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Tus hijos van a seguir comprando libros de youtubers por mucha rabia que te dé
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Paula Cantó

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Paula Cantó

Tus hijos van a seguir comprando libros de youtubers por mucha rabia que te dé

Son los que más éxito están teniendo en la Feria del Libro y también los más criticados, pero estos libros de las estrellas de YouTube no se van a comer a vuestros hijos

Foto: Luna Dangelis y ElRubius son dos de los youtubers con más éxito en venta de libros.
Luna Dangelis y ElRubius son dos de los youtubers con más éxito en venta de libros.

“¿Quién es Elashow? El sábado en la Feria del Libro llegaba la cola casi hasta mi casa”. Esto lo contaba en Twitter hace unos pocos días una persona muy desorientada. Normal. Si ya has pasado la edad de merendar pan con chocolate -yo lo dejé más tarde, pero me estoy refiriendo a la tierna niñez y la adolescencia- es normal que no tengas ni idea de por qué hay una niña en una de las casetas de la feria madrileña. Yo tampoco tenía ni idea y aún estoy en una edad en la que puedo considerarme joven sin añadir un “pero”. Bien, Elashow tiene diez años, un canal de YouTube que lo ha reventado a base de trucos, manualidades, muchos colorines y una vocecita que suena a Disney Channel. Ahora tiene un libro y eso, querido amigo de Twitter, es lo que ha generado esa cola que ha llegado hasta tu casa.

Cientos de personas -adolescentes, niños, jóvenes- esperan ilusionadas las firmas más polémicas de la Feria del Libro: las de los youtubers. No es la primera edición en la que toman protagonismo. El año pasado, la espera para llegar a la caseta de la youtuber Luna Dangelis superaba las dos horas. Una cola formada casi en su totalidad por chicas de no más de 16 años. En 2014 ElRubius ya había abierto la veda con su ‘El libro troll’. “Es una saga de libros, lo que significa que no va a haber solo este, sino muchos más”, explica en un vídeo Elashow para el horror de los puritanos que defienden a capa y espada la buena literatura, la única que merece ser comprada.

El desprecio a los youtubers hace que, aunque viven de inventar, grabar y montar vídeos, lo suyo no se considere un trabajo real. Por eso, un libro publicado por un youtuber saca ojos de sus órbitas y espuma rabiosa por la boca: “No es literatura de verdad”, “se están cargando los libros”, “es una basura que leen niños”. Yo quiero abrir un melón que igual a alguien le da urticaria: “Youtubers, seguid sacando libros”.

Los libros de los youtubers fomentan la lectura. Guste o no, tienen un público masivo que leerá con gusto todo merchandising que se publique bajo el sello de su ídolo. Algo similar pasa con quienes acumulan miles de seguidores en sus redes sociales y se lanzan a publicar libros de pseudopoesía, de versos cuquis y superficiales, como esos con los que triunfábamos al escribirlos en la agenda del cole con bolis de colores. “El debate se plantea mal al valorar esta poesía desde el punto de vista formal, aquí predomina la comunicación, conectar con la gente frente al estilo”, explicaba la editorial Frida a El Confidencial en un reportaje publicado por María Zuil y Rafael Méndez.

No, no es literatura de calidad, no es un ensayo sesudo, no es un clásico de la literatura, pero un niño al que se le quiera embutir 'Moby Dick' hasta que la prosa enciclopédica le salga por las orejas, tiene todas las papeletas para no querer saber en un futuro nada de clásicos, nada de ensayos y nada de literatura. Los libros que les gustan -que ahora, porque lo marca la época, son los de los youtubers- les acostumbran a leer y, lo más importante, a darse cuenta de que leer puede ser entretenido.

Foto: Las firmas de la Feria del Libro o del Día del Libro son un medidor de quién es ídolo de la literatura y quién no (Foto: Efe)

Pensar que la lectura de estos libros es perjudicial para los adolescentes es tan absurdo como pensar que las personas no evolucionamos. Yo, que era la fan número uno de la colección de ‘Kika Superbruja’, puedo asegurar que a mis 25 años ya he superado esa fase. De verdad que ya no intento hacer conjuros en el baño de la redacción. Fanáticos que queréis convertir el mundo literario en algo sectario: los adolescentes no son idiotas -alguno hay, claro, igual que adultos-. Que ahora quieran entretenerse no significa que no vayan a descubrir nada más -en España se publicaron cerca de 90.000 títulos en 2017- ni que con 60 años y la piel curtida se vayan a balancear arrepentidos en su mecedora, lamentándose porque de Pérez Reverte solo llegaron a leer sus tuits. Hasta puede que, en un futuro, nos demos cuenta de que ambos mundos no son incompatibles, como encerrarse en casa con Arvo Pärt de fondo pero luego bailar desenfrenado Sonia y Selena en una verbena.

placeholder El youtuber AuronPlay firma ejemplares durante la Feria del Libro de Madrid en 2016 (EFE)
El youtuber AuronPlay firma ejemplares durante la Feria del Libro de Madrid en 2016 (EFE)

Hay una verdad innegable, quizá la que más escuece, y es que los youtubers venden. Con sus páginas sin pretensiones, plagadas de entretenimiento y poca sustancia, desde autobiografías hasta historias de ficción, pasando por libros de consejos, de estilo de vida o de humor, están ayudando a revivir un sector editorial que navega en la precariedad. Adoradores del papel que huele tan bien, recelosos del Kindle: ¡los jóvenes están comprando libros físicos! Sus publicaciones no os están pervirtiendo la literatura, están ofreciendo una puerta más grande y entreabierta para hacerla apetecible a unos niños y adolescentes que se han criado en una época en la que internet es el centro de todo.

En general, da la impresión de que la literatura juvenil siempre será criticada. Da igual que sean youtubers u otros fenómenos de masas que no se sirvieron del trampolín YouTube: las sagas de ‘Harry Potter’ o ‘Crepúsculo’ también han tenido que soportar su tormenta de mierda particular, a pesar de que nadie os clava una pistola en la sien para que leáis el capítulo en el que Edward transforma en vampiro a Bella -supongo que no os importará un spoiler de esto-. ¿También deberíamos considerar, entonces, un insulto al mundo editorial que Arguiñano sea un éxito de ventas? Dejemos que la gente disfrute. Vuestra libertad para elegir qué historia leeréis este mes y que descansará en vuestra mesita por las noches sigue intacta. Dejad que los jóvenes tengan la suya y guardad vuestro odio voraz. Youtubers, seguid escribiendo libros.

“¿Quién es Elashow? El sábado en la Feria del Libro llegaba la cola casi hasta mi casa”. Esto lo contaba en Twitter hace unos pocos días una persona muy desorientada. Normal. Si ya has pasado la edad de merendar pan con chocolate -yo lo dejé más tarde, pero me estoy refiriendo a la tierna niñez y la adolescencia- es normal que no tengas ni idea de por qué hay una niña en una de las casetas de la feria madrileña. Yo tampoco tenía ni idea y aún estoy en una edad en la que puedo considerarme joven sin añadir un “pero”. Bien, Elashow tiene diez años, un canal de YouTube que lo ha reventado a base de trucos, manualidades, muchos colorines y una vocecita que suena a Disney Channel. Ahora tiene un libro y eso, querido amigo de Twitter, es lo que ha generado esa cola que ha llegado hasta tu casa.

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