Es noticia
Algo más que unas “cartas al director”
  1. Comunicación
  2. Foro Interno en Construcción
Gustavo Bravo

Foro Interno en Construcción

Por
Gustavo Bravo

Algo más que unas “cartas al director”

Una de las secciones más leídas en la prensa han sido siempre las famosas “cartas al director”. Tal y como se mostraba, parecía ser la sección

Una de las secciones más leídas en la prensa han sido siempre las famosas “cartas al director”. Tal y como se mostraba, parecía ser la sección más auténtica y cercana, ya que en ella se reproducían textos de personas “como tú y como yo”, que se suele decir. Irónicamente, esa imagen de autenticidad procedía de las páginas más sesgadas, sectorizadas, y muy a menudo inventadas, que se podían leer en los periódicos o revistas.

Algunos identifican esas populares cartas con los comentarios que acompañan a las noticias en los medios digitales. Me consta que muchos lectores de El Confidencial pasan del titular directamente a los comentarios, por lo que al menos sí que se parecen en eso de ser “de lo más leído”. Gracias al cielo, en todo lo demás es distinto. Aquí no se clasifican ni se inventan opiniones. Eso sí, en ocasiones se censuran las malas formas. Los comentarios aquí se comen como los pimientos de padrón, y ya se sabe.

Algunos lectores de esta columna expresaban ayer su rechazo a destacar algún comentario en la portada. Es cierto que de momento los comentarios que se están mostrando son elegidos por nuestra redacción, pero es algo temporal. Pronto podrán valorar ustedes mismos los comentarios y tendremos maneras más objetivas de destacarlos. Llamo del mismo modo a la tranquilidad y a la confianza de los que temen que esto se convierta en una guerra de bandas en las que minar los comentarios contrarios y ensalzar los de la propia vertiente. Estamos trabajando en ello y hemos reflexionado sobre todas esas cuestiones. Pronto sabrán cómo será.

Usuarios invitados

De todas las medidas adoptadas, la que ha suscitado mayor polémica ha sido la de suprimir los usuarios invitados. Tres semanas después aún nos llegan cartas en las que se nos expresan “desconformidades” con esta medida, algunas de las cuales guardan mejor el decoro que otras.

Esta manera de participar permitía opinar sin registrarse, de manera más fácil y de forma puntual. Esto, que a priori parece maravilloso, en la práctica general se traducía en insultos y comentarios ofensivos hacia la redacción o hacia otros lectores. Otra contraprestación de estos comentarios es que no se mostraban directamente. Era necesario validarlos antes de publicarlos (principamente por la primera razón expuesta). Dados los malos usos que se hacía de esta libertad y el retraso que producía en la publicación de otros comentarios, optamos por suprimir esta opción. Como siempre pagan justos por malhechores, pero muerto el perro se acabó la rabia.

A mí personalmente me ha llamado la atención el rechazo que han mostrado algunos lectores a esta medida, y más cuando el único dato obligatorio que se exige para registrarse es un correo electrónico. Tendrán sus razones, no lo dudo.

Una vez eliminada la opción de comentar como invitado las descalificaciones casi han desaparecido, será que ya no merece tanto la pena insultar cuando hay que molestarse en introducir unos datos… Sea como fuere “el foro”, como aquí le llaman, se muestra con mucho mejor humor desde entonces. Nosotros también. Los cambios están teniendo una buena acogida entre los acérrimos y los noveles. No hay mayor recompensa. Somos así de fáciles. Ayer sin ir más lejos, a un lector le bastó un comentario para arrancar una sonrisa a la directora técnica. Será verdad entonces que a pesar de las horas esto merece la pena.

Una de las secciones más leídas en la prensa han sido siempre las famosas “cartas al director”. Tal y como se mostraba, parecía ser la sección más auténtica y cercana, ya que en ella se reproducían textos de personas “como tú y como yo”, que se suele decir. Irónicamente, esa imagen de autenticidad procedía de las páginas más sesgadas, sectorizadas, y muy a menudo inventadas, que se podían leer en los periódicos o revistas.