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El gorila invisible, Obama y los drones asesinos: así vemos el mundo
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Alberto Olmos

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El gorila invisible, Obama y los drones asesinos: así vemos el mundo

'Como ver el mundo' es un estimulante ensayo de Nicholas Mirzoeff sobre el poder político de las imágenes y sobre cómo lo que vemos acaba por convertirse en lo que somos

Foto: 'Postales desde Google Earth', de Clement Valla
'Postales desde Google Earth', de Clement Valla

Buena parte del ensayo moderno se basa en una idea muy simple reforzada por doscientas anécdotas y curiosidades. Ideas tan simples como que la clase media ha desaparecido, que algo es en verdad de derechas o que internet nos ha vuelto más tontos. Muchas veces la ocurrencia del ensayista aparece en el propio título del libro y lo que sigue no es otra cosa que una recopilación de noticias, datos, citas de otros libros o resúmenes de spots publicitarios que fundamente dicha ocurrencia. La lectura de este tipo de ensayo ('Superficiales', 'No logo', 'Reberlarse vende') suele resultar sumamente entretenida, pero al volver la última página de las trescientas que suele tener el libro sabemos exactamente lo mismo que cuando lo empezamos: una sola cosa, y bastante obvia.

'Cómo ver el mundo' (Paidós), del profesor de Medios, Cultura y Comunicación de la universidad de Nueva York Nicholas Mirzoeff, parecía ir por este camino, pues ya su título preescolar y la profusión de fotografías que encontramos entre sus páginas presagiaban la intención de demostrar la obviedad siguiente: estamos dominados por la imágenes. Sin embargo, el trabajo de Mirzoeff toma altura de inmediato a hombros de gigantes: Benjamin y Foucault.

Selfie y feminismo

Mirzoeff, como en España José Luis Pardo ('Esto no es música'), se apunta en rigor a esa otra práctica del ensayo que consiste en unir puntos dentro de un vastísimo mapa cultural para señalar si acaso un camino que aclare hacia dónde vamos. El hilo conductor de 'Cómo ver el mundo' es, en efecto, la cultura visual, y el camino que señala Mirzoeff viene a decirnos que, o cambiamos el mundo, o acabaremos asesinándonos a distancia (tal cual).

Mirzoeff viene a decirnos que, o cambiamos el mundo, o acabaremos asesinándonos a distancia (tal cual)

Esta llamada a la toma de conciencia social la inicia nuestro autor analizando el selfie. Mirzoeff aporta el dato de que hoy en dos minutos en Estados Unidos se hacen tantas fotografías como en todo el siglo XIX, y que el autorretrato ha pasado de ser un capricho exclusivo de una minoría (los pintores) a constituirse en la práctica más popular del planeta.

El selfie -sigue Mirzoeff- es una proposición de identidad, y eso le lleva a analizar cuestiones tan cruciales como la violencia de género, los clichés sexuales o los prejuicios debidos a la raza. Muestras de los trabajos de Cindy Sheman, Nan Goldin o Samuel Fosso apuntalan su definición de la posmodernidad -y del feminismo como eje fundamental de la misma-, que resulta verdaderamente brillante y clarificadora.

El gorila invisible

En un ensayo sobre cultura visual debe precisarse cuanto antes que muchas veces no somos capaces de saber ni lo que estamos viendo ni, sobre todo, lo que hemos pasado por alto. Mirzoeff nos ilustra en este punto con el fascinante experimento llamado “Gorila invisible”.

En 1999 el psicólogo Daniel Simons diseñó un cortometraje donde se veía a varias personas, divididas en dos equipos, pasarse una pelota de baloncesto. Al mostrárselo a los sujetos de su investigación les pedía que contaran cuántas veces se pasaban la pelota los integrantes del equipo que vestía de blanco. Los espectadores estaba tan concentrados en esta tarea que no veían que, en un momento dado, irrumpía en escena un hombre vestido de gorila.

El experimento del gorila invisible

Mirzoeff propone que, debido a la sobredosis de estímulos visuales que recibimos hoy, hemos perdido capacidad de concentración, pero hemos ganado en competencia multitarea. Es decir, casi todos nosotros veríamos el gorila que no veían hace tan sólo 15 años.

Además de las referencias científicas, muy particularmente a experimentos sociológicos, los libros de ideas de nuestro tiempo comparten con la narrativa moderna la idolatría casi histérica por el artista de vanguardia. Mirzoeff busca las grandes verdades de nuestra época en las obras de Anish Kapoor, Ai Weiwei o Clement Valla. Las Postales desde Google Earth de este último provocan al mismo tiempo alucinación y alarma, pues ponen en cuestión la fiabilidad que otorgamos a las representaciones computacionales de nuestra realidad.

Obama y las guerras

Nicholas Mirzoeff ya analizó un gran tema bélico (Irak) en su libro 'Watching Babylon', y en su primer ensayo traducido en España dedica bastantes páginas a hablarnos de la guerra y de su transformación en algo muy similar a un videojuego. De hecho, parece que no hay ninguna diferencia entre el mando con el que se maneja un dron equipado con una cámara de vídeo y un misil y el mando de la PlayStation.

En el año 2012, la Casa Blanca hizo público que Barack Obama supervisaba personalmente una vez a la semana la lista de “muerte o captura” de las agencias de inteligencia de su país. “Si tu nombre figura en esta lista”, anota Mirzoeff, “las agencias intentarán matarte con un ataque de drones o con cualquier otro medio y reclamarán protección legal.”

“Si tu nombre figura en esta lista”, anota Mirzoeff, “las agencias intentarán matarte con un ataque de drones o con cualquier otro medio

Todo forma parte de la “guerra de imágenes” que ha tomado el relevo de la Guerra Fría, y en la que caben atentados terroristas cuyo único fin es ocupar portadas de periódicos, falsas fotografías de fábricas de armas químicas en Irak o movimientos sociales como Occupy Walt Street o la Primavera Árabe, con su consiguiente repercusión icónica en las redes sociales.

“Ser visto por un dron supone estar potencialmente sentenciado a muerte”, avisa Nicholas Mirzoeff, antes de recomendarnos aprender a ver el mundo para poder cambiarlo.

Buena parte del ensayo moderno se basa en una idea muy simple reforzada por doscientas anécdotas y curiosidades. Ideas tan simples como que la clase media ha desaparecido, que algo es en verdad de derechas o que internet nos ha vuelto más tontos. Muchas veces la ocurrencia del ensayista aparece en el propio título del libro y lo que sigue no es otra cosa que una recopilación de noticias, datos, citas de otros libros o resúmenes de spots publicitarios que fundamente dicha ocurrencia. La lectura de este tipo de ensayo ('Superficiales', 'No logo', 'Reberlarse vende') suele resultar sumamente entretenida, pero al volver la última página de las trescientas que suele tener el libro sabemos exactamente lo mismo que cuando lo empezamos: una sola cosa, y bastante obvia.

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