¿Qué tiene un barrio normal y corriente de una ciudad periférica para llamar la atención de un estadounidense? La respuesta probablemente está en la configuración de sus calles
No se trata solo de una cuestión de sueldos, sino también de parcialidad de los contratos. Las mujeres son las que más sufren esta fórmula creada para una cosa y utilizada para otra
El término "depresión moderna" se utiliza para nombrar a esas personas que, paralizadas y a la defensiva, comienzan a cerrarse en sí mismas ante las exigencias del mundo laboral
Soñamos con ser cultos, sensatos y amables, que la educación nos haría vivir en una utopía cultural y meritocrática. La realidad nos empujó al pelotazo del 'Pasapalabra'
La propuesta del PSOE de elevar la asignatura a troncal ha reabierto heridas que parecían cerradas: las de varias generaciones que lo pasaron fatal con la dichosa gimnasia
Somos muy progresistas y avanzados, pero la amistad entre hombres y mujeres sigue viéndose como sospechosa. Ellas se aprovechan, y ellos son unos pagafantas. Ya está bien
Ya está bien de considerar las vacaciones una excepción en nuestro estado natural de trabajadores. Lo que hay que hacer es echar el cierre del país y dedicarnos a vaguear
Una carta abierta a todos aquellos que, por compromiso, nos obligan a pasar una fría y cara noche en un restaurante lleno de borrachos para suavizar nuestra mala conciencia
Años de pensamiento positivo nos ha hecho desconfiar de la felicidad impostada. Pero la tristeza, si se convierte en capital cultural, puede ser igual de falsa y peligrosa, si no más
La próxima vez que vea un ridículo mensaje escrito en una fea tipografía, piénselo dos veces antes de compartirlo: quizá eso es lo que pretenden que haga
'La educación en España', de Wert, es tanto una reivindicación de la Lomce como una sutil 'vendetta' con el partido que le dejó caer como uno de los peores ministros de la historia
No existe mayor consenso hoy en día que sobre la reconfortante creencia de que los demás son más tontos que uno. El problema es que si todos lo piensan, alguno se equivoca
Hacer dos días de cola para conseguir un 'smartphone' de 200 euros parece ridículo, pero forma parte de la realidad de la clase baja. Trabajar mucho, cobrar poco, buscar gangas
Las casualidades no existen, lo que ocurre es que somos previsibles, repetitivos y obsesivos. Pero está bien que así sea, porque es la única manera de crear nuestro mundo
Algunos no llegan a fin de mes y otros no saben qué hacer con el dinero que les sobra. Estamos atrapados en la trampa de pensar que podemos comprar nuestra identidad