Es noticia
La ética del trabajo que sí da beneficios: las 10 historias más inspiradoras
  1. Alma, Corazón, Vida
  2. Empecemos por los principios
Héctor G. Barnés

Empecemos por los principios

Por
Héctor G. Barnés

La ética del trabajo que sí da beneficios: las 10 historias más inspiradoras

Lamentablemente, hemos olvidado que en la célebre frase de Winston Churchill de la II Guerra Mundial, el "esfuerzo" se unía a la "sangre, sudor y las lágrimas"

Foto: Michael Jordan no habría sido el jugador que fue si no hubiese entrenado en su tiempo libre. (Reuters)
Michael Jordan no habría sido el jugador que fue si no hubiese entrenado en su tiempo libre. (Reuters)

Blood, toil, sweat and tears, o lo que es lo miso, “sangre, sudor, esfuerzo y lágrimas”. Recientemente, Leopoldo Abadía recordaba en un tweet que la célebre sentencia de Winston Churchill se ha recordado en nuestro país simplemente como “sangre, sudor y lágrimas”, despreciando la importancia del que seguramente sea el más importante de todos los factores, el esfuerzo.

Sabemos que detrás de muchas de las grandes historias de éxito existe mucho trabajo e inspiración, pero también un alto porcentaje de suerte, por lo que tendemos a olvidar que en muchos de esos casos hay horas, días, semanas, meses y años de esfuerzo dedicados a conseguir sus objetivos… Y a mantenerlos. A continuación presentamos diez personajes conocidos por todos y que aparte del sudor dedicaron gran parte de esfuerzo y lágrimas a progresar en la vida.

Michael Jordan

¿Cómo se consigue ser uno de los mejores deportistas de la historia? Seguramente las condiciones físicas con las que se nace sean un factor esencial, pero también lo es lo que se hace con ellas gracias al entrenamiento. Como han contado sus entrenadores, Jordan era en sus inicios un tirador funesto, pero consiguió mejorar su técnica dedicando un año completo a tal objetivo. Como escribió Phil Jackson de él, “aún me maravilla cómo su entusiasmo nos da energía. Nunca se toma un día libre”.

Jeff Bezos

El hombre que ha cambiado el mundo del comercio con Amazon y que puede cambiar el del periodismo tras su adquisición de The Washington Post es lo que en Estados Unidos se denomina un ‘workaholic’: en los primeros tiempos de la tienda online, podía pasar trabajando 12 horas al día, 7 días a la semana, para que todos los productos fuesen enviados a tiempo. Una ética que el éxito y el dinero no han hecho desaparecer.

Kanye West

Para ser un macarra, acostarse con Kim Kardashian y compararse con Dios, hay que habérselo ganado antes, parece sugerir la historia del autor de Yeezus. En sus inicios, el rapero trabajaba tan duro que estuvo a punto de morir, después de quedarse dormido al volante tras pasar varios días sin dormir y estrellarse y partirse la mandíbula. Apenas tres semanas después del accidente grabaría el que fue su primer gran single, «Through the Wire».

Howard Schultz

Cualquiera que haya leído El desafío Starbucks (Aguilar) habrá quedado sorprendido por la tremenda capacidad de aguante del CEO de la compañía cafetera. En dicho volumen, Schultz relata su incansable ética trabajadora, que lo lleva a estar permanentemente conectado y a llegar a la oficina cada día a las seis de la mañana, para quedarse allí hasta la noche.

Eminem

Otro nombre que, como el de Kanye West, contradice la noción de que los raperos son unos vagos con suerte. Como se ha contado en repetidas ocasiones, Eminem leía cada día el diccionario para aprender nuevas palabras con el objetivo de vencer en las batallas de rimas a sus adversarios. Puede llegar a pasar 15 días en un estudio y como recuerdan sus colaboradores, cuando no está escribiendo o componiendo, se dedica a escuchar más música que le dé ideas.

Sheryl Sandberg asegura que es capaz de conciliar su vida laboral y su vida personal. (Reuters)Sheryl Sandberg

Fue precisamente el polémico Lean In: Women, Work and the Will to Lead (Knopf) el libro que situó a la directiva operativa de Facebook en el centro de la polémica. En él defendía que su vida profesional y la personal eran completamente compatibles, y que otras mujeres debían seguir su ejemplo, ya que ella dejaba el trabajo a las cinco y media de la tarde para poder cenar con su familia. Lo que no quedaba tan claro es que pasa el resto del día respondiendo correos electrónicos, hasta altas horas de la noche.

Marissa Mayer

Otra poderosa mujer como Sandberg es Marissa Mayer, CEO de Yahoo que ha llegado lejos gracias a sus jornadas semanales de 130 horas mientras trabajaba en Google y una absoluta disponibilidad: llegó a dormir debajo del escritorio. ¿Excesivo? Quizá historias como la suya nos hagan preguntarnos si de verdad merece la pena sacrificar tiempo y salud… a cambio de uno de los puestos más importantes en el mundo de la tecnología y de ocupar el puesto número 32 entre las mujeres más poderosas del planeta.

Tim Cook

No te sorprendas si a las cuatro de la mañana recibes un correo electrónico delhombre que ocupó el lugar de Steve Jobs al frente de Apple. Tampoco lo hagas si trabajas para él y te convoca un domingo por la noche o si sigue en su puesto de trabajo cuando el resto de la empresa ya se ha marchado. Él es así.

Paul, Ringo, John y George

Canciones como «Strawberry Fields Forever» o «Penny Lane» nunca habrían sido posibles si los cuatro de Liverpool no hubiesen pasado meses en Hamburgo tocando ocho horas al día ante marineros borrachos y prostitutas. El éxito popular también se trabaja, y no hay mejor formación que la que proporciona una de las audiencias más hostiles del planeta.

Venus y Serena Williams

La mayor parte de personas piensan, cuando descubren que dos miembros de la misma familia han tenido éxito en el deporte, que el talento es genético y heredado. De lo que pocos se dan cuenta es de que lo que tienen en común estas familias es que han llevado a cabo un esfuerzo semejante. Es el ejemplo de las tenistas Williams. Se levantaban a las seis de la mañana cuando tenían apenas siete años; más tarde, iban al colegio, y después, volvían a la pista. Una historia que puede ser también un buen mal ejemplo para aquellos padres obsesionados con el éxito de sus hijos.

Blood, toil, sweat and tears, o lo que es lo miso, “sangre, sudor, esfuerzo y lágrimas”. Recientemente, Leopoldo Abadía recordaba en un tweet que la célebre sentencia de Winston Churchill se ha recordado en nuestro país simplemente como “sangre, sudor y lágrimas”, despreciando la importancia del que seguramente sea el más importante de todos los factores, el esfuerzo.

Trabajo Marissa Mayer Steve Jobs Laboral
El redactor recomienda