Es noticia
¿Cómo no nos dimos cuenta de lo que estaba pasando?
  1. Alma, Corazón, Vida
  2. Psicólogos 4YOU
Vicente Prieto

Psicólogos 4YOU

Por

¿Cómo no nos dimos cuenta de lo que estaba pasando?

¿Dónde estábamos mientras se desarrollaba el problema? ¿Cómo no nos dimos cuenta de lo que estaba pasando? Son preguntas que se hacen muchos padres cuando se

¿Dónde estábamos mientras se desarrollaba el problema? ¿Cómo no nos dimos cuenta de lo que estaba pasando? Son preguntas que se hacen muchos padres cuando se les informa del diagnóstico de su hija/o. La anorexia nerviosa es un trastorno del comportamiento alimentario caracterizado fundamentalmente por una disminución voluntaria en la ingesta de comida.

Inician una dieta de adelgazamiento y comen cada vez menos cantidad. Presentan una preocupación permanente por la comida y un miedo exagerado a ganar peso. Desarrollan una percepción distorsionada de la imagen de su propio cuerpo, viéndose con un peso mayor y con una figura con unas dimensiones que no se corresponde con los datos reales. Realizan ejercicio físico exagerado. Se provocan el vómito con frecuencia para que no les alimente lo que han comido y sentirse más ligeras y en ocasiones utilizan laxantes. Poco a poco tienden a aislarse de la familia y de los amigos. Sienten ansiedad, irritabilidad estado de ánimo bajo, que pueden llegar a la depresión. El sueño sufre alteraciones. Padecen irregularidad menstrual o amenorrea e impotencia en los chicos. El deterioro físico y psicológico puede llegar a ser muy importante si no se trata adecuadamente este trastorno severo.El deterioro físico y psicológico puede llegar a ser muy importante si no se trata adecuadamente este trastorno severo

Es un trastorno que se va desarrollando de manera oculta por parte de los jóvenes y a los padres no les resulta fácil su detección. En primer lugar porque ni se imaginan que les pueda estar pasando esto a ellos, pensamos que las cosas malas les pasan a los demás. No obstante, me gustaría describir alguno de los comportamientos que nos puede ayudar a detectar a tiempo este trastorno psicológico para poder tratarlo lo antes posible por profesionales expertos y que ya he hecho referencia en la definición de la anorexia.

1º. Es importante supervisar a los adolescentes en el cumplimiento de los hábitos saludables, comida, aseo, sueño, ejercicio físico, además de conocer lo suficiente de la red de amigos que tiene y el rendimiento académico. Si observamos cambios significativos en estos hábitos tenemos que ver qué es lo que está pasando.

2º. Observar la regularidad de la menstruación en las niñas para descartar distintos problemas relacionados con su desarrollo físico.

3º. Comentar y hacer un seguimiento de los cambios significativos en su comportamiento o en su toma de decisiones. Ejemplo, si nuestro hijo ha decidido por su cuenta iniciar una dieta sin que esté justificado. Si tiene sobrepeso y es necesario iniciar la dieta, hacer los controles médicos frecuentes y elaboraremos la comida acorde con el cumplimiento de los objetivos.

4º. Si vemos que hace demasiado ejercicio, que aprovecha cualquier situación para estar de pie o pasear por la casa, sentémonos para hablar y ver lo que está pasando.

5º. Si se levanta nada más comer y se mete en el baño, observemos este proceso.

6º. Revisar de vez en cuando su habitación, posiblemente esté escondiendo la comida o tenga comida almacenada de aquellos alimentos que se ha autoprohibido.

7º. Si tiene cambios en su estado de ánimo caracterizados por irritabilidad, bajones emocionales y nerviosismo, acerquémonos y ofrecerle nuestra ayuda pero sin dejar de observarle durante días.

8º. Si comprobamos que se aísla en su habitación y deja de salir con amigos, preguntar qué es lo que pasa.

9º. Un hábito saludable tan importante como el sueño se ve alterado en las jóvenes con anorexia. Comprobemos de vez en cuando si descansa o no, si escuchamos ruidos a deshoras.

10º. Si aumenta el consumo de productos light, observar si lo está generalizando al resto de comidas. Es importante comer juntos siempre que se pueda. Observar conductas de alimentación extrañas a lo que hasta este momento venía haciendo. Si se pesa excesivamente, también es un motivo para intentar saber qué está pasando.

11º. Que se revise los dientes ya que suelen presentar problemas como consecuencia de los vómitos. Este también puede ser un indicador de lo que puede estar pasando. Estos puntos entre otros muchos pueden darnos pistas a los padres de que su hijo está desarrollando un trastorno en la conducta alimentaria.

Cómo prevenir

Por otra parte, la familia no debería ser un caldo de cultivo que facilite este problema y para eso es importante tener en cuenta los siguientes aspectos: No sobreproteger a los hijos generando relaciones de dependencia y de escasa autonomía personal. Educarles en la responsabilidad y que hagan todo lo que puedan hacer por sí mismos y darles la oportunidad de poder enfrentarse a sus problemas utilizando sus propios recursos. Compartir exigencias adecuadas pero no excesivas para abordar las tareas académicas y de otra índole.

Comunicarse de manera positiva y frecuentemente. Que la familia no esté “especialmente” preocupada por la imagen física, por adelgazar, aunque es fundamental tener todos los miembros, hábitos saludables. Si se hacen dietas, que estén justificadas, pos salud fundamentalmente y no por estética. Que no haya una discordia frecuente entre los padres y enfrentar los problemas desde el diálogo, gestionando lo mejor posible las emociones. Fomentar la autoestima de los hijos y hacer un seguimiento frecuente de sus hábitos de manera constructiva, es una etapa de la vida que nos siguen necesitando aunque ellos no lo reconozcan.

¿Dónde estábamos mientras se desarrollaba el problema? ¿Cómo no nos dimos cuenta de lo que estaba pasando? Son preguntas que se hacen muchos padres cuando se les informa del diagnóstico de su hija/o. La anorexia nerviosa es un trastorno del comportamiento alimentario caracterizado fundamentalmente por una disminución voluntaria en la ingesta de comida.