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Peter Jackson, de la fiesta al sopor
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Carlos Prieto

Animales de compañía

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Peter Jackson, de la fiesta al sopor

El director pone el punto final al ‘El hobbit’ entre largas colas y el desprecio de la críticas. ¿Son aburridas las películas del rey del entretenimiento?

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Empecemos sin medias tintas: las películas de El hobbit son soporíferas. En efecto, he aquíuna opinión tan subjetiva que podría sonararbitraria, pero que se puede argumentar. Aunque es verdadque la trilogía sigue teniendo mucho tirón comercial (¿pueden estar equivocados tantos millones de espectadores?), no es menos cierto que El hobbit, cuya última parte se estrenó el viernes, ha supuesto el divorcio entre Peter Jackson (Nueva Zelanda,1961) y la crítica tras una larguísima luna de miel.

En otras palabras: hasta que hizo El hobbit, Jackson tenía eso tan difícil de alcanzar llamado prestigio crítico/comercial, y ahora solo tiene prestigio comercial.

Y no estamos anteun problema de esnobismo crítico/cultural: muchos de los críticos que vibraron con la trilogía de El señor de los anillos cargan ahora contra El hobbit por causas variopintas; por ejemplo, que lo que daba para una película se haya convertido en una (interminable) trilogía por cuestiones monetarias.

Lo que más duele no estanto que las tres películas de El hobbit no sean buenas, algo que uno estaría dispuesto a perdonar si ofrecieran algún tipo de diversión, lo verdaderamente grave es que sean un rollo patatero. Algo imperdonable atendiendo a la historia cinematográfica de Peter Jackson.

Jackson empezó siendo un cineasta de culto para minorías cinéfilas, lúdicas y gamberras. Un titán de la serie B y el bajo presupuesto llegado desde Nueva Zelanda para dinamitar tus reproductores BETA y VHS. El director se dio a conocer en 1987 con la desmelenada Bad taste, en la que unos extraterrestres invadían Nueva Zelanda para hacer picadillo (literalmente) a sus habitantes. Hablamos de una de las carnicerías fílmicas más desternillantes de los años ochenta.

Tres años después, subió la apuesta del mal gusto con la descacharrante Meet the Feebles, donde unos Teleñecos macarras perpetraban una orgía de sangre, destrucción y carcajadas. En su discurso de agradecimiento tras recoger el Oscar al mejor director por El señor de los anillos. El retorno del rey, Jackson se acordó así the Meet the Feebles: Esta película “fue sabiamente pasadapor alto por la Academia”.

El desenfreno gore tocó a su fin en 1992 con Braindead, que en España se llamó Tu madre se ha comido a mi perro, inolvidable vuelta de rosca a las películas sobre zombis (que entonces no estaban de moda) con la participación de una enfebrecida Diana Peñalver.

Visto que el director tenía cada vez más fans en todo el mundo, Hollywood decidió echarle el guante.Adiós al Peter Jackson más gamberro, hola al Peter Jackson dispuesto a aportar una nueva sensibilidad al cine juvenil/adulto para todos los públicos.

De esa época son dos nuevas películas de culto: la evocadora Criaturas celestiales (1994) protagonizada por una novata Kate Winslet, y la tan incomprendida como divertida Agárrame esos fantasmas (1996), con Michael J. Fox, enésima muestra de la habilidad del director para mezclar acción y comedia. Entre medias, el cineasta parió otra de esas joyitas que jalonan su carrera, el falso documental La verdadera historia del cine.

Y ahora atentos a la cronología. Entre 1996 y 2014, entre su34 y su53 cumpleaños, Jackson rodó ocho películas, seis de ellas basadas en libros de Tolkien. Vamos, que lleva media vida sin salir de la Tierra Media.

El resto es historia más o menos conocida. Reventó las taquillas a con la trilogía El señor de los anillos (2001/2002/2003), se llevó unos cuantos Oscar, entretuvoa casi todo el mundo y se convirtió en el director/productor más poderoso de Hollywood.

Entonces comenzaron los problemas. El director ha rodado cinco películas tras El señor de los anillos y ninguna de ellas ha alcanzado el consenso crítico/comercial de antaño. De las fallidas King Kong (2005) y The Lovely Bones (2009), a la trilogía El hobbit (2012-2013-2014) que, para colmo, no tenía que haber rodado él: Guillermo del Toro abandonó el proyecto cansado de los retrasos (eran los primeros años de la crisis financiera).

Para rematar, una estadística escalofriante. Duración de la trilogía El señor de los anillos: 9 horas y 17 minutos. Número de páginas de El señor de los anillos: 1.424 (edición Minotauro). Duración de la trilogía El hobbit: 7 horas y 54 minutos. Número de páginas del libro: 288.

En efecto, cada página de El señor de los anillos sale a 0,4 minutos de película. Mientras que cada página de El hobbit sale a 1,6 minutos. Resumiendo: en El hobbit, Jackson se demoracuatro veces más en filmar cada página que en El señor de los anillos. Cuentas que pueden sonar un poco absurdas,pero que no estaríamos haciendo si El hobbit no se hubiera convertido en una de las experiencias fílmicas más interminables y cansinas del siglo XXI.Pues eso, que no mola dar gato por liebre. ¿Se acabó la diversión jacksonista?

Empecemos sin medias tintas: las películas de El hobbit son soporíferas. En efecto, he aquíuna opinión tan subjetiva que podría sonararbitraria, pero que se puede argumentar. Aunque es verdadque la trilogía sigue teniendo mucho tirón comercial (¿pueden estar equivocados tantos millones de espectadores?), no es menos cierto que El hobbit, cuya última parte se estrenó el viernes, ha supuesto el divorcio entre Peter Jackson (Nueva Zelanda,1961) y la crítica tras una larguísima luna de miel.

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