De las mujeres y nada más
Quería que fueran ellas las que alzaran su voz. Cogí el teléfono y escribí a Aída Gómez, Cristina Lucas, Gabriela Flores, María Toledo y Carme Portaceli, cinco artistas valientes, aguerridas. Y dijeron sí
Quería que fueran ellas las que alzaran su voz. Cogí el teléfono y escribí a Aída Gómez, Cristina Lucas, Gabriela Flores, María Toledo y Carme Portaceli, cinco artistas valientes, aguerridas. Y dijeron sí
Miro la pintura de Salustiano García elegida para el cartel de la Semana Santa de Sevilla y no encuentro nada nuevo, nada que contradiga lo que las Escrituras avalan
Sin símbolos no habría monarquías —ni repúblicas ni nada—. Las mujeres, desde antiguo, han sido soporte privilegiado de algunos de los elementos más elocuentes de su retórica
La existencia de la escritora fue pertinaz extensión del dolor. Un dolor nebuloso porque tardaron siglos en darle causa, inhabilitante porque atravesaba su existencia y le hacía sentir diferente
No dejen de celebrar, no dejen de ser felices. Asómense a la ventana y miren a los peces cómo beben y beben