La gran tragedia con la que debe acabar la agenda de desarrollo Post-2015

La semana pasada se inauguró la 68ª Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas que se estará celebrando en Nueva York hasta el próximo 16 de diciembre. Aunque los 193 respresentantes de los estados miembros tratarán todo tipo de asuntos, la revisión de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que se acordaron en el año 2000 será uno de los temas centrales, dada la relevancia y alcance del compromiso, quizás el más relevante de los alcanzados nunca en la ONU.

Bajo el título, La agenda de desarrollo Post-2015: preparando el terreno, la Asamblea de la ONU concretará el proceso de definición del nuevo marco post 2015 que englobará las políticas de desarrollo hasta el año 2030 y reflexionará sobre el incumplimiento de los objetivos acordados en 2000: erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el SIDA y la malaria, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una alianza global para el desarrollo.

El objetivo de Cáritas es que los representantes políticos ante la Asamblea General se comprometan a seguir una hoja de ruta clara para erradicar el hambre

En una iniciativa conjunta, Cáritas Internationalis y las Cáritas de Europa, a las que pertenece Caritas España, han reclamado a los líderes mundiales un “compromiso real y firme para acabar con la tragedia del hambre”, el primer punto de los ODM, el más crítico y el que, sobre el papel, debería ser más fácil de alcanzar. Cáritas Española ha remitido sendas cartas con esa demanda al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, y al secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrrollo (AECID), Gonzalo Robles. El objetivo de la organización es que los representantes políticos ante la Asamblea General se comprometan a seguir una hoja de ruta clara para aprobar un nuevo marco donde la lucha contra el hambre y el derecho a alimentación sean el centro de todas las políticas posteriores.

Un objetivo primordial y básico

“Creemos que la erradicación del hambre, de la inseguridad alimentaria y de la malnutrición deben ser los objetivos básicos de la nueva meta mundial que acuerden los miembros de la ONU y que no es otra que la ‘Pobreza Cero’, aseguran los responsables del Grupo de Cooperación Internacional de Cáritas Europa. El comunicado de Cáritas asegura que la pobreza extrema y el hambre sólo pueden ser erradicadas si las desigualdades se reducen y los derechos humanos se protegen. Además, considera una “prioridad absoluta” impulsar las políticas que generen un impacto positivo en la vida de los grupos más vulnerables y marginados de la sociedad, y que apoyen el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

Nuestra visión es la de un mundo sostenible para las generaciones futuras, donde todas las personas tengan acceso a la alimentación, la salud y la libertad

La organización sostiene que la agenda Post-2015 debe tratar de reorientar el modelo económico actual para que sea justo y equitativo con los pobres y para buscar el desarrollo sostenible en los países del Tercer Mundo, algo que “sólo puede lograrse poniendo a la persona en el centro del desarrollo y de cualquier actividad política y económica”.

En opinión de Cáritas Europa, la nueva agenda debe partir del artículo 2º de la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo de las Naciones Unidas: “La persona es el sujeto central del desarrollo y debe ser, a la vez, el participante activo y el beneficiario del derecho al desarrollo”. Una afirmación que va en consonancia con el discurso del Papa Francisco, que ha insistido en repetidas ocasiones que la persona debe ser el centro de las políticas económicas y de cualquier otro tipo. “Nuestra visión es la de un mundo sostenible para las generaciones futuras, donde todas las personas tengan acceso a la alimentación, la salud y la libertad, y la oportunidad de vivir una vida pacífica en un planeta sostenible y limpio”,  ha explicado Michel Roy, secretario general de Cáritas Internationalis.

Para velar por el cumplimiento de los compromisos alcanzados, Cáritas insiste en la necesidad de crear un mecanismo que supervise y evalúe el cumplimiento de los mismos. Tras esta Asamblea es prioritario que los acuerdos no caigan en saco roto y contribuyan realmente a satisfacer las necesidades de los más desfavorecidos.