos, la cooperación aumenta exponencialmente el potencial de sus miembros. No existe una diferencia esencial en la capacidad de defensa entre una abeja europea y una japonesa. Lo que marca la diferencia de resultado es la relación tan diferente que se establece entre un tipo y otro de abejas.

Existe un enorme potencial que puede ser liberado cuando comprendemos cómo conectar con los demás, con sus ilusiones, con sus talentos, con sus necesidades y sus miedos. La conexión es la base para generar la confianza imprescindible para que haya cooperación.

Olvídate de todas las razones por las que tú eres el que tiene la razón e intenta ver el mundo desde donde la otra persona está

Imagínate que un día tienes una discusión importante con un ser querido, con un compañero de trabajo o con alguien de alguna manera cercano a ti. Te sientes herido, enfadado e incluso perplejo. Te preguntas: ¿cómo es posible que él o ella no lo puedan entender? Todo está tan claro para ti... En esta situación no apetece seguir hablando del tema, no sea que se pueda estropear la cosa aún más. Poco a poco las emociones van quedando sumergidas en el fondo de tu corazón y con el tiempo parece como si ya no hubiera dolor. Sin embargo, cuando te vuelves a acercar a esa persona sabes que hay cosas de las que no conviene hablar. Poco a poco os alejáis el uno del otro. La comunicación se ha debilitado y con ella vuestra capacidad de crear algo nuevo y valioso. Es un juego donde ambos habéis perdido. Puede que exista para alguno la ilusión de una victoria, pero no puede existir victoria cuando se daña la comunicación, porque con ella también se daña, como hemos visto, la confianza y la cooperación.

Hay algo mucho más positivo que podemos hacer, algo que emana de nuestro ejercicio de la libertad:  antes de buscar que él o ella te comprendan, intenta tú comprender. Olvídate de todas las razones por las que tú eres el que tiene la razón e intenta ver el mundo desde donde la otra persona está. Elige no juzgar sino verdaderamente comprender. 

Comprender no es lo mismo que estar de acuerdo. Dos personas que no están de acuerdo en algo pero que se comprenden, pueden encontrar alternativas de solución que no están disponibles para aquellos que ni tan siquiera intentan entenderse.

“Para comprender el valor de un día preguntadle a un trabajador temporal que tenga diez hijos que alimentar / Para comprender el valor de un minuto preguntadle a alguien que haya perdido el tren / Para comprender el valor de un segundo preguntadle a alguien que haya salvado la vida en un accidente / Para comprender el valor de un milisegundo preguntadle a alguien que haya ganado la medalla de plata en una Olimpiada / Para comprender el valor de una vida preguntadle a alguien que la haya echado a perder”.

El hornet es una especie de avispa enorme que vive en el Japón. Su tamaño es seis veces superior al de una abeja y su peso veinte veces mayor. Las crías de hornet se alimentan de las crías de abejas. Por eso, los hornets han de atacar los panales y matar a las abejas para poder llevarse su botín.

Cooperación Japón Corazón
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