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Mala Fama

La traición de Burger King: eso no es una hamburguesa

La cadena culmina el proceso de destrucción de la realidad iniciado por el pensamiento posmoderno

El 'whopper' vegetal de Burger King.

Era inevitable: lo que iniciaron los pensadores franceses Foucault, Derrida o Deleuze debía completarlo una cadena de comida rápida. Burger King acaba de abrir en Madrid un restaurante 100% vegetariano. Quiere decirse que habrá que buscar si hay un McDonald's cerca. Su producto estrella es, obviamente, la hamburguesa vegetariana. Realmente hay que anotar que 'hamburguesa vegetariana' supera con mucho todos los sueños de aniquilación del lenguaje del autor de la frase “no escribo sin luz artificial” (Derrida). La 'hamburguesa vegetariana' no existe, y sin embargo la venden desde hace unos días en el paseo del Prado de Madrid. Todos los periódicos se han hecho eco de que en el paseo del Prado de Madrid venden una cosa que no existe.

Casi 100 años han pasado desde que René Magritte pintara 'Esto no es una pipa'. Magritte era una persona cabal. Pintaba una pipa y le decía a la gente que no era una pipa, que recordaran que existía la realidad y, luego, y según cómo, su representación. No era muy complicado de pillar. Pero Foucault creyó luego que hacían falta 90 páginas para entender un cuadro que se entendía perfectamente. Consiguió que nadie entendiera ya nada: “En ninguna parte hay pipa alguna”.

'Esto no es una pipa', de René Magritte (1928).

La situación es esta: no existe la realidad, no existe la verdad, no existen los hechos y en ninguna parte hay hamburguesa alguna. Por ello, una hamburguesa sin un gramo de carne es una hamburguesa. Burger King lleva setenta años asando carne picada y ahora lidera la lucha contra la ingesta de carne con un restaurante donde llama hamburguesas a lo que no son sino sándwiches vegetales un poco más monos. Como es obvio, lo primero que se hizo dentro de la napoleónica campaña de 'marketing' de este restaurante Burger King 100% vegetariano fue pagar a 'El Mundo Today' (“contenido patrocinado”) para que publicara una nota. Pero, ojo, el pago de Burger King a 'El Mundo Today' no perseguía publicitar su restaurante ecológico; no buscaba introducir en la conversación social la paradoja “hamburguesería vegetariana”, para luego certificarla; lo que buscaba este desembolso era anular el chiste que 'El Mundo Today' habría hecho si no le hubieran pagado. Es como dar la exclusiva a un periódico para que no señale un escándalo.

Notarán enseguida que esta columna no viene pagada por Burger King. Creo que hay que destruir Burger King. A los que fuimos niños de provincias llegando a Madrid para ir al Museo del Prado, cuando lo único que nos importaba era probar por fin un menú del Burger, esta conversión del vino en agua que pretende la cadena de hamburgueserías nos traiciona íntimamente. Burger King no puede ser vegetariano, Burger King es la primera línea de defensa de la dieta carnívora, de las tardes tontas con la chica que te gusta y de la comida basura de la juventud. Desde mañana, todos al McDonald's, que por lo menos tiene principios.

Desde mañana, todos al McDonald's, que por lo menos tiene principios

En un vídeo fascinante que acompaña toda la campaña verde de, recordemos, una trituradora de carne de espectro planetario, y después del concurso estrambótico de Mario Vaquerizo como imagen de la movida, aparecen dos señores con corbata sonriendo de los ecológicos que se han puesto. Yo, la verdad, los despediría. Uno dice: “El nuevo 'long vegetal' tiene sobre todo un sabor y una textura excepcional, muy parecidos a los de su versión cárnica tradicional”. Esto me parece muy fuerte.

Vaquerizo inaugura el primer restaurante vegetal de una conocida cadena de hamburguesas

La hamburguesa, que nunca le ha hecho daño a nadie, pasa de pronto a considerarse “versión cárnica tradicional”. ¿Cómo va a ser la hamburguesa la 'versión cárnica' de una hamburguesa vegetal? ¿Cómo va a ser el original la copia de la copia? ¿Crearemos mañana la tortilla de patata sin patata y a la tortilla de patata la llamaremos “tortilla de patata franquista” porque está hecha con toda la incorrección política de las pobres patatas?

Luego está el 'efecto valle inquietante' de la hamburguesa vegetal. O sea, haces una hamburguesa vegetal y tu principal preocupación es que, por su sabor y su textura, parezca una hamburguesa de verdad. ¿No sería más fácil hacer hamburguesas de verdad, que además las llevas haciendo 70 años? ¿Hay algún cliente que acuda a comer una hamburguesa y pida una hamburguesa que no lo sea, pero que lo parezca mucho? ¿Eso en los cocainómanos no es como cuando les dan cal de la pared?

Burger King tiene todo el derecho del mundo a abandonar el negocio de la carne y convertirse en un restaurante de ensaladas. O sea, en Salad King. Lo que no puedes es llamar 'burger' a un sitio donde no se sirve ni un gramo de carne, aunque todo parezca hecho de carne y sepa igual que la carne, siendo de manufactura vegetal. Porque también podría hacerse al revés: servir carne de verdad y decir que es una ensalada. Si tú puedes llamar hamburguesa a cuatro lechugas planchadas ¿por qué yo no puedo llamar ensalada a la carne picada?

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Burger King Mario Vaquerizo
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