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La guerra costumbrista entre Aguirre y Carmena ya tiene hasta presos políticos
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Carlos Prieto

Animales de compañía

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La guerra costumbrista entre Aguirre y Carmena ya tiene hasta presos políticos

¿Qué se esconde detrás del escándalo de los titiriteros? Esperanza Aguirre agita la batalla cultural para minar a un carmenismo encantado de meterse en todos los jardines progres

Foto: Manuela Carmena y Esperanza Aguirre
Manuela Carmena y Esperanza Aguirre

Se abre el telón y aparece un extraterrestre que aterriza en España para estudiar nuestras costumbres políticas. Tras unos días de trabajo de campo, el alienígena envía el siguiente informe a sus superiores: “El paro juvenil sigue a tope. Ha habido elecciones, aún no hay Gobierno y Bruselas amenaza con nuevos recortes... pero las noticias que más soliviantan estos días a ambos campos del espectro ideológico son la túnica de los Reyes Magos y la obrita de unos titiriteros (amenazados, creo, con la cámara de gas). No entiendo nada. Dimito. ¡Están locos estos celtibéricos!”. ¿Cómo se llama la película? Guerras culturales a la española.

Significado de guerra cultural para los no familiarizados con el concepto: cuando las costumbres y los estilos de vida se convierten en el gran campo de batalla político (pinche aquí para ampliar información). De las rastas de un diputado a unos títeres punkies, pasando por todo aquello que polarice el eje carcas contra progres; eje, por cierto, que el 15M sustituyó por el eje económico/justicia social, pero que ha reaparecido ahora en todo su esplendor. La nueva guerra cultural tiene ya hasta presos políticos: dos titiriteros (que se dice pronto).

Espe va a morir matando

No es casualidad que la principal ganadora a día de hoy de la batalla costumbrista sea Esperanza Aguirre, que ha pasado de cadáver político a azote del carmenismo. Aguirre es una veterana de las guerras culturales, que exportó de EEUU en forma de ariete contra el zapaterismo y a golpe de jarana en los medios de comunicación. Bienvenidos a la derecha sin complejos que le disputa la hegemonía cultural a la progresía. ¿Qué cómo respondió la socialdemocracia a este desafío? ¿Empleando toda su energía política en denunciar las privatizaciones de hospitales y colegios en Madrid? No exactamente. Más bien entrando al trapo y poniendo el foco más en los gestos costumbristas –Chacón embarazada pasando revista a las tropas, etc.- que en la redistribución económica. Choque de trenes identitario. Crispación al alcance de todos. La gran rasgada de vestiduras nacional a cuenta de las costumbres ajenas. Retroalimentación que nos ha tenido entretenidos durante muchos años.

Tampoco es casualidad, por tanto, que las principales crisis del carmenismo hayan venido por el flanco cultural, con la Consejería de Cultura del Ayuntamiento de Madrid convertida en una máquina política achicharradora.

No es casualidad que las crisis graves del carmenismo hayan venido por el flanco cultural

A este ritmo la Consejería de Cultura va a tener que ser disuelta y puesta en manos de una gestora de tecnócratas llegados desde Bruselas. Tecnocracia especializada en actos que no ofendan a nadie. ¿Manualidades con plastilina?

En otras palabras: si el Ayuntamiento de Madrid va a centrar su gobierno en los gestos costumbristas –cabalgata, memoria histórica, cambio de nombres de las calles franquistas, saraos culturales punkies por carnaval- el aguirrismo se va a poner las botas.

Y si por una casualidad cuajara el gobierno PSOE/Podemos, prepárense para la madre de todas las batallas costumbristas, para el choque cultural final alimentado por ambas partes. Al menos hasta que Bruselas vuelva a lanzarnos las tijeras de hacer recortes y el eje económico recupere el control total de nuestras vidas.

PD: Estadística fascinante del Consejo de Informativos de TVE que permite entender mejor de qué va todo esto. Tiempo dedicado ayer a los titiriteros en el telediario de TVE: 5 minutos y 23 segundos. Tiempo dedicado al desplome internacional de las bolsas: 1 minuto. Resumiendo: los títeres son cinco veces más importantes que la hecatombe económica mundial. Claaaaaaaaro, y también dos huevos duros. Y ahora es cuando nos podemos echar todos a reír y a compadecernos de los pobres extraterrestres que no entienden la política española.

Se abre el telón y aparece un extraterrestre que aterriza en España para estudiar nuestras costumbres políticas. Tras unos días de trabajo de campo, el alienígena envía el siguiente informe a sus superiores: “El paro juvenil sigue a tope. Ha habido elecciones, aún no hay Gobierno y Bruselas amenaza con nuevos recortes... pero las noticias que más soliviantan estos días a ambos campos del espectro ideológico son la túnica de los Reyes Magos y la obrita de unos titiriteros (amenazados, creo, con la cámara de gas). No entiendo nada. Dimito. ¡Están locos estos celtibéricos!”. ¿Cómo se llama la película? Guerras culturales a la española.

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