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Este libro de autoayuda es muy raro: cómo ser feliz siendo liberal
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Ramón González Férriz

El erizo y el zorro

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Este libro de autoayuda es muy raro: cómo ser feliz siendo liberal

La lección de Alexandre Lefebvre es imprescindible para quienes se sienten liberales y ven cómo el mundo se vuelve cada vez más autoritario y refractario a las libertades individuales

Foto: Un grupo de gente haciendo yoga en los años 70. (Getty Images/Keystone)
Un grupo de gente haciendo yoga en los años 70. (Getty Images/Keystone)

Muchos libros de autoayuda tienen un rasgo en común: creen que la solución a tus problemas está en otro país, en otro tiempo, en otras formas de pensamiento. Muchos te dicen que para encontrar el equilibrio debes sumergirte en la mentalidad budista, practicar yoga o asumir la filosofía de un emperador romano estoico que vivió hace casi dos mil años. Una obra de esa clase rara vez te dirá algo así como: "En realidad, tus ideas, las que ves a tu alrededor, son las correctas. Lo único que tienes que hacer es entenderlas un poco mejor y profundizar en ellas".

Pero el libro del que voy a hablarles hoy hace justo eso. Se titula Liberalismo como forma de vida, es obra de Alexandre Lefebvre y lo acaba de publicar en español la editorial Deusto. Para Lefebvre, la respuesta a muchas de nuestras inquietudes está precisamente en el pensamiento que tenemos más cerca, que es más nuestro y está más generalizado: el liberalismo.

Lefebvre, que es profesor de filosofía política en la Universidad de Sídney, empieza reconociendo que la palabra "liberalismo" significa muchas cosas distintas: en Estados Unidos define a la gente de izquierdas y aquí, bueno, a Esperanza Aguirre. Para él, esa palabra tiene connotaciones vinculadas a la libertad individual, a la igualdad basada en la noción de que, para ser un ciudadano de pleno derecho, no importa la religión, la etnia, los orígenes sociales o las preferencias sexuales. El liberalismo es, según él, laico, cooperativo y un poco irreverente.

El liberalismo no es solo un sistema político. Es también un rasgo del carácter, una manera de vivir, una serie de valores que nos pueden ayudar

Esas son exactamente mis ideas, pero lo que más me ha gustado del libro es la noción de que el liberalismo no es solo un sistema político. Es también un rasgo del carácter, una manera de vivir, una serie de valores que nos pueden ayudar a ser mejores —o, al menos, más majos— y a estar en paz con nosotros mismos y con el mundo.

Todos somos (un poco) liberales

La tesis principal de Lefebvre es que todos somos bastante liberales. Incluso los radicales de derechas y de izquierdas que odian el liberalismo han adoptado muchos de sus rasgos. Hoy, hasta los reaccionarios se sienten obligados a aceptar que el racismo está fuera de lugar y que el Estado no debería meterse en tu cama; hasta quienes se proclaman comunistas deben reconocer que la libertad de elección puede ser buena. Aunque no sea de una manera explícita, las canciones que escuchamos, las películas que vemos o la forma en que encaramos nuestra vida privada están marcadas por la cultura liberal que defiende el derecho de todas las personas a buscar la felicidad como quieran. Eso no significa que vivamos en un mundo liberal, dice Lefebvre: en realidad, solo lo es en parte. E incluso quienes se definen como liberales solo ejercen a veces como tales y lo hacen de manera incompleta y precaria.

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Sin embargo, aunque todos seamos complejos y a menudo incoherentes, algunos sí somos liberales puros; esa es realmente nuestra ideología y la manera en que queremos vivir. Según Lefebvre, esto implica tres cosas. Creer en la reciprocidad —pensar que todo el mundo goza de los mismos derechos y la misma dignidad que tú—, la libertad —el derecho a escoger tu camino en el mundo con independencia de dónde vengas— y la ecuanimidad —ser razonable y estar dispuesto a cambiar de opinión si descubres que estabas equivocado—. Lefebvre reconoce que es muy difícil. Pero si te esfuerzas, si haces lo que él llama "ejercicios espirituales", puedes conseguirlo.

Foto: Ezra Pound. (Dominio público)

Pocas veces he estado tan de acuerdo con un libro como con Liberalismo como forma de vida. Eso no significa que llegue a ser un gran libro. Tiene problemas formales: a veces, como es el caso, los profesores universitarios quieren demostrar tanto la veracidad de sus ideas que se vuelven reiterativos. Hay en sus páginas muchas teorías y citas que probablemente ya conocerán quienes se acerquen a ellas. Y en ocasiones me he exasperado con esas fórmulas tan habituales en los libros académicos: "Como hemos visto en el capítulo 2"; "Como explicaré más adelante"; "Recapitulo lo dicho hasta aquí".

A pesar de estos defectos, la lección de Lefebvre es imprescindible para quienes se sienten liberales y ven cómo el mundo se vuelve cada vez más autoritario y refractario a las libertades individuales y a los espíritus abiertos, tolerantes y cosmopolitas. Ser justo y equitativo. Respetar a los demás. Cooperar. Vivir en libertad dentro de unos límites razonables que no pisen la libertad de los demás. Ser individualista sin dejarse llevar por la codicia o el fanatismo. Hoy, todas esas ideas son tópicos, cosas que damos por sentadas: simplemente, porque son las que nos rodean a diario, aunque las deformemos o trivialicemos. Pero son enormemente importantes. Profundizar en ellas no solo puede ayudarnos a intentar que nuestra sociedad y nuestra política sean un poco mejores, sino a que también lo seamos nosotros. A veces, la respuesta no está en lugares inesperados.

Muchos libros de autoayuda tienen un rasgo en común: creen que la solución a tus problemas está en otro país, en otro tiempo, en otras formas de pensamiento. Muchos te dicen que para encontrar el equilibrio debes sumergirte en la mentalidad budista, practicar yoga o asumir la filosofía de un emperador romano estoico que vivió hace casi dos mil años. Una obra de esa clase rara vez te dirá algo así como: "En realidad, tus ideas, las que ves a tu alrededor, son las correctas. Lo único que tienes que hacer es entenderlas un poco mejor y profundizar en ellas".

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