Algunas cosas que alguien le tendría que decir al PP

El PP ganó las elecciones europeas en España mientras que en el resto de Europa ganó la derecha. Si España se resiste a la marejadilla conservadora no es porque el PSOE flote como el tablón de Titanic, sino porque el PP no acaba de hacer feliz a nadie. ¿A quién hace feliz el PP? Es un partido, ahora mismo, como de mantener resultados, ganar 1-0, estar ahí merodeando el oro y la gloria. Es como el Atlético de Madrid cuando parecía que era cuestión de tiempo. Pero el Atlético de Madrid se quedó sin Champions.

Los que somos un poco mayores recordamos una derecha distinta, más enemistable y folclórica. La derecha española ha perdido, sobre todo, folclore. Era más divertida antes, más fascista, más con bigotes y gritos a los chóferes. Ahora mismo cualquier sobremesa de España es más de derechas que el PP.

Ahí hay un tema, claro, la pérdida por parte del PP del voto de las sobremesas y de los cuñados. Es una pérdida cuantiosa, sin duda.

La derecha era más divertida antes, más fascista, más con bigotes y gritos a los chóferes

Yo entiendo o quiero entender al PP. Da mucha rabia ser facha todo el tiempo, cuando tienes más mujeres con poder y cargos, y desde mucho antes, que el PSOE; cuando reciclas la basura; cuando compras, en fin, todo lo moderno que venden en el mercado. Me acuerdo de que Pablo Casado llegó a posar en una foto leyendo a Harari y con zapatillas New Balance, que parecía de todos los partidos a la vez. El PP lleva haciéndose perdonar como diez años. Haciéndose perdonar a Franco y, si nos ponemos, los diez mandamientos y la torre de Babel. Sin embargo, no alcanza el perdón deseado.

Como demuestra Pedro Sánchez cada día, al PP no se le tilda de facha porque lo sea, sino porque lo tiene que ser. Entonces da igual lo que haga el PP. Incluso si pone a Pedro Sánchez de candidato cuando Sánchez se jubile del PSOE, será facha. Visto así -que te van a llamar facha de todas maneras- yo creo que sale más a cuenta ser facha.

A mí me da pena el PP por estas cosas, haberse reformado y que la profesora le siga castigando contra la pared. Haber hecho los deberes, las ecologías, los cordones sanitarios, la gaviota bonita, y aún así arrastrar la mala fama eternamente.

Teresa Ribera dijo en campaña que el PP quiere “tener a las mujeres atadas a la pata de la cama”. Incomprensiblemente, la gente la votó. Puedes decir todas las majaderías que se te ocurran contra el PP.

Cuando salen a la calle, los del PP se equivocan siempre. La última vez, junto a la Puerta de Alcalá, lo más de derechas que había en la concentración eran las venas hidráulicas en los brazos de Aznar. Un militante sostenía un cartel que decía: “Váyase Sánchez”. Nadie se va de ninguna parte si se lo pides de usted. En una concentración anterior, llenaron todo de banderas de Europa, ahora que Europa no representa a nadie y es una noción desustanciada. No entendieron que puedes representar a España sin pedirle permiso a Europa.

La última vez, junto a la Puerta de Alcalá, lo más de derechas que había en la concentración eran las venas hidráulicas en los brazos de Aznar

En esa concentración, y en varios momentos posteriores, el PP defendió la igualdad. De pronto creyeron que decir “igualdad” les daba votos y afecto. Ahí, claro, descarrilaron todos los trenes. Eres de derechas, los de derechas no piden igualdad. Libertad, bajadas de impuestos y banderitas de España. No es tan difícil.

Mi sensación es que el PP no se ha enterado de algo, y ese algo me lo reveló una escena de La noche más oscura (Kathlyn Bigelow, 2012), de la que me acordé de pronto. Avanzada la película, las agencias de inteligencia estadounidenses se muestran frustradas en su lucha contra el terrorismo. Entonces se convoca una reunión a la que un jefazo acude a poner orden. Y les dice: “Quiero dejaros algo completamente claro. Si pensabais que había alguna habitación secreta en algún sitio trabajando contra Al Qaeda, quiero que sepáis que estáis equivocados. Sólo estáis vosotros. No hay ningún grupo de trabajo que vaya a venir a rescataros, no hay nadie más escondido en otra planta del edificio. Sólo estamos nosotros. Y estamos fracasando.”

No hay otro partido que pueda a derrotar a Sánchez, salvo el PP. Y está fracasando. El PP no se ha enterado de que no tiene que salir a sumar, sino a arrasar; de que no depende de otro partido escondido por ahí, de un grupúsculo más o menos fachilla que, por la bendición de las matemáticas, le rescate.

No sé cuándo fue la última vez que el PP me pareció lo suficientemente de derechas, pero hace de ello, desde luego, mucho tiempo

No sé cuándo fue la última vez que el PP me pareció lo suficientemente de derechas, pero hace de ello, desde luego, mucho tiempo. Así, el mejor consejo que se le puede dar al PP es éste: haceos de derechas.

Haceos de derechas antes de que sea tarde. Haceos de derechas aprovechando además que está de moda.