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Vox es la nueva 'fariña': la honestidad brutal de Andrés Calamaro
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Carlos Prieto

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Vox es la nueva 'fariña': la honestidad brutal de Andrés Calamaro

El cantante argentino sacude el lado oscuro de la contracultura al pedir el voto para Abascal (o algo) coincidiendo con el 20 aniversario de su épica cumbre musical

Foto: Calamaro en jornada de reflexión
Calamaro en jornada de reflexión

1. Andrés Calamaro ha decidido celebrar los 20 años de 'Honestidad brutal' de un modo peculiar: pidiendo el voto para Vox... a su manera. "Prefiero el vértigo de los patriotas y reaccionarios", dijo en un comunicado que ha encantado al partido de Santiago Abascal. ¿Es contradictorio que una figura contracultural se arrime a la extrema derecha o hay un hilo secreto que une todas las decisiones de Calamaro? Palabra clave: vértigo.

2. En 1999, Calamaro se atrincheró en varios pisos con un cargamento de estupefacientes y no salió hasta parir un disco triple a tumba abierta: 'Honestidad brutal', hito del rock en español. Dormir ya tal. El vértigo de la 'fariña'.

Foto: La señora más franquista, en el documental.

3. Cualquier otro se hubiera ido a un sanatorio alpino para recuperarse de aquello; pero Calamaro no, a Calamaro le iba la marcha, Calamaro volvió a enclaustrarse para sacar poco después un disco quíntuple con 103 canciones: 'El salmón'. Un atrincheramiento con ecos a 'El precio del poder', donde a Tony Montana (Al Pacino) le pillaba la caída de su imperio criminal con la cabeza enterrada en la nieve que quema. "Me había convertido en un Al Pacino con un poco del abogado satánico y un obvio ingrediente de Tony Montana, aunque con menos visión para los negocios", cuenta el cantante en el libro 'Honestidad brutal. O la huida hacia delante de Andrés Calmaro'. El exceso por el exceso.

4. Olga Castreno, asistente argentina del cantante, amplió información en dicho libro sobre las erráticas grabaciones de esa época: "Yo tenía a la policía a las 4 de la mañana constantemente en [el piso de] Pacheco de Melo. ¿Cómo mantenés a alguien que está componiendo las 24 horas, con gente llamando, entrando y saliendo las 24 horas? Fue todo muy difícil. Para que comiera le tenía que poner el sándwich en el teclado, porque no se iba a levantar a comer. Cuando llevaba tres días sin dormir le podía decir: 'Venga, Andrés, ve a dormir', pero no estaba hablando con una persona, estaba en otro mundo por completo, no tenía las necesidades de una persona normal, como comer, ducharse o dormir. El mundo al que se había trasladado era él y la música. Y llega un momento en que me preocupa su salud, porque está pesando 49 kilos y usa pantalones de mujer, por la talla". Concepto clave: sándwich en el teclado.

5. Calamaro remataba así en el libro: "Digamos que fue una época perfectamente respetuosa con lo que se supone y se entiende como excesos en el 'rock lifestyle', todo lo 'ilegal, inmoral, que no engorda, más bien lo contrario'... Supongamos que alguien puede adivinar lo que son nueve meses de permanente 'happening' y abuso de neurotransmisores tóxicos y de 'destroyer party recording session concept'; aquella grabación fue todo eso pero multiplicado por cien".

6. "Yo no entiendo cuando sale en televisión la noticia de que desmantelaron una operación importante de piratería. Para el pueblo tiene que ser una mala noticia. Es como cuando pillan un barco lleno de coca. ¿Quién se alegra por eso?" (Andrés Calamaro en 2003 en la revista 'Ladinamo').

Prefiero el vértigo de los patriotas y reaccionarios

7. Desde 'El salmón', el cantante argentino ha ido dando tumbos, sacando discos con poca chicha, viviendo de rentas, devorado por un personaje desmedido. Pero Calamaro ha decidido ahora (o algo) volver a pasarse de frenada, esta vez por la (extrema) derecha. Más vértigo. La cabra tira al monte.

8. "Queridos ciudadanos de España y regiones. Mis valores los define mi voluntad, lo que considero no negociable… En este escenario soy reaccionario porque no tengo dramas en blindar las instituciones culturales", escribe Calamaro en su carta de amor a Vox. ¿Qué quiere decir? No es fácil de saber: siempre ha sido un maestro de la confusión conceptual, y sus aclaraciones posteriores a su apoyo a Vox han sido todavía más confusas: "Soy un hombre de la izquierda RACIONALISTA". Ya: y yo soy Teddy Roosevelt. Los textos de Calamaro, en definitiva, son los Manuscritos del Mar Muerto del rock: dentro de cien años seguiremos intentando descifrarlos. ¿A qué se refiere cuando sugiere que los reaccionarios "blindarán las instituciones culturales"? ¿A los toros? ¿Al tiro al pato? ¿Y cuándo dice que "los patriotas" son los únicos que "piensan en los obreros"? ¿Conocerá las propuestas económicas de Vox que, según algunos, alivian fiscalmente a los de arriba, crujen a los de abajo y quiebran sin querer la seguridad social? Lo único que parece estar claro es que él se fía de lo que digan "Escohotado, Sánchez Dragó y Morante de la Puebla". Pues bien: ahora que Calamaro se ha subido al globo de Abascal, cabría preguntarse: ¿Es la intelligentsia de Vox la mayor concentración de egos alfa pasados de rosca reunidos nunca en un solo partido?

Es como cuando pillan un barco lleno de coca. ¿Quién se alegra por eso?

9. Cecilia Bartolomécodirectora de un vibrante doble documental sobre la Transición: 'Atado y bien atado' y 'No se os puede dejar solos'— conoció esos años a "una dirigente muy importante de Fuerza Nueva, de una familia muy conocida" a la que preguntó: "¿Qué haces tú en este movimiento? No te pega". Respuesta de la joven lideresa del partido de extrema derecha: "Todos andamos entre Eros y Tánatos, nos movemos siempre al límite de la autodestrucción. Acabé aquí tras una crisis personal muy grande. Sé que vamos en contra de la Historia, de la racionalidad, pero no puedo librarme de mi parte autodestructiva, de Tánatos".

10. Andrés Calamaro también se muestra incapaz de librarse de su parte autodestructiva, de dejar de trotar por el filo del barranco, siempre al sol que más calienta: la primera ('Honestidad brutal') como tragedia y la segunda (Vox) como autoparodia. Porque claro: ¿A quién no le gusta mearse encima cuando lleva un pañal puesto y sabe que alguien acabará cambiándoselo? ¿Qué pasaría si todos nos dejáramos llevar y fuéramos por la vida corriendo desnudos, fumando crack, votando al 'fascio' y comportándonos como si tuviéramos tres años? ¿Qué pasará cuando no haya nadie dando un sándwich a los despendolados porque estemos todos despendolados? ¿Viva la muerte?

1. Andrés Calamaro ha decidido celebrar los 20 años de 'Honestidad brutal' de un modo peculiar: pidiendo el voto para Vox... a su manera. "Prefiero el vértigo de los patriotas y reaccionarios", dijo en un comunicado que ha encantado al partido de Santiago Abascal. ¿Es contradictorio que una figura contracultural se arrime a la extrema derecha o hay un hilo secreto que une todas las decisiones de Calamaro? Palabra clave: vértigo.

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