María Pombo, como Tales de Mileto, ha dado las indicaciones correctas para la liberación del alma humana. Al sabio de Tebas se le adjudica la frase: “Conócete a ti mismo”. A María Pombo, influencer, se la puede intuir diciendo: “Deja de fingir que lees”. Las palabras de Pombo no la sitúan a la altura de Kant o, siquiera, Zizek;pero sí a la de Erich Fromm, con su “tener o ser”. Pombo quiere que seas tú mismo, tú mismita, y dejes de avergonzarte por ello.
El vídeo viral de esta mujer, que no sé quién es, ha sido interpretado como un ataque a la lectura, a los libros, a los lectores y las estanterías demasiado llenas. Es una interpretación errónea, pero consecuente. Mucha gente se ha visto desenmascarada, mayormente en el mundo editorial y periodístico. Pombo los pone frente al espejo, y la imagen que sale no les gusta: sale María Pombo. Ella lee poco, y tú también. Ella lo reconoce, tú mientes cada día de tu vida. Eres patético. Comparado con María Pombo, leer te ha hecho peor.
Literalmente, la consanguínea de Álvaro Pombo ha dicho esto: “Creo que hay que empezar a superar que hay gente que no le gusta leer. Y encima no sois mejores porque os guste leer”. Es un enunciado muy complejo, que trataré de desentrañar para ustedes.
Ella lee poco, y tú también. Ella lo reconoce, tú mientes cada día. Eres patético. Comparado con María Pombo, leer te ha hecho peor
Primero, María se alza heroicamente contra el Ministerio de Cultura y sus campañas sucesivas de fomento de la lectura y, claro, de estigmatización del que no lee. Son décadas de opresión que acaban a los pies de una chica con tres millones de seguidores en Instagram. Cuando la Federación del Gremio de Editores, en colusión con el ministerio, publica cada comienzo de año su encuesta de lectura en España, el titular del periódico siempre se ceba con ese porcentaje nefando de españoles que no lee. Leemos: “Por primera vez, el porcentaje de población que lee libros en su tiempo libre supera el 65%” (Informe). Y leemos: “Un 35% de españoles no lee nunca o casi nunca” (El Confidencial). Las encuestas de lectura las hacen para perseguir no lectores, acabar con ellos y señalar su inferioridad.
🤦🏻♀️Una persona con más de 3 millones de seguidores...
📚 Y sí, leer enriquece la mente y nos abre puertas tanto físicas como mentales. La lectura es fundamental para construirnos como seres humanos libres e independientes pic.twitter.com/7E3xTSCqUm
La consecuencia de todo esto es evidente: la gente no lee, pero dice que sí lee. Si leyera el 65% de la población, alguna vez verías un libro en el Metro, y todos venderíamos cien mil ejemplares de nuestras novelas, y un best seller llegaría a diez millones de españoles. Así las cosas, “superar que hay gente que no le gusta leer” significa: di que no lees, tía. ¡Basta de fingir! ¡Votas a Vox!
Las palabras de Pombo, en este primer tramo, no se dirigen tanto hacia los que leen y miran por encima del hombro a los que no lo hacen como a todos esos que no leen y no se atreven a confesarlo.
Si leyera el 65% de la población, alguna vez verías un libro en el metro, y todos venderíamos 100.000 ejemplares de nuestras novelas
En su segunda parte, la declaración de Pombo tiene también un destinatario encriptado. Dice: “No sois mejores porque os guste leer”. Ustedes creen que se dirige a mí, por ejemplo, que leo los libros enteros y les cuento qué me han parecido. Se equivocan. Se dirige a todos esos que fingen profesionalmente que leen, pero nunca se acaban un libro. Editores, críticos, escritores, periodistas y profesores de instituto. La frase supone un desfondamiento de sus vidas, y por eso ha sido tan polémica. No es que leer no te haga mejor que los demás, es que si no te sirviera para sentirse superior a los demás, no comprarías nunca un libro. María Pombo te ha quitado todo lo que tienes; no el beneficio de leer, sino el rédito social de exhibir que lees. La influencer no va contra los libros, sino contra tus selfies con libros.
En Estados Unidos, “la lectura diaria por placer ha disminuido más de un 40% en los últimos 20 años” (El Confidencial). ¿Cómo puede ser que en Estados Unidos las redes sociales y las plataformas de vídeo hayan quitado a la gente tiempo para leer y que en España no deje de aumentar el número de lectores? Quizá en España el día tiene 28 horas o la gente es capaz de leer a Proust y ver Breaking Bad al mismo tiempo o nos acabamosGuerra y Pazen diez minutos tras hacer un curso de lectura rápida.
O quizá es todo mentira en España, donde puedes ser ministro de Cultura sin leer.
Contra esa mentira, contra ese 65% ministerial e insostenible, ha hablado María Pombo. En Estados Unidos fue Jonathan Franzen (en Más afuera, 2012) quien reveló la cantidad de amigos suyos que ya no eran capaces de hacer una “lectura lineal”, o sea, de leerse un libro de cabo a rabo; y también Philip Roth (en Lecturas de mí mismo, 2008) reconoció la desaparición del lector abnegado que te acompaña hasta la última de tus quinientas páginas. Dijo Roth que en Estados Unidos, realmente, sólo había 80.000 lectores literarios.
Frente a Juan Gabriel Vásquez, que dice que leyendo ha aprendido cosas increíbles sobre el alma humana y afirma que “leemos para habitar a otro”, Philip Roth lo ve todo más sencillo: “Las novelas proporcionan a los lectores algo que leer. En el mejor de los casos, los escritores cambian la manera en que los lectores leen. Considero que esa es la única expectativa realista.”
Leer no nos hace mejores, simplemente nos gusta. Como no lees o ya no lees o nunca has leído con placer, no lo entiendes.
María Pombo, como Tales de Mileto, ha dado las indicaciones correctas para la liberación del alma humana. Al sabio de Tebas se le adjudica la frase: “Conócete a ti mismo”. A María Pombo, influencer, se la puede intuir diciendo: “Deja de fingir que lees”. Las palabras de Pombo no la sitúan a la altura de Kant o, siquiera, Zizek;pero sí a la de Erich Fromm, con su “tener o ser”. Pombo quiere que seas tú mismo, tú mismita, y dejes de avergonzarte por ello.